Los diálogos de paz entre el Gobierno y la guerrilla del ELN se encuentran congelados, incluso las partes no llegaron a un acuerdo para renovar el cese al fuego que se venció el pasado 3 de agosto y donde la fuerza pública quedó nuevamente autorizada a realizar operaciones ofensivas en contra del grupo armado organizados.
Sobre dicha situación, el ministro de Defensa, Iván Velásquez, dijo que la guerrilla es la que no tienen voluntad para reanudar los diálogos de paz y, por el contrario, el gobierno siempre se ha mantenido dispuesto a avanzar en las conversaciones.
El ministro también indicó que el ELN debe frenar los ataques contra la infraestructura crítica del país, como ocurrió con el reciente atentado al oleoducto Caño Limón Coveñas, en Arauca, en donde la guerrilla generó un grave daño ambiental al atentar contra el tubo que transporta crudo.
“Deben ser ya parados (atentados), no puede continuar (ELN) con actos de esa naturaleza, si se trata de presiones frente a los diálogos ahora congelados, esto de acuerdo con lo que han dicho desde la delegación del Gobierno en la mesa del ELN, es que no ha sido precisamente voluntad del ELN reanudar esos diálogos”, dijo el ministro Velásquez.
Es de recordar que SEMANA reveló recientemente un informe que construyeron hombres de inteligencia de las agencias de seguridad del Estado, construido con base en la información encontrada en computadores, testimonios de capturados, desmovilizados, memorias USB, entre otros, donde se informa que el ELN está planeando ejecutar un acto de terrorismo de grandes magnitudes en medio del proceso de paz que adelanta con el Gobierno.
También se señala en el informe que el ELN busca aprovechar la crisis de los diálogos de paz para fortalecerse militarmente, revivir frentes que fueron combatidos por la fuerza pública en el pasado y además volver más fuerte el Frente de Guerra Urbano.
“Este es el momento para generar un acto de alto impacto con una acción terrorista (...) quieren (ELN) enviar un mensaje al Gobierno que no están jugando (...) Son los momentos históricos y temporales en los que pueden hacer una acción muy fuerte”, señala el documento que conoció SEMANA.
Así mismo, indica la información de las agencias de seguridad estatales que “hay que fortalecer los frentes de guerra urbanos y tomar posicionamiento en la región Pacífico, en el sector de Esmeraldas (Ecuador) hasta Panamá, construyendo un arraigo de legitimidad hacia la organización instrumentalizando a la sociedad”.
Tres componentes está usando el ELN para aprovechar la crisis de los diálogos de paz: el primero, la fuerza profesional especializada con explosivistas, exploradores, francotiradores, tropas especiales y manejo de armas de apoyo. En segundo lugar, la implementación de tecnología para el reclutamiento de personal usando redes sociales, TikTok, Facebook, Instagram, etc.
En tercera medida el ELN busca tomar control de las fronteras. Para ello, los frentes de guerra Norte, Nororiental y Oriental crearon tres batallones para combatir a otras estructuras criminales y a la fuerza pública con el propósito de no ceder territorio, como ocurrió recientemente en Chocó, con el paro armado, que tuvo como fin frenar al Clan del Golfo que se está metiendo en su territorio a sangre y fuego con la estructura Jairo de Jesús Urrego.