Las sospechas se han despertado a raíz de varias movidas en el sector salud. En las últimas semanas, el Gobierno ha informado que invertirá en proyectos para producir fármacos a nivel nacional de la mano de instituciones educativas como la Universidad de Antioquia o entidades territoriales como la Alcaldía de Bogotá, que esta semana anunció una iniciativa para fabricar vacunas contra el covid-19, el neumococo y la influenza.
Además, el Estado colombiano ha aumentado su participación en distintos eslabones del mercado de medicinas. Con la compra de Drogas La Rebaja, por ejemplo, habrá una fuerte influencia pública en la distribución de productos farmacéuticos en el país.
“¿Cómo puede competir la industria privada si el Gobierno tiene una fabricación, una distribución y una venta propia de medicamentos?”, se preguntó una fuente de la industria farmacéutica. “¿La compra de Drogas La Rebaja sería el primer paso para adquirir el modelo de Cuba en Colombia?”, agregó.
SEMANA se comunicó con el Invima y con el Ministerio de Salud para aclarar cuáles serían las prioridades del Gobierno en materia farmacéutica, pero no hubo respuesta.
Lo cierto es que, en materia sanitaria, Colombia sí ha empezado a estrechar lazos con Cuba. De hecho, SEMANA conoció que en febrero de este año (ver imagen anexa) citaron a varios actores del sector farmacéutico para reunirse con el ministro de Comercio Exterior de Cuba, Rodrigo Malmierca. Al encuentro también asistieron representantes de BioCubaFarma, una empresa estatal cubana de biotecnología.
Durante la reunión, los empresarios colombianos recibieron información sobre las posibilidades de negocios que tenían con Cuba. “Que los productos fabricados en Colombia puedan ser registrados ante la autoridad sanitaria de Cuba y comercializados en ese país es buenísimo”, dijo la fuente que asistió a la reunión. Pero advirtió que les preocupa que ese sea otro paso para acercarse al modelo de Cuba. “El Gobierno cubano claramente nos manifestó que está interesado en adquirir laboratorios y comercializadoras en Colombia”, concluyó la fuente.
Uno de los aspectos que genera inquietud es que la industria de medicamentos de Cuba no se ha visto exenta de problemas de abastecimiento. El año pasado, el Gobierno de la isla reconoció que había tenido problemas de escasez en por lo menos 12 tipos de medicamentos esenciales para los pacientes.
Pese a todo, el Gobierno colombiano ha insistido en acercar su sector salud al de Cuba. Muestra de ello es que en enero de este año las autoridades cubanas autorizaron al sistema de inspección oficial de Colombia para la exportación de carne bovina. Además, desde hace varios meses el Invima impulsa un proyecto multilateral que podría cambiar la regulación de fármacos en la región. Busca crear una Agencia Latinoamericana de Medicamentos, una idea que está cocinando junto a los Gobiernos de Cuba y México. El objetivo es emular otros organismos sanitarios similares, como la Agencia Europea de Medicamentos (EMA, por su sigla en inglés).
Para Julio César Aldana, quien fue director del Invima entre 2018 y el 2022, esta propuesta requiere que las autoridades resuelvan algunos asuntos pendientes. “Creo que lo primero que nosotros tenemos que establecer en el país son unas reglas de juego claras, que de la mano del Ministerio de Salud se puedan definir claramente unas normas acordes al estado de la industria farmacéutica y de los dispositivos médicos”, sostuvo Aldana. Y añadió que en estos mercados se presentan múltiples avances científicos, por lo cual las políticas deben adaptarse a los cambios constantes de la industria.
El exdirector del Invima también dijo que está de acuerdo con que Colombia fortalezca sus capacidades para fabricar medicinas nacionales. “Existen vacunas para enfermedades tropicales que no les interesan a las grandes compañías, porque no son significativas para ellas. Por esa razón, la soberanía sanitaria es necesaria y parte de ella pasa porque se puedan producir estos medicamentos”, concluyó Aldana.