Kevin Scott Sutay, un soldado retirado de la infantería de marina estadounidense que, en los años 2010 y 2011, fue enviado a la guerra de Afganistán, está secuestrado por las FARC desde el pasado 20 de junio. La guerrilla impidió que Sutay cumpliera su meta: viajar por América Latina y así poner a prueba la capacidad de supervivencia adquirida como soldado norteamericano. Terco, Sutay escuchó las advertencias de la Policía, pero, aún así, decidió recorrer el camino que une los municipios San José del Guaviare (Guaviare) y Puerto Inírida (Guainía). "Se le advirtió que era una zona muy peligrosa, que había mucho delincuente y que podía ser objeto de un secuestro por su condición de norteamericano. Se le sugirió que fuera por vía aérea hasta Puerto Inírida y él insistió en seguir caminando por allá", relató el director del grupo de antisecuestro y antiextorsión de la Policía (Gaula), general Humberto Guatibonza. Incluso, un teniente del Gaula intentó disuadir a Sutay, pero al no conseguirlo, le pidió firmar un acta de responsabilidad por lo que le pudiera pasar en la desafiante ruta. El documento fue firmado por Sutay, así lo confirmó Guatibonza. "Se hizo un acta en la que él dejó su huella", aclaró. Sutay llegó a Bogotá el 8 de junio y el 11 del mismo ya se encontraba en San José del Guaviare. Un mes después de ser plagiado, las FARC emitieron un comunicado en el que aclaran que lo secuestraron en la zona rural de El Retorno. En la misiva, la guerrilla ofreció al gobierno liberar al extranjero como un "gesto" dentro de las conversaciones de paz que avanzan en Cuba. "A pesar del derecho que nos asiste para mantener al soldado Kevin Scott como prisionero de guerra, hemos tomado la decisión política de liberarlo como un gesto que se enmarca dentro del ambiente de las conversaciones que se adelantan en La Habana con el Gobierno", puntualizaron las FARC. Según los datos aportados por las FARC, Sutay es oriundo de Nueva York y antes de llegar a Colombia, pasó por México, Honduras, Costa Rica, Nicaragua y Panamá. Basada en el pasaporte -expedido el 3 de febrero del 2012- y en los testimonios del secuestrado, la guerrilla precisó que Sutay sirvió a la Armada estadounidense entre el 17 de noviembre del 2009 y el 22 de marzo del 2013. En ese tiempo, según las FARC, participó en la guerra de Afganistán en los años 2010 y 2011, en la que se desempeñó como experto antiexplosivos y especialista en desminados, durante su pertenencia a la compañía 541 ST del batallón 54 TN de ingeniería. Las FARC explicaron que Sutay quería llegar a San José del Guaviare para visitar la "sede de la base militar del Barrancón, donde se conoce, de tiempo atrás, sobre la presencia de militares norteamericanos". En ese momento y a juicio de las FARC, "la captura del soldado Kevin pone de manifiesto la activa participación sobre el terreno, de militares y mercenarios norteamericanos en operaciones de contra insurgencia". En las últimas horas, Estados Unidos dijo que está preocupado por el bienestar del exmilitar, y en ese sentido, trabaja con el gobierno de Colombia para obtener más información sobre el caso. "Estamos al tanto de los informes de que un ciudadano estadounidense ha sido secuestrado por las FARC. Seguimos preocupados por la seguridad y el bienestar del individuo", señaló a los periodistas la portavoz del Departamento de Estado, Jen Psaki. "Estamos trabajando con las autoridades colombianas para conseguir más información, pero desafortunadamente no tenemos más datos por ahora", añadió Psaki. Por su parte, el embajador de Estados Unidos en Colombia, Michael McKinley, exigió que las FARC liberen "lo más pronto posible" al exmilitar, sobre quien dijo: "Es un ciudadano privado que nada tiene que ver con el conflicto (...) Un marino ya jubilado de nuestras Fuerzas Armadas. Lo que tengo entendido es que emprendía un viaje de ciudadano privado a través de América Latina", lo que le aleja de "la misión militar (estadounidense) dentro de Colombia". "Estamos investigando las circunstancias en las que ocurrió el secuestro", agregó el diplomático. El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) y la exsenadora liberal y mediadora ante las FARC en decenas de liberaciones, Piedad Córdoba, han expresado su voluntad de participar en un eventual operativo, en el que, por petición de la guerrilla, participaría un delegado de la organización católica laica Comunidad de San Egidio.