EL ex tesorero de la campaña Samper Presidente, Santiago Medina, sostuvo hasta su muerte que Elizabeth Montoya de Sarria tuvo en sus manos la prueba reina sobre los supuestos nexos entre Ernesto Samper y la mafia. Según Medina, la mujer tenía una maleta con documentos y fotos que comprobaban que Samper era amigo y había recibido dineros de los Rodríguez Orejuela, y de otros narco- traficantes, años antes de la campaña del 94. Por eso cuando la 'Monita retrechera' apareció asesinada muchos imaginaron que el crimen tenía el propósito de silenciarla. Sin embargo lo que la Fiscalía encontró, después de tres años, es más concreto: según ella, todo indica que a la 'Monita' la mataron para robarla. El principal sospechoso es Orlando Sánchez Cristancho, más conocido como 'El Caballista", 'Martín' o 'El hombre del overol'. Sánchez saltó a la fama cuando se conoció una conversación en la que el fallecido Helmer 'Pacho' Herrera le decía a Miguel Rodríguez que 'El hombre del overol' era para temer y respetar. Según la Fiscalía, 'El hombre del overol' participó en el secuestro de los ex oficiales de la Policía Jorge Enrique Jaimes y Darío Quiroz, escoltas de la 'Monita' y su esposo 'Chucho' Sarria. Las pruebas indican que los guardaespaldas fueron retenidos y torturados la víspera del homicidio de su patrona para obligarlos a revelar su paradero. Una vez obtuvieron el dato fueron ejecutados a sangre fría. Minutos después también era asesinada Elizabeth Montoya. Ese mismo día fueron retirados 524 millones de pesos de una cuenta bancaria controlada por Elizabeth Montoya y su marido en la Caja Popular Cooperativa. El dinero llegó a una firma de corredores de bolsa llamada Asvalores, con sede en Cali. No obstante, los investigadores dudan que esta haya sido la última escala de la plata y tratan de identificar a los verdaderos beneficiarios. Después de su detención 'Chucho' Sarria mencionó como sospechoso del asesinato de su esposa a Orlando Sánchez. Según Sarria, Sánchez la habría matado para no pagarle una vieja deuda en un negocio de caballos. Los investigadores encontraron válido ese testimonio cuando constataron que había documentos que acreditaban la operación pero ninguno que verificara el pago por más de 2.000 millones de pesos. Sin embargo lo que más enreda a Sánchez es una serie de llamadas telefónicas. Los investigadores lograron recopilar todas las comunicaciones que se hicieron tanto al celular de 'El Caballista' como al de sus hombres de confianza: Javier Augusto Rozo Sánchez y Luis Fernando Aristizábal Lago. Hay numerosos registros de llamadas, el día del asesinato y los siguientes, entre ellos Guillermo Pérez Monsalve _mano derecha de los Sarria_, Hassan Nassar _amigo del matrimonio_, Henry Guberek y Gino Farik Maglioni. Todos ellos vinculados al proceso por el crimen. Para colmo de coincidencias José Alcides Loaiza o Sigifredo Troches Lemus, conocido en la mafia como 'El Cejo' y señalado como el autor material de los homicidios, tenía una estrecha relación con Sánchez Cristancho. El overol contraataca Orlando Sánchez asegura que pagó hasta el último peso por los caballos y afirmó a SEMANA que el propio Sarria lo reconoció así a la Fiscalía. Sánchez dice que los mismos testimonios e informes de inteligencia que lo involucran también implican a otros que no han sido llamados por la justicia. Algunos de esos informes, elaborados por agentes del CTI, mencionan que jefes de los carteles, amigos personales de los Sarria, funcionarios del gobierno de Samper y miembros de la Policía habrían tenido interés en desaparecer las pruebas de la 'Monita retrechera'. Según Sánchez, el viudo de la 'Monita' es quien conoce a los asesinos. Afirma que Sarria no se atreve a revelar toda la verdad sobre el crimen porque sabe que ahora es su vida la que está en peligro. El caballista afirmó, incluso, que Jesús Sarria conocía con anterioridad que su esposa iba a ser asesinada. Otra pata que le nace al gato Esta afirmación coincide con una carta que envió hace unos días a la Fiscalía una persona identificada como Marielly Marín Montoya. La mujer, establecida en Miami, asegura que es hermana de Elizabeth Montoya. En la misiva la supuesta pariente pide a los fiscales que le tomen una declaración con el fin de aportar detalles de gran utilidad para esclarecer el asesinato. Dice que "no he podido regresar a mi país por el temor a las represalias que pueden venir de Jesús Sarria...". Y asegura que las amenazas se deben a que no se prestó a declarar en contra de Orlando Sánchez Cristancho, tal como se lo propuso en la visita que le hizo a la cárcel La Modelo de Bogotá. Marielly Marín Montoya asegura en el documento que entre su hermana y Sánchez "siempre existió una bonita relación de amistad que se mantuvo hasta la muerte de ella". En la carta dirigida a la Fiscalía y fechada el 30 de abril de 1999 asegura que está dispuesta a regresar a Colombia a contar lo que sabe. Dice que "el comportamiento violento de Jesús Sarria para con mi hermana Elizabeth y las amenazas de muerte contra ella y contra mí, antes del crimen, lo hacen sospechoso de su vil asesinato". Unas líneas más adelante advierte que si algo le llega a suceder a ella o a su familia el único responsable sería Sarria ya que no tienen enemigos. Frente a estos nuevos elementos en la investigación por la muerte de Elizabeth Montoya la Fiscalía aún no se ha pronunciado. Lo único claro es que el fantasma de la 'Monita retrechera' seguirá asustando a más de uno.