Hay gran conmoción en Estados Unidos, incluso en otros países como Francia, por el asesinato de George Floyd a manos de la policía el 25 de mayo pasado. Floyd, un ciudadano negro de 46 años de edad, murió después de que un policía blanco lo inmovilizara y le presionara el cuello con la rodilla durante más de nueve minutos, incluso cuando este ya no respondía. El video de Floyd diciendo "no puedo respirar" generó conmoción en Minneapolis (Estados Unidos) y desató una ola de protestas pacíficas, acompañadas de disturbios nocturnos y saqueos en algunas ciudades estadounidenses. Miles de personas se han volcado a las calles, sin importar el coronavirus, a pedir que semejante crimen no quede impune. Derek Chauvin, el policía que inmovilizó al fallecido, fue arrestado el viernes y se le imputaron cargos por homicidio involuntario, según los resultados de la primera autopsia que reveló que Floyd padecía daños en las arterias coronarias. La familia, en desacuerdo con esta tesis, busca que el agente sea acusado de homicidio en primer grado y que otros tres agentes que también estaban en el lugar sean procesados. Este caso ha sido objeto de polémica mundial y en París, capital de Francia, cerca de 20.000 personas participaron el martes en una manifestación no autorizada contra la violencia policial, que derivó en altercados, con individuos levantando barricadas o lanzando proyectiles contra los agentes.
Ahora bien, mientras este caso sacude al mundo, en Colombia hay uno similar. Los familiares de Anderson Arboleda, un joven afrodescendiente de Puerto Tejada, norte del Cauca, denunciaron que este murió tras ser golpeado brutalmente por un patrullero de la Policía. La muerte de Anderson se dio a conocer tras una publicación en redes sociales de la cantante Goyo, de la agrupación Choc Quib Town, quien denunció el aparente exceso de fuerza por parte de los uniformados, que llevó a la muerte de este joven. La Fiscalía de Cali anunció pesquisas para establecer lo sucedido.
Mientras tanto, el noticiero de Puerto Tejada mostró el velorio de Anderson Arboleda y la manera en que la ciudadanía se volcó a las calles, sin importar la cuarentena, a clamar justicia. En medio de ellos, sus familiares dieron más detalles respecto a lo que aparentemente sucedió. Claudia Arboleda, madre de Anderson Arboleda, aseguró que el 19 de mayo pasado él iba a llegando a la casa a eso de las 10 y 30 de la noche. De inmediato, fue abordado por dos policías que le reclamaron por violar la cuarentena decretada en el marco del coronavirus. Según dijo su madre, él les dijo que ya mismo entraría a casa, que tan solo aguardaría a que le abrieran la puerta. Los dos policías, asegura Claudia Arboleda, no entendieron razones y le empezaron a pegar bolillazos, algunos de ellos en la cabeza. “Lo llevé primero a la estación de policía para que vieran que yo había ido. Él estaba consciente. Y el comandante de la estación de policía me dijo que se la hacía muy raro porque sus policías eran muy decentes. Nos fuimos a la casa y él se acostó, pero se empezó a poner mal”, aseguró. María Lady Montaño, una de sus tías, dijo, por su parte, que uno de los policías le daba bolillo, cinco le contó, y otro le daba cachetadas alardeando de que a ellos se les hacía caso. “Mi sobrino fue víctima de los golpes, de los bolillazos que le dieron. No agredan a los muchachos, no los atropellen. Él tenía hermanos, madre, quería sacarlos adelante”, aseguró.
Otra de sus tías, identificada como Miriam, indicó que el joven "no tenía ni siquiera antecedentes. Ellos llegaron fue a pegarle sin esperar que le abrieran la puerta. Trabajaba independiente, él era soldado, estaba prestando servicio militar y le faltaban dos meses para terminar. No hay por qué utilizar tanta violencia con los muchachos. Más tolerancia, no más violencia, no queremos más madres enterrando a sus hijos, como nos está pasando a nosotros. Un muchacho que no se metía con nadie, es inaudito”. Las pesquisas siguen abiertas.