El director de la comunidad judía de Colombia, Marcos Peckel, habló de las críticas que hizo el expresidente de Colombia Juan Manuel Santos a Israel y a los judíos en general.

A través de su cuenta de Twitter, Peckel afirmó que Juan Manuel Santos se “ensaña con Israel y el Estado judío”.

“El expresidente @JuanManSantos de forma sesgada y con tergiversaciones se ensaña con Israel, el Estado judío. Ya lo hizo en el pasado y le tocó disculparse”, empezó diciendo el director en su red social.

Igualmente, recordó que Eduardo Santos, tío abuelo del exmandatario, fue “quien cerró las puertas de Colombia a los judíos que huían del nazismo”.

A raíz de su comentario surgieron varias reacciones en redes sociales. El usuario identificado como Carlos Vinazco, realizó su propio contexto sobre el trino de Peckel.

“Eduardo Santos fue tío abuelo de JMS, que él y su canciller López de Mesa dictaron el Decreto 1723 de 1938 que escondía una realidad ruin: los funcionarios consulares de la República no podrán sin autorización especial y concreta en cada caso del Ministerio de Relaciones Exteriores, visar pasaportes de individuos que hayan perdido su nacionalidad de origen, o que no la tengan. El decreto tenía nombre propio: los judíos privados de su nacionalidad de origen por el régimen nazi, los alemanes que a la fuerza habían sido convertidos en apátridas”, fue el trino del usuario.

Marcos Peckel, director de la Comunidad Judía en Colombia. | Foto: MARCOS PECKEL

En una columna en El País, de España, el expresidente Juan Manuel Santos comparó la situación de Israel con la de Rusia y Ucrania. “Existen pruebas considerables de que el Gobierno israelí está incumpliendo el derecho internacional abiertamente con su dominio sobre las tierras ocupadas y sus prácticas opresivas sobre el pueblo palestino. La impunidad allí es igual de intolerable que en Ucrania o en cualquier otra parte”, sentenció Santos.

El expresidente asegura que él y sus amigos de The Elders están llegando a la conclusión de que Israel es un estado apartheid.

Aunque se califica como “amigo de Israel”, su postura refleja la misma narrativa de la izquierda política mundial. El delirio de Santos parece no tener límites.

En la columna se da autobombo por su polémico proceso de paz con las Farc. “Durante mi mandato como presidente de Colombia, dirigí el proceso de paz que puso fin a un conflicto armado de más de medio siglo. Al ayudar a mi país a finalizar este conflicto brutal, entendí que una paz duradera solo podía ser posible por medio de un acuerdo basado en igualdad de derechos, justicia e inclusión”, dijo.

Esa negociación le hizo suficiente daño a Colombia al dejar una herencia de más de 200.000 hectáreas de coca y a criminales de lesa humanidad en el Congreso que, seis años después, siguen sin pagar un día de cárcel, sin decir la verdad y sin reparar a sus víctimas. Esto sin contar con las disidencias de las Farc que, rearmadas y dedicadas al narcotráfico, siguen delinquiendo y son hoy una amenaza para todo el país.

Santos pretende figurar ahora en la escena internacional. Tal vez está buscando que le paguen por un discurso en algún foro o algo por el estilo.

En cuanto a Israel, es imposible olvidar cómo, pocos días antes de terminar su segundo mandato, en 2018, reconoció al Estado palestino. Para algunos, esa decisión fue una “traición” más al estilo de Santos. De nuevo, el jugador de póquer se volteó.

Con todo esto, Israel se siente maltratado por el expresidente colombiano Juan Manuel Santos.