Uno de los principales efectos de la detención domiciliaria del expresidente y senador Álvaro Uribe Vélez se verá en su partido, el Centro Democrático. Cuando se fundó dicho movimiento, quedó claro que se trataría de una organización política basada en los idearios y el legado de los dos gobiernos de Uribe. Por esa razón, la detención de su máximo líder, deja al CD en una profunda crisis. En primer lugar, lo más probable es que las prioridades del movimiento, relacionadas con la agenda legislativa del presidente Iván Duque, cambien abruptamente y estén de lleno en lo que será a partir de ahora el proceso de Uribe en la Corte, por posible manipulación de testigos. En segundo lugar, el Centro Democrático no tiene una figura del peso de Uribe, que sirva para reemplazarlo mientras cumple con la medida preventiva impuesta por los magistrados. Aún es incierto quién puede tomar la batuta en el partido de Gobierno, con el fin de hacerle frente a esta difícil coyuntura. Esa falta de liderazgos y de relevo generacional es uno de los principales problemas del partido, que ha girado principalmente en la influencia y el peso político de Uribe, considerado el político de mayor relevancia de los últimos 20 años en la política colombiana. La estrategia del Centro Democrático puede apuntar a dos objetivos: se va a profundizar la polarización entre los que defienden y cuestionan el acuerdo de paz con las Farc, pues el uribismo ya está promoviendo la tesis de que es inaceptable que Uribe esté con detención domiciliaria, y los líderes de las Farc libres y sesionando en el Congreso. La senadora Paloma Valencia, de hecho, así lo señaló: “Estamos viendo ante nuestros ojos una terrible injusticia; Uribe es inocente. La izquierda sigue destruyendo a Colombia. No cesaremos hasta que Colombia pueda ver justicia justa”.
“Los guerrilleros impunes en el Congreso y Uribe preso. Esta es Colombia, en la que no hay misericordia para quienes defienden la patria y en cambio si hay clemencia para quienes la destrozan”, agregó la senadora María Fernanda Cabal. La senadora María del Rosario Guerra dijo que el Centro Democrático sigue en pie a pesar de esta decisión contra su líder innato. Dice que desde que se creó el partido hace unos años se estableció que sería una bancada de permanencia más allá de las figuras personales. Además, Guerra agrega que confía en que el expresidente saldrá adelante y que los seguirá guiando en este camino político como colectividad. “Este partido puede que lo intenten doblar pero no lo quiebran”, dijo. El representante Edward Rodríguez también se ha pronunciado al respecto y ha dicho que aún quedan otras instancias en las que Uribe buscará que fallen a su favor, pero reconoce que no podrá continuar ocupando su curul en el Congreso.
Precisamente este es otro factor que ha inquietado y que genera duda y es lo que pueda pasar con su curul. En este sentido, Uribe aún continúa siendo senador, sin embargo no podrá ocupar el cargo por una falta temporal, pero tampoco podrá ser reemplazado a menos de que se retire de forma voluntaria ni se podrá aplicar la ‘silla vacía‘ porque esta no es causal de los delitos que se le presumen. El camino que ahora tiene el Centro Democrático sin su máximo líder en el Congreso es, por el momento, seguir las batallas con los más de 100 proyectos presentados y continuar su legado y sus ideas sin su presencia, mientras la Corte dicta sentencia. Por otro lado, el uribismo sigue siendo un movimiento político fuerte y no se puede olvidar que el presidente Iván Duque llegó a la Casa de Nariño por este partido, por lo que aún continúan figuras importantes del uribismo en el poder que pueden seguir más allá de Uribe.