El 26 de marzo de 2016, cuando Lorena Beltrán Rodríguez regresaba a Colombia después de ver a los Rolling Stones en Cuba sintió un dolor indescriptible en su pecho. Meses antes se había sometido a dos cirugías para disminuir el tamaño de su busto (mastopexía y mamoplastía de reducción) con el doctor Francisco José Sales Puccini, las cuales no habían tenido los resultados esperados.
El médico ya le había dicho que los dolores eran algo “normal”. Sin embargo, la joven, que para aquel momento tenía 23 años, había tenido que ver angustiosamente cómo las cicatrices de sus senos se agrandaran cada vez más; los sueños se convirtieron en pesadillas en las que aparecía la imagen del quirófano donde le habían hecho las dos intervenciones y la sombra del médico a quien había dejado de visitar cuando le lanzó esta lapidaria frase: “la culpa no es del sastre sino de la tela”.
Las cicatrices en su cuerpo eran demasiado grandes, afectando considerablemente la estética de su cuerpo, afectando la sensibilidad en el área intervenida, una necrosis del complejo, areola de pezón, asimetría mamaría, cicatrización anormal y afectación de su función lactante. La vida íntima de la joven también se vio gravemente afectada pues no se sentía cómoda con su cuerpo.
Cuando acudió a un segundo médico cirujano, quien irónicamente tenía su consultorio a 30 metros de Sales, le advirtió que tanto los implantes mamarios que le habían puesto, como el medicamento que le dieron para mermar el dolor tenían restricciones en Colombia por los efectos secundarios.
El galeno le arrojó un dato que la dejó fría: aquel médico era ginecólogo y no cirujano plástico, por lo que le pidió que, por favor, investigara más ese supuesto título que había visto en el consultorio. La validez de este documento se encuentra en entredicho en la actualidad y es el epicentro de un proceso penal que se adelanta en Bogotá.
Estos graves daños fueron reconocidos por el Tribunal Superior de Bogotá, que, en su Sala Civil, condenó a Francisco Sales Puccini por los daños morales y materiales que sufrió la joven y su madre. En el fallo conocido en exclusiva por SEMANA se concluye que se presentaron muchísimos errores en los procedimientos que realizó el doctor Sales Puccini.
“Se vio afectada en su esfera íntima al parecer de dolor, pena, aflicción y desolación en sus sentimientos y en la relación con los demás, tanto en lo personal como en lo sexual, así que le fue diagnosticado una afección a su salud mental”. La evidencia científica estableció la existencia de un estrés postraumático, puesto que en su mente recordaba una y otra vez la dureza de los procedimientos quirúrgicos y las afectaciones a su ser.
El fallo es extremadamente claro al afirmar que los procedimientos quirúrgicos realizados por Sales Puccini le causaron a Lorena un daño en su físico y en su salud mental, generándole un cuadro de depresión y ansiedad que afectaron su calidad de vida, “su funcionamiento laboral, familiar y social”.
Frente al actuar del médico se cuestionó su actuar y omisión “que lo hicieron incumplir sus deberes de diligencia y cuidado que a la postre, configuraron los riesgos no previstos después de la cirugía”. La mamá de Lorena vivió su propio viacrucis por las cicatrices en el cuerpo de su hija y su cambio de personalidad, lo cual le generó “dolor, angustia y melancolía”.
Uno a uno la Sala rechazó los dictámenes médicos aportados por la defensa del galeno, quien citó al reconocido experto Máximo Alberto Duque, exdirector de Medicina Legal, y recordado por hacer la exhumación de Luis Andrés Colmenares Escobar. Pese a sus conceptos se determinó que había accedido a la historia clínica de la demandante sin su autorización, lo que representó una violación de tajo a su derecho fundamental a la intimidad y la protección constitucional.
Esta acción, como si fuera poco, representa una violación al juramento médico aprobado por la Convención de Ginebra de la Asociación Médica Mundial que señala que “los galenos no solo prometen solemnemente consagrar su vida al servicio de la humanidad, sino que se comprometen a guardar y respetar los secretos a ellos conferidos”.
En diálogo con SEMANA, Sales Puccini aseguró que no había sido notificado de la decisión judicial. Sin embargo, desde ya anunció que va a presentar recurso de casación el cual tiene que ser resuelto por la Corte Suprema de Justicia. “Obviamente no estoy de acuerdo”.
Existió negligencia médica
En entrevista con SEMANA, el abogado Maximiliano Rodríguez, detalló que en el proceso civil se demostró la negligencia en la que incurrió Sales Puccini, así como “la utilización de procedimientos inadecuados y la formulación equivocada de medicamentos”. Para llegar a esta conclusión fueron clave los peritajes de médicos y psicólogos.
“Logramos probar que los procedimientos adelantados por el señor Sales Puccini no se ajustaron a la Lex Artis, entendida esta como el conjunto de prácticas médicas aceptadas como adecuadas para tratar al enfermo/paciente”. Las pruebas permitieron concluir el desdén del médico para atender a Lorena. “No diligenció con los mínimos requeridos la historia médica, la suministró a terceros (historia clínica) sin contar con las autorizaciones correspondientes; no advirtió a la paciente de manera adecuada sobre los riesgos que generaba el procedimiento y, para completar, le recetó de manera equivocada medicamentos que lo único que hicieron fue empeorar la condición médica”.
Para remediar estos daños -señaló- la joven tuvo que destinar más recursos económicos para contratar a otro médico cirujano quien le realizó dos intervenciones.
El proceso penal, a paso de tortuga
Sales Puccini fue acusado en 2018 por los delitos de falsedad en documento privado y fraude procesal, esto por presuntamente haber presentado documentos falsos con el fin de convalidar un título de especialización en cirugías plásticas en una Universidad de Brasil.
En el documento se revela que Sales Puccini y otros profesionales de la salud habrían adelantado este curso de manera exprés, sin siquiera asistir presencialmente a las clases –pese al componente práctico que tiene esta especialización-.
Por no contar con la preparación suficiente –reseña la Fiscalía- pusieron en riesgo la vida de las pacientes que creyeron en ellos por los títulos que mostraban. Por el momento, el proceso está en la presentación de pruebas por parte de la Fiscalía.
Sin embargo, debido a la calidad de los delitos, está próximo a prescribir, hecho que ha merecido un constante reclamo de los familiares de las víctimas, las mismas que no entienden por qué si en la decisión de la jueza de control de garantías les prohibió ejercer la Medicina mientras se tomaba una decisión de fondo Francisco Sales Puccini, junto a los otros médicos, siguen promocionando sus servicios y consultorios en redes sociales, y adelantando intervenciones en cirugía plástica.