Al momento de su captura y frente a las cámaras, John Freddy Montoya, quien según la Fiscalía actuaba como jefe de sicarios de la banda ‘Los Flacos‘, mantuvo una actitud risueña, pese a las duras penas que enfrentaría por los delitos de homicidio selectivo, extorsión, desplazamiento forzado y microtráfico que se le pretenden imputar. De interés: Secuestros y delitos inventados en los Gaulas Militares Los hombres del Gaula que participaron en el operativo no entendían el motivo de la risa que desplegaba Montoya. Algunas personas allegadas al hombre respondieron que la explicación podría encontrarse en el hecho de que ya había sido capturados dos veces, en 2011 y 2014, por los cargos de fabricación y tráfico de armas de fuego y municiones y que en ambos casos habría vuelto a delinquir desde el arresto domiciliario al que fue condenado. De acuerdo con el coronel Jorge Eliecer Agudelo del Gaula de la Policía, con todas las comodidades del hogar y desde su residencia, ‘El Flaco‘ al parecer ordenó homicidios, extorsiones y desplazamientos forzados de decenas de personas en los municipios de Cártago y Ansermanuevo (Valle), Montenegro y Quimbaya (Quindío), La Virginia y Puerto Caldas (Risaralda). Dos ciudades del Valle entre las 50 más violentas del mundo En Puerto Caldas, justamente, fue donde, según pruebas recaudadas por la Fiscalía, mandó a ultimar a un comerciante en abril de 2015, por negarse a prestar su finca para el expendio de estupefacientes. En un principio, explica un investigador del caso, Los Flacos comenzaron por exigir una vacuna de 20 mil pesos semanales a esta familia. El esposo se dedicaba a labores de construcción y la mujer atendía una humilde tienda. ‘El Flaco‘, prosigue el agente, les pidió prestada la casa para el almacenamiento de alucinógenos. El no haber aceptado habría motivado la orden de matar al comerciante, lo que devino, además, en el desplazamiento de su hijo y de la viuda del municipio. También te puede interesar: ¿Quién mató a Nacho Londoño? En su mejor momento, John Freddy Montoya llegó a liderar una red de 30 sicarios con los que conformó una alianza con la banda delincuencial de la Cordillera. En su mayoría, se trataba de hombres que lo acompañaron durante su paso por el Bloque Bolivar de las Autodefensas unidas de Colombia (AUC) a las que ingresó en 1997 y que siguieron su caminar por la banda criminal de los Urabeños hasta llegar a afiliarse recientemente al Clan del Golfo. Le puede interesar: Las incompletas respuestas oficiales al escándalo del Gaula Militar Junto con ‘El Flaco‘ fueron detenidos sus lugartenientes John Jairo Gallo Castaño, conocido como ‘Gallo‘, Gustavo Adolfo Rodas Muñoz, alias ‘Gorbi‘ y Luis Carlos Londoño Ramírez, alias ‘Borracho‘. Al momento de su captura, John Freddy Montoya no se encontraba en su casa, pese a su orden de arresto domiciliario. Fue una fuente humana la que permitió su localización y detención en el barrio el Acuario de Pereira, donde se grabaron los videos en los que se le ve sonreír al jefe de ‘Los Flacos‘, esa banda que aterrorizó la zona del Norte del Valle, Risaralda y el Quindío durante años. Recomendamos: Neoparamilitarismo: un monstruo de mil cabezas