“Sí, es cierto. El mismo indígena que los encontró nos llamó para darnos la buena noticia (...) Sentimos una alegría inmensa”. Así le relató a SEMANA el tío de los niños desaparecidos en el Guaviare el milagro de que este viernes los encontraron con vida.
Con voz entrecortada, Fidencio, el tío de los menores, confirmó que quien encontró a los niños llamó directamente a sus familiares para contarles la noticia. En la selva con esperanza y por un milagro de Dios, según dijo, era el único camino para encontrarlos con vida.
“Nos dijeron vivos y sanos los cuatro, los están trayendo. Quien los encontró fue una persona que desde el principio los buscó y nunca se rindió”, añadió el tío.
En medio de su emoción, el hombre aprovechó para agradecer a todos los que participaron en la búsqueda de los menores, en especial a Dios.
“Gracias a Dios, al presidente de la República, al coronel, al general que estuvo muy al frente de esto. Esto es un milagro de Dios, la fe mueve montañas, esa era la esperanza, nunca perdí la esperanza”, reiteró en varias ocasiones en la llamada con este medio de comunicación.
Ahora el tío de los menores espera verlos pronto y tener un reencuentro familiar lleno de amor y con la alegría que no podía contener.
“Quiero verlos con alegría, paz, tranquilidad, desahogo. Quiero que los medios digan la verdad de como fueron las cosas, de lo que se vivió”, terminó puntualizando.
Para Fidencio es muy importante también reconocer la labor de las comunidades indígenas que han vivido en la selva todos estos días buscando a los menores de edad junto con las Fuerzas Militares que desde hace un mes se internaron en la selva.
Desde del Instituto Colombiano del Bienestar Familiar indicaron a SEMANA también que esta hora la directora general Astrid Cáceres se desplaza desde el departamento de La Guajira al aeropuerto Simón Bolívar de Santa Marta, con el objetivo de llegar lo más pronto posible a San José del Guaviare para verificar de primera mano el estado de los niños.
Cómo sobrevivieron los niños en la selva es una verdadera pregunta sin respuesta, pero las Fuerzas Militares ya daban pistas que mantuvieron viva la esperanza de encontrarlos.
Quizá la prueba más grande fueron los frutos silvestres, maracuyás partidas que encontraron, al parecer que habían consumido días antes los menores. El 15 de mayo, el mismo Ejército Nacional y un grupo de 8 indígenas que apoyaron en ese momento la búsqueda revelaron que encontraron el biberón del bebé. Ese bebé que al momento de su desaparición tenía 11 meses y en medio de la desaparición cumplió un año de vida.
El miércoles 17 de mayo en la mañana las autoridades informaron que tenían nuevas pistas que aumentaban la esperanza de encontrar a los menores con vida y cerca de las 4:30 de la tarde aproximadamente surgió la noticia de que fueron hallados, pero todo se habría tratado de una falsa alarma que incluso se había confirmado desde la cuenta de Twitter del presidente de la República.
Las huellas en el lodo húmedo de la selva siguieron apareciendo y el brigadier general Pedro Sánchez, oficial del Ejército que lidera el operativo de búsqueda y rescate del Comando Conjunto de Operaciones Especiales había dicho precisamente hace unos días que aunque las esperanzas para hallar con vida a los niños se mantenían vivas, se contemplaba la idea de detener la búsqueda.
Lo cierto es que en medio de la intensa lluvia de la selva los menores encontraron mecanismos de supervivencia o bien se los idearon; las pistas de ello fue un paquete de moñas de cabello y hasta una tijera hallada también en la zona.