SEMANA: ¿Qué solicitud le hicieron a la Jurisdicción Especial de Paz (JEP)? Rodrigo Granda: Queremos participar de la versión número XXV del foro de Sao Paulo, que se llevará a cabo entre el 25 al 28 de Julio en Caracas, Venezuela. Nosotros en La Habana habíamos previsto que debíamos tener algunas salidas políticas. No solo dentro del país sino también afuera. La JEP reglamentó el tema y nos exige presentar 10 días calendario la solicitud para salir del país. SEMANA: ¿Quiénes viajarían? R.G: Carlos Antonio Losada, Marcos Calarcá, Israel Zúñiga, Benkos Biohó, Manuel Bolivar y yo. Es un foro amplio. Allí puede ir la prensa, todos. No tenemos nada que esconder y por eso lo hacemos públicamente. Queremos que el país sepa que nos movemos en ese campo. A eso no hay que ponerle mucha intriga. Le recomendamos: “Silla vacía”, lo que pide la Procuraduría para curul de Santrich SEMANA: ¿Qué significa para el partido Farc asistir al foro? R. G.: Es importante nuestra presencia allí porque es lo más novedoso que se ha hecho en política continental en los últimos 50 años. Es decir, se resolvió un conflicto en una mesa de diálogo. Además, una guerrilla se convirtió en partido político y se creó un órgano como la JEP. Eso es histórico y es un ejemplo para los vecinos, es mejor el diálogo que la guerra. El foro viene citando desde hace más de un año. Coincide ahora con los sucesos de Santrich pero eso no tiene ninguna vinculación. Nosotros no tenemos agenda secreta. SEMANA: ¿Ustedes llegaron a participar del foro como movimiento guerrillero? R. G.: Sí, como movimiento armado. Eso causó un debate muy grande en torno a si podían incluir o no a una guerrilla. Nosotros fuimos socios fundadores del foro de Sao Paulo y participamos durante el periodo más algido de la represión en este país. Eso sí, teníamos que tener cuidado. Vea también: 3.000 millones de pesos de recompensa por Jesús Santrich SEMANA: Se especula que los exguerrilleros de los que no se tienen noticia están en Venezuela, ¿y si se encuentran con Santrich y Márquez allá? R. G.: Eso es una hipótesis. Yo no creo que ellos estén ahí. Especular con esto es muy delicado. Imagínese cómo sería que nos vieran allá con alguien más que no sea de la linea de nuestro partido. A quienes dudan, yo les digo: vayan, participen en el foro, les podemos dar nuestros recorridos. De eso no va a haber nada. Nosotros tenemos nuestra agenda e incluso faltará tiempo para hablar con todas las delegaciones. SEMANA: ¿Hay muchas inquietudes por el permiso de viaje a Venezuela? R. G.: Eso no es ningún secreto. El país tiene que acostumbrarse a que nosotros somos un partido legalmente constituido. Estamos en las mismas condiciones que el resto y podemos participar en foros, aniversarios o eventos aquí o fuera de Colombia. Eso no es de extrañar. Por el contrario habría que estimular eso porque ahora nuestro mensaje es de reconciliación, de compartir la experiencia para que no se repita lo que vivimos en Colombia. Obviamente tenemos nuestra posición crítica, pero con ella no queremos destruir el Estado colombiano, sino hacer nuestras observaciones. En contexto: Corte Suprema aprueba extradición a EE.UU. de uno de los socios de Santrich SEMANA.: Hay quienes temen que haya una agenda secreta.... R. G.: El foro viene citando desde hace más de un año. Coincide ahora con los sucesos de Santrich pero eso no tiene ninguna vinculación. Nosotros no tenemos agenda secreta. Todo lo estamos haciendo abiertamente y cada vez más dentro de la legalidad, que a veces a algunos no les gusta de a mucho. Esa es la realidad. No tenemos nada. Es más, allá puede estar quien quiera observando, todos nuestros movimientos. No tenemos nada que ocultar. SEMANA: Tras los sucesos que protagonizó Santrich, ¿no cree que con la solicitud ponen a la JEP entre la espada y la pared? R. G.: No porque la JEP es un órgano autónomo e independiente y nosotros estamos actuando de acuerdo con la ley. No la estamos violando. Eso es lo que quieren algunos sectores, tratar de vincularnos con actividades que no tenemos. Hace poco la ministra del Interior insinuó que nosotros y la gente que abandonó el proceso éramos lo mismo. Con esas palabras lo que hacen es ponerle la lápida en el cuello a quienes pertenecemos al nuevo partido y estamos cumpliendo con lo suscrito en La Habana. No es ninguna bofetada. SEMANA: ¿Y si no los dejan ir? R. G.: Si la jurisdicción nos dice que no, tampoco vamos a pelear con ellos. Están en sus plenas funciones. Pero en un debido proceso, no veo por qué no. Yo ya he hecho salidas al exterior, la JEP misma puede dar fe que inmediatamente regreso, me presento allá. No es la primera, ni la última vez que lo vamos a hacer. Cada vez que nos han requerido allá hemos estado rindiendo testimonio, tenemos una versión colectiva en la cual vamos a comparecer en agosto, cada que nos dicen que por ‘x‘ o ‘y‘ motivo nos necesitan, estamos prestos, ese fue nuestro compromiso. SEMANA: ¿Tiene un rol destacado en el foro? R. G.: Sí, claro. Una de las cosas que más llama la atención en la región y en el mundo es el proceso de paz en Colombia. Vamos una delegación combinada de representantes de pueblos étnicos, de comunicaciones, el parlamento colombiano y la Comisión de Seguimiento, Impulso y Verificación a la Implementació. Vamos a contar cómo va la marcha del acuerdo de paz, el asesinato de líderes y desde luego solicitar el apoyo internacional para el proceso que se mantiene bastante amenazado. SEMANA: ¿Qué convoca el foro? R. G.: El foro de Sao Pablo nace como un movimiento amplio donde participan fuerzas revolucionarias, socialdemócratas y sectores independientes del continente. Trata de buscar criterios y experiencias de lo que ha pasado o pasa en la región, para así ponernos de acuerdo en temas fundamentales de cómo trabajar un concenso de nuestra América. Son todos partidos que buscan llegar, digamos, a la toma del poder por la vía electoral. Hace parte del foro Brasil, Salvador, Nicaragua, los partidos de Costa Rica, Panamá, Guatemala, México y Chile. Es un escenario demasiado amplio.