El título de la primera B con el Envigado (2007), que conquistó con apenas 16 años, fue el primero de los 24 que alcanzaría el futbolista colombiano más veces campeón de todos los tiempos y uno de los que ha llegado más alto a nivel mundial. James Rodríguez tocó la gloria en Argentina, con el modesto Banfield. Se hizo ídolo en el Porto donde lo ganó todo, incluida una Europa League.
Se convirtió en el jugador más joven en defender la camiseta de la selección Colombia en un mundial, y el único en marcar seis goles y salir goleador, como lo hizo en Brasil 2014. También, el único colombiano que sabe lo que es levantar el trofeo de la liga de España (dos veces), la supercopa de España, la Champions League (dos), la supercopa de Europa y el mundial de clubes (dos), y nada menos que con la camiseta del Real Madrid, y en dos temporadas con el 10 en su dorsal.
Dos Bundesliga y dos supercopas de Alemania con el Bayern Múnich hacen imposible igualar un palmarés que pocos jugadores en Suramérica pueden presumir, salvo Messi, Ronaldo o Ronaldinho. El pasado jueves, tras un año discreto con el Everton de Inglaterra, la que muchos consideran la mejor liga del mundo, James Rodríguez fue presentado por el octavo club de su carrera, el Al Rayyan de Catar. Con solo 30 años, muchos dieron por concluida su historia.
“Aquí termina su carrera como futbolista y empieza su etapa como empresario. Tenía casi todo para ser leyenda y marcar época, pero decidió mal y le faltó voluntad. Su entorno tampoco le ayudó. Enorme pena por tanto talento desperdiciado”, sentenció el español MisterChip.
Pero James, en su primera conferencia de prensa en Al Rayyan, pareció responder a quienes lo dieron por acabado tras firmar un contrato por tres años. “Aquí no he venido para estar tranquilo sino para poder ganar y ganar títulos”.
Un axioma que se asocia a un jugador que va a ligas como la China, la de Japón o las de los países árabes es que lo hace para exprimir los últimos minutos de su carrera y ganar petrodólares. En el caso del colombiano, la ‘Qatar Star’ fue la única liga capaz de asumir el costo de su fichaje, y el único destino donde podía jugar fútbol cada fin de semana, porque esa pesadilla llamada Rafa Benítez no se lo iba a permitir. Pasar de la Champions League a la Champions de Asia también es cosecha de lo que el propio jugador sembró.
Constantes lesiones, diferencias con sus técnicos (salvo Carlo Ancelotti), vida nocturna, romances, fiestas en yates, fotos fumando, y más tiempo de lo debido en Twitch. James ya no era el mismo profesional que ilusionó a Florentino Pérez como sucesor de Cristiano Ronaldo en el Madrid. “Hace mucho tiempo que no podía jugar mucho y aquí lo voy a hacer con la ayuda de todos, con la del técnico, y espero hacer cosas buenas. Ha sido muy duro para mí”, reconoció el volante colombiano.
Destino Catar
“La liga es de menor nivel, pero James necesita jugar y sentir incluso la adrenalina de la competencia”, le dijo a SEMANA Ricardo el ‘Gato’ Pérez, primer colombiano en lucir los colores del Al Rayyan, en el año 2002.Es el segundo grande de Catar, equipo que se trazó el objetivo de plantarle cara al Al-Sadd Sports Club que dirige el exfutbolista español Xavi Hernández, quien suena para dirigir el Barcelona. James se pondrá la 10, competirá entre septiembre y mayo en un sistema todos contra todos y partidos de ida y vuelta, como en Europa, salvo que apenas son 12 los equipos en contienda.
“Al Rayyan siempre pelea el título, va a la Champions de Asia y tiene la economía para llevar grandes jugadores y hacer la liga vistosa”, explicó a SEMANA Carlos Preciado, quien jugó en el Al-Sailiya SC (2016) y Al-Shamal SC (2018). “Uno cree que es fácil, pero el fútbol en Catar es muy rápido. Contratan muchos jugadores brasileños que hacen la liga más competitiva, van muchos jugadores estrellas. A mí me tocó enfrentar a Xavi Hernández. Perú tiene dos jugadores allá y son titulares en la selección, como Carrillo”.
En Catar, donde James aspira a jugar el mundial con la selección Colombia, tendrá que adaptarse a condiciones muy diferentes a las europeas. El jugador colombiano no se ha llevado bien con el clima ni el idioma en los destinos donde ha jugado, circunstancias que pueden suponer un obstáculo. “No es fácil por el idioma y el intenso calor. Ojalá su familia lo acompañe para que se adapte a la vida, es muy diferente y a veces se torna aburrida porque no se hace nada más que jugar y entrenar”, recuerda el Gato Pérez
.James ganará unos 233.000 euros a la semana, un millón al mes y 12 millones por cada uno de los tres años de contrato en el fútbol catarí, según reveló la prensa inglesa. Para muchos detractores del futbolista, esto supone su jubilación.
Harrison Otálvaro, quien jugó para el Al-Shamal (2016), considera que a James no lo movió el dinero ni se le ha acabado el fútbol, por lo que está convencido de que regresará a las ligas de Europa. “Es una figura internacional. Cuando estuve en Catar, James era un referente. Hay que estar bien rodeado, llevarse personas cercanas para incluso tener algo tan simple como una conversación”, sugirió el actual jugador del Once Caldas, en diálogo con SEMANA.
Charles Monsalvo, quien militó en Al-Kharitiyath Sports Club (2019), también respalda la decisión de James de jugar en Catar. “El fútbol es muy físico y rápido, y con esa calidad que tiene le irá súper bien. James busca continuidad y alcanzar un buen nivel para volver a la selección, allá los encontrará”, dijo. Sin embargo, muchos creen que por jugar en una liga tan exótica, James desaparecerá del radar de la selección.
Macnelly Torres, figura en la eliminatoria a Brasil 2014, se fue a jugar a Arabia y quedó fuera de los convocados a ese mundial. Cree que a James no le pasará lo mismo. “Si trajeron a Quintero desde China, no habrá problema con traer a James desde Catar. La prensa ha vendido la idea de que esas ligas son para finalizar la carrera, pero muy poca gente se pone a mirar los partidos”, dijo a SEMANA quien fuera campeón de la Libertadores con Atlético Nacional (2016).
Franco Arizala, que jugó con el Al-Arabi (2018), cree que en Catar James volverá a ser feliz. “Ojalá pueda callarle la boca a mucha gente, porque calidad tiene y no le tiene que demostrar nada a nadie. Cuando James está feliz todo es diferente”, señaló el actual atacante del Pereira.
¿Que el palmarés de James llegó a su fin? Nadie lo sabe. Lo que sí está claro es que, a sus 30 años, tiene nuevos retos: la liga, la champions de Asia, y la posibilidad de disputar el tercer mundial de su carrera, certamen que alguna vez lo llevó a la cima del fútbol global. ¿Por qué no despedirse jugando seis partidos con la selección en los estadios de Catar?