“Muchos soldados siguen en condiciones deplorables. Pido a las fuerzas del cosmos para que tengamos una sociedad más justa”. De esta manera inició su intervención ante la Jurisdicción Especial para la Paz el teniente (r) Raimundo Malagón, en medio de la audiencia de reconocimiento del caso 01 o secuestro.
Se trata de una de las citas más importantes desde la creación de la justicia transicional tras el acuerdo de paz en La Habana. Allí Malagón, célebre por su histórica liberación en la Operación Jaque, fue crítico del perdón que buscan los miembros de las Farc amparados en esa negociación.
“Quiera Dios que estos esfuerzos y estos sapos, después del Habanazo y la papeleta del No, que nos tuvimos que tragar, que sea para bien de nuestra patria colombiana. Que tengamos un futuro mejor para nuestras generaciones y que el secuestro junto a todos hechos deleznables no se repitan en nuestro país. Hubo un tema importante... la perfidia. No se ha tipificado. El uso del uniforme de prendas militares para fines propios de la organización de las Farc, como el secuestro de los diputados del Valle o como cuando usaron el uniforme en el edificio Miraflores en Neiva”, dijo Malagón.
Acto seguido, dijo no tener más rencor en su corazón. Tras una leve pausa, dijo que lo que queda es tener resiliencia para perdonar a los victimarios.
Malagón reconoció que la JEP ha venido organizando de manera efectiva las audiencias y que no se han sentido de ninguna manera revictimizadas, sin embargo, ha sido uno de los más críticos respecto a los constantes aplazamientos que tuvo esta cita tan importante.
“El bien más preciado para el hombre, como decía Cervantes, es la libertad. Y fue arrebatada, no solamente para los soldados, policías y políticos sino para un gran cúmulo de la sociedad colombiana. Todos recordamos las pescas milagrosas, los secuestros selectivos, etc. Pensé mucho para venir acá, pero este es un compromiso con la historia, no asistir sería como dejar una página en blanco. Estamos como representación de más de 403.000 víctimas de las fuerzas militares, cifras grandísimas. Más de 2200 secuestros hubo por parte de las Farc, solamente de soldados y policías”, dijo el teniente (r) Raimundo Malagón.
Audiencia clave
Durante este 21, 22 y 23 de junio Rodrigo Londoño Echeverry, Pablo Catatumbo Torres Victoria, pastor Lisandro Alape Lascarro, Milton de Jesús Toncel, Jaime Alberto Parra, Julián Gallo Cubillos y Rodrigo Granda Escobar deben pasar del reconocimiento escrito, que presentaron en abril de 2021, al reconocimiento público de los hechos y conductas que halló la JEP cuando les imputó cargos al presentar la radiografía más completa que hoy conoce el país sobre esta política criminal.
Los hallazgos de la investigación indican, por ejemplo, que las órdenes de secuestro se orientaron de forma generalizada a personas de todos los estratos sociales y en la práctica no distinguieron territorios, condiciones de género, edad o vulnerabilidad especial. El trato dado a los secuestrados quedaba a discreción de la guardia y el comandante de turno, y las víctimas han reportado casos graves de torturas, tratos crueles, violencia sexual y desplazamiento forzado durante el secuestro.
Según la JEP, el antiguo Secretariado de las Farc fue imputado por dar las órdenes que resultaron en crímenes de lesa humanidad de privaciones graves de la libertad y crímenes de guerra de toma de rehenes, y por los asesinatos y desapariciones forzadas que resultaron de estos. Pero también fue imputado por responsabilidad de mando por otros crímenes de lesa humanidad y guerra cometidos por sus subalternos durante los secuestros, como torturas, tratos crueles, violencia sexual, desplazamiento forzado y esclavitud.