La mañana del sábado pasado fue congestionada para los habitantes del centro de Bogotá por cuenta de un operativo realizado por hombres de la Brigada 13 del Ejército y el CTI en la calle del Bronx. En uno de los días más concurridos en la capital, los militares y los miembros de la Fiscalía ingresaron hasta ese sector con el objetivo de realizar una serie de allanamientos en una de las ollas más grandes de la capital. El asunto no salió nada bien. Todo fue caos y desorden. Durante más de tres horas hubo graves disturbios y enfrentamientos con los habitantes y los militares, y los miembros del CTI se vieron en serias dificultades para controlar la situación, que se salió de control por la improvisación. Varios vehículos que transitaban por la avenida Caracas fueron atacados, al igual que buses de Trasnmilenio. Además, varias personas resultaron heridas como consecuencia del operativo. Una de ellas fue una investigadora del CTI. También se registraron robos a vehículos como consecuencia de la acción.

La Secretaría de Gobierno informó por medio de un comunicado sobre los heridos y los daños, a la vez que comunicó: “Los allanamientos fueron coordinados por el CTI de la Fiscalía en uso de sus competencias, con apoyo del Ejército Nacional. Ni la Alcaldía ni la Policía Metropolitana participaron de los allanamientos”, dice la misiva. La operación terminó con la captura de siete personas y el decomiso de dos miras telescópicas y 10 millones de pesos. No obstante, la Fiscalía enfrentó dificultades el domingo ante un juez de garantías, pues los detenidos no fueron capturados en flagrancia ni estaban claras las razones para poder judicializarlos. En la Alcaldía hay molestia por lo que ocurrió el sábado. Y tienen razón. Hace 14 meses la policía de Bogotá, liderada por el general Luís Eduardo Martínez, y la administración distrital comenzaron la llamada intervención en el Bronx, con el fin de acabar con las mafias que allí actúan. A lo largo de ese tiempo prácticamente no pasa una semana sin que haya una operación policial coordinada en ese sector. Esta acción sostenida produjo, tras 14 meses, que fueran capturadas 1.198 personas, de las cuales más de 700 fueron en flagrancia. Se incautaron 107 armas de fuego, se recuperaron 125 automotores y se decomisaron 3,7 toneladas de droga. Más allá de esto, las investigaciones de la Policía lograron la captura, incluso en Venezuela y Ecuador, de todos los jefes de las tres bandas, conocidas como ‘Ganchos’, que durante años actuaron en la zona y manejaron el microtráfico. El último de ellos fue Rigoberto Arias, alias 'Rigo', capturado hace una semana por oficiales de la Policía de Bogotá en Venezuela. Este era el jefe del llamado ‘Gancho Maguera’. Suerte similar corrieron los capos de los 'Ganchos' Homero y Mosco semanas atrás. A lo largo de esos 14 meses nunca hubo presencia de Ejército y CTI en el Bronx. Resulta curioso que aunque a tan sólo dos cuadras del sector está el Batallón Guardia Presidencial, sólo ahora los militares y el CTI optaron por “operar”. Para los habitantes del sector no deja de ser desconcertante también ver militares vestidos exactamente igual que los miembros del Escuadrón Móvil Antidisturbios (ESMAD) de la Policía (ver foto). No es fácil de entender en ese caso cuál es el papel del Ejército. También es curioso, por decir lo menos, que después de 14 meses y ya cuando la situación es muy diferente a la del año pasado, cuando la Policía y la Alcaldía arrancaron con las intervenciones en el Bronx, el CTI opte por hacer su primer operativo con exiguos resultados. Tal vez la respuesta se encuentra en que ahora muchos quieren entrar a cobrar los éxitos de lo que ha ocurrido en el Bronx gracias a la Policía de Bogotá y la administración distrital.