Luego de más de un mes de investigaciones, la Policía logró ubicar al presunto responsable de la violenta patada contra una integrante del Esmad.

En la imagen que se hizo viral en las redes sociales se aprecia cuando Salas va caminando con otros integrantes del Esmad y de la nada aparece un hombre corriendo y aprovechando que los uniformados le están dando la espalda, la ataca con una violenta patada voladora.

La mujer cayó al piso inconsciente y fue necesario su traslado inmediato a un centro médico para su valoración; al día siguiente fue dada de alta.

Sobre el agresor, las autoridades iniciaron la respectiva investigación para dar con su paradero. Fue así como, luego de analizar el caso, anunciaron una recompensa de hasta 20 millones de pesos para quien entregara información sobre el encapuchado.

Tras varios trabajos de investigación, la Policía logró identificar al sospechoso. Se trataba de Cristian Camilo Toro Correa, de 22 años, quien no presentaba antecedentes judiciales.

“Los hechos investigados ocurrieron en el sector la Alpujarra de Medellín (Antiquia) durante la jornada de protesta realizada el pasado 20 de julio, cuando un hombre atacó a la patrullera de la Policía Nacional Astrid Carolina Salas Rocha, integrante del Escuadrón Móvil Antidisturbios. La víctima, única mujer de ese grupo de policías que atendía la marcha, fue derribada con un golpe en la espalda que le causó un esguince cervical y le produjo una incapacidad médico legal de 20 días”, indicó la Fiscalía General de la Nación.

Según el ente acusador, “de los elementos materiales probatorios recopilados durante la investigación, la Fiscalía pudo inferir que la agresión de la patrullera habría sido motivada por móviles de intolerancia y discriminación. Toro Correa fue capturado por servidores de la Sijin de la Policía Nacional en el municipio de Bello (Antioquia) y no se allanó a los cargos imputados por un fiscal de la Unidad de Delitos contra la Administración Pública”.

Por este caso la Fiscalía le pidió a un juez de control de garantías que enviara al detenido a un centro carcelario. Luego de analizar la información y las pruebas, el juez acogió la petición de la Fiscalía e impuso medida de aseguramiento en centro carcelario contra Toro Correa.

Sobre este caso, la afectada, es decir, la mujer policía, le envió un mensaje a quien sería su agresor. “Hoy más que nunca me siento orgullosa y motivada de esta bella profesión de ser policía, mi interés no es más que servir a Colombia y garantizar la seguridad de los ciudadanos. Frente a esta persona que como lo pudimos evidenciar en los videos me atacó, solo espero que responda ante la justicia, pero sobre todo que cambie ese pensamiento violento que jamás, jamás lo podrá conducir a nada bueno”.

La agresión contra la uniformada se presentó en medio de la tensión que se estaba viviendo en el país, porque según las autoridades tenían información que para el 20 de julio se iban a realizar actos violentos, que se venían organizando con anterioridad.

Incluso el ministro de Defensa, Diego Molano, y la cúpula militar y de policía en diferentes ciudades realizaron varios consejos de seguridad con las autoridades departamentales.

En las reuniones, se les presentó a los gobernantes locales la información de inteligencia, en la que se advertía que organizaciones al margen de la ley, como las disidencias de las Farc, y el ELN tenían planeado infiltrar las movilizaciones.

Para ello, habían destinado a hombres expertos en estas tareas de los frentes urbanos, para que contribuyeran con logística y recursos para que encapuchados cometieran actos vandálicos y ataques contra la fuerza pública.