Un pensionado y dos guardianes del Inpec son las nuevas víctimas del ‘Mago’, el escuadrón de asesinos que les declaró la guerra a los funcionarios del Inpec y que, por su cuenta, solo este año van cuatro ataques sicariales, en el municipio de Tuluá.
Justamente esa dramática situación es la que tiene en alerta a los funcionarios y a los principales representantes de sindicatos en el Inpec que piden, con urgencia, medidas para garantizar la seguridad de los funcionarios que luego de terminar los turnos de trabajo deben desplazarse por los municipios.
El reclamo que hacen los funcionarios advierte que los problemas de derechos humanos en las cárceles deben incluir lo que está pasando fuera de ellas. La garantía de seguridad para quienes se encargan de la custodia en los centros de reclusión, los mismos que quedaron en la mira de los criminales.
“Hacemos un llamado a la Gobernación del Valle, al Gobierno nacional, a los alcaldes de esos municipios que saben cuál es la violencia que se está generando en contra de los funcionarios del Inpec y no están prestando su apoyo en inmediaciones a la cárcel. Es imposible que ya en este año son cuatro atentados sicariales en contra de funcionarios del Inpec”, explicó Óscar Robayo, presidente de Unión de Trabajadores Penitenciarios (UTP).
Este martes otro funcionario del Inpec fue víctima de un ataque sicarial cuando llegaba a la cárcel de Tuluá. Se trata de Romo Leider, un guardián que, según Robayo, terminó en la lista de criminales del grupo conocido como ‘Mago’, los mismos que se atribuyen, sin tapujos, los asesinatos de guardianes, principalmente en el municipio de Tuluá.
“Son cuatro dragoneantes y un sinnúmero de atentados en diferentes partes del país. Hacemos un llamado al Gobierno nacional para que nos presten las medidas necesarias y para poder cumplir con nuestra función, porque es evidente que no es por violación de Derechos Humanos en los establecimientos carcelarios, sino una violencia sistemática contra nosotros los funcionarios del Inpec”, dijo Robayo.
La Fiscalía adelanta tres investigaciones para determinar la responsabilidad de los asesinatos de guardianes del Inpec y que estarían relacionados con este comando asesino que, incluso, se atreve amenazar de frente al director del Instituto a través de un desayuno bomba y una carta en la que le advierten que pueden llegar a su casa.
“Estamos en las manos de Dios, nos movemos en moto, pedimos, rogamos por protección para cumplir con el trabajo, pero mientras el Inpec nos pide remitirnos a la UNP, allá se cumplen los trámites, nos dan un documento que confirma el alto nivel de riesgo, y la solución es un chaleco y un celular”, explicaron los guardianes amenazados.
Este mismo martes la Fiscalía aseguró que se adelantan los actos urgentes tras el asesinato del Guardián en el municipio de Tuluá y que estarán en coordinación con las autoridades del municipio para atender los requerimientos en materia de investigación por los hechos criminales que dejan como víctimas a los funcionarios del Inpec.