Con el lanzamiento de una estrategia nacional, el Gobierno apunta a prevenir y erradicar el maltrato hacia los menores de edad, castigos físicos que han sido parte de la tradición colombiana por muchos años, como pegarles a los hijos con chanclas, cinturones –en algunas regiones utilizan los mismos rejos con los que controlan a los animales– para ajuiciarlos.
La iniciativa del Gobierno, dirigida por la primera dama, María Juliana Ruiz, quien fue la que firmó la normativa, está enmarcada bajo la iniciativa de “prevención y pedagogía” de los castigos físicos, los tratos crueles, humillantes o degradantes contra niñas, niños y adolescentes, para así proteger los derechos de la niñez y la adolescencia en el país.
“Este es el resultado de tres años de trabajo bajo una visión muy concreta, que es la protección de la niñez en Colombia, una visión y una decisión de Gobierno, del presidente de la República, de la cual estoy segura que motiva el hecho de ser padre”, fueron las palabras de Ruiz en medio de la firma de la estrategia, haciendo referencia al rol que estaría cumpliendo como primera dama.
Es importante resaltar que esta estrategia fue construida a partir de la Ley 2089 de 2021, por la cual se prohíbe el uso del castigo físico y los tratos crueles, humillantes o degradantes para esta población en el país. Así entonces, la administración actual estaría apuntado a cumplir el Plan Nacional de Desarrollo 2018-2022, diseñado para la Presidencia de Iván Duque.
Entre tanto, esta iniciativa tendría un documento y un plan de acción, en los que también se establecen los aportes e insumos para los actores involucrados. Además, ordena los compromisos del país en cuatro componentes: el fortalecimiento de capacidades y habilidades, la movilización social, la participación y la gestión del conocimiento. Se anunció que esta última será implementada en los territorios reconociendo sus particularidades o diferencias sociales y culturales, un punto muy importante si se tiene en cuenta las diferencias tradicionales, históricas e incluso étnicas con las que cuenta el país.
En medio de la firma de la estrategia, la primera dama habló sobre la importancia que tenía la prevención para la violencia dirigida a los niños, resaltando así que esta está basada en las distintas culturas, para garantizar una acción clara en beneficio de los menores de edad.
“Desde los territorios nos esforzamos por entender la idiosincrasia, por entender las distintas culturas, involucrar los distintos mecanismos que utilizamos como padres, como docentes y como sociedad, para ser interlocutores de los más chiquitos, y el resultado ha sido considerarnos parte esencial de todos esos niños de nuestro país y entender que como sociedad somos garantes de esos derechos de los niños”, expresó Ruiz.
Las cifras sobre violencia dirigida a los menores de edad estuvo a cargo de Carolina Salgado, quien actualmente funge como consejera presidencial para la niñez y la adolescencia. En su exposición explicó que “los resultados de la primera Encuesta Nacional contra la Violencia hacia Niñas, Niños y Adolescentes reflejaron que el 41 % de los encuestados habían sufrido algún tipo de violencia antes de los 18 años, y que el 70 % de las violencias se habían presentado en el entorno hogar”, porcentajes que reflejan el alto número de niños que viven situaciones de vulnerabilidad en sus propios hogares.
En el acto también estuvo presente la directora del Instituto Colombiano del Bienestar Familiar (ICBF), Lina Arbeláez, quien habló a cerca de las consecuencias de la violencia en la población afectada, haciendo también un llamado para que se eliminaran las prácticas violentas.
“La violencia contra niñas, niños y adolescentes tiene consecuencias negativas en su desarrollo motor, cognitivo y emocional, generando también enfermedades como el estrés, incrementando la deserción escolar y aumentando las posibilidades del consumo de sustancia psicoactivas. Es hora de cambiar y de desnaturalizar normas, conductas y valores que vulneran los derechos de la niñez y la adolescencia, y fomentar la crianza amorosa como la principal herramienta para enseñar y aprender”, aseguró Arbeláez.