Este lunes, el gobierno colombiano anunció el reconocimiento más alto de honor civil, “la Orden de San Carlos”, para el reverendo Jesse L. Jackson Sr., pastor bautista, político y activista, quien ha dedicado su vida por los derechos civiles de las comunidades. Para el gobierno nacional, esta condecoración se concede a colombianos y extranjeros, civiles o militares, que hubieren prestado destacados servicios a la nación, especialmente en el campo de las relaciones internacionales, merecedores a esta alta distinción, a juicio del Gobierno.
Luis Gilberto Murillo, Embajador de Colombia en los Estados Unidos, afirmó: “En nombre de Colombia y del presidente Gustavo Petro, como el primer embajador afrocolombiano en los Estados Unidos, me siento profundamente honrado de presentar al Rev. Jackson la más alta distinción de Colombia, la Orden de San Carlos, en reconocimiento a su excepcional contribución al avance de nuestra nación”.
Asimismo, Murillo llenó de elogios a Jackson: “El avance de Colombia hacia la equidad y la representación de los afrocolombianos no habría sido posible sin la invaluable contribución del Rev. Jesse L. Jackson, Sr. Además de ser uno de los afroamericanos más influyentes del siglo XX, el Rev. Jackson ocupa un lugar especial en el corazón de los colombianos, especialmente de los afrocolombianos, lo consideramos un colombiano de corazón. Su trabajo en nuestro país hizo realidad lo que alguna vez se creyó imposible”, puntualizó el embajador.
El Rev. Jackson expresó su felicidad tras anunciarse la condecoración que recibirá : “Me siento profundamente honrado y emocionado de recibir este prestigioso reconocimiento de Colombia, un país que tiene un lugar muy especial en mi corazón”.
“Reconozco plenamente la dignidad de la Orden de San Carlos, este reconocimiento es uno de los más especiales que he recibido por mi profunda admiración al valiente liderazgo de Colombia en la lucha contra la pobreza, la promoción de la paz, la promoción de la diversidad y la tolerancia racial. Estos son valores que comparto con todos los colombianos”.
La historia de Jesse inició de la mano con Martin Luther King, ya que desde su época estudiantil se convirtió en colaborador de tan importante ministro y activista para la historia de Estados Unidos. En el año de 1966, se convirtió en profesor por el Seminario de Teología de Chicago y dirigió en esta ciudad la Conferencia de líderes cristianos del Sur. Y en 1968 fue nombrado ministro bautista; en 1971, fundó la Operación PUSH (Pueblo Unido para Salvar la Humanidad).
En 1984, Jackson se destacó por su papel en la liberación de 26 prisioneros cubanos, quienes en su mayoría decidieron exiliarse en Estados Unidos. Además, contribuyó a establecer una nueva fase en las relaciones entre las iglesias y el gobierno comunista de Cuba.
Jesse siempre se mostró muy cerca de Colombia, visitó reiteradas veces el país para participar en las Cumbre de Mandatarios Afro, que se han desarrollado en Cartagena y Cali, principalmente. Asimismo, siempre se mostró a favor del acuerdo de paz que se firmó con las FARC en 2016. Además, describe al país como una potencia para Latinoamérica, un país multicultural que tiene petróleo, minerales, gente brillante y trabajadora; como un gran lugar para vivir y hacer un proyecto de vida.
Por último, agradeció al mandatorio colombiano por tal distinción: “Agradezco al presidente Gustavo Petro, a la vicepresidenta Francia Márquez, al embajador Luis Gilberto Murillo y a todos los que hicieron posible este honor”. La ceremonia de entrega tuvo lugar en Chicago, durante la Convención Anual del Rainbow Push Coalition.