El accidente de un bus de transporte público en el que murieron 24 personas ha dado lugar a muchas dudas y versiones encontradas, desde que se conoció la tragedia.A medida que han avanzado las horas se han decantado los datos exactos del fatal accidente ocurrido en la madrugada de este martes entre las localidades de Pifo y Papallacta, muy cerca a Quito, la capital ecuatoriana. Al parecer, el bus chocó contra otro vehículo en circunstancias aún no claras; pero lo que sí se supo es que ese siniestro vial terminó con la vida de dos docenas de compatriotas y dejó a otros 13 con heridas de gravedad.En contexto: Tragedia en Ecuador: 24 personas mueren en accidente de bus, la mayoría colombianosY con la luz del día se conoció que los viajeros no eran ecuatorianos, sino colombianos. Sumado a ello, se pudo precisar que los pasajeros no eran desconocidos entre ellos, sino que se trataba de un grupo de amigos que viajaban en un paseo con rumbo a Lago Agrio, en Ecuador y que su regreso a Colombia sería el próximo sábado 18 de agosto.Además, se conoció que el paseo partió desde la ciudad de Cali, Valle, pero por el supuesto cierre parcial de la vía Panamericana que atraviesa los departamentos de Valle, Cauca y Nariño hasta llegar a la frontera con Ecuador, cambiaron el itinerario y decidieron avanzar hacia el sur atravesando el Huila y Putumayo (Neiva, Pitalito, Mocoa, Villa Garzón).Hasta ahí todo parecería normal. Pero las cosas se fueron tornando confusas cuando los habitantes de tres modestos barrios del suroriente de Cali comenzaron a reunirse desesperados para tener noticias de sus familiares que iban en el bus accidentado. Los pasajeros eran habitantes de los barrios El Guabal, San Judas y Colón y el famoso viaje a Ecuador fue un regalo que hasta el momento es un completo misterio, porque la persona que todos coinciden en señalar como la encargada de invitar a ese paseo, es una vecina que también iba en el bus y se encuentra en delicado estado de salud, debido a la gravedad de las heridas que sufrió.

“Lo único que sabemos es que todo era gratis. El bus, la comida y el alojamiento; lo que se dice es que alguien que trabaja en una agencia de viajes, recibió de su patrón un regalo que consistía en disponer el bus y los gastos”, explicó Fanny Carmona, líder social del barrio El Guabal y que además encabeza la fundación Red de Mujeres Abriendo Futuro.La señora Carmona reconoce que todo alrededor de ese fatal viaje es un misterio porque según su malicia y experiencia, “de eso tan bueno no dan tanto”, dijo tras insistir que ni siquiera la familia de la señora que se dice convocó al paseo, tenía idea del viaje.Le recomendamos: Identifican a 13 de los sobrevivientes del accidente en EcuadorEso mismo le sucedió a don José Hurtado, esposo de doña Elsy Vergara, quien hasta el cierre de esta edición no aparecía en la lista de muertos ni en la de heridos. Según relató a este portal el señor Hurtado, a él también lo invitaron, pero “no acepté porque trabajo como ebanista y tenía varios encargos por entregar”.Añadió que su esposa era la más animada y la que tenía los datos precisos del viaje, tiempo, costos y demás detalles del paseo, “ella me dijo, mijo yo tengo unos ahorros y eso me alcanza; le dije hágale y le regalé doscientos mil pesitos. En el fondo no quería que se fuera porque ella me ayuda mucho en el taller y me prepara la comida”, confesó don José, tras revelar que ambos tienen hijos por separado.Para aumentar aún mas el misterio sobre el fatal paseo, la Superintendencia de Transporte le echó más leña al fuego al confirmar que el bus en el que viajaban los caleños no contaba con los permisos y autorizaciones para realizar ese servicio, “el vehículo presuntamente no portaba permisos de transporte internacional", indicó la entidad en un comunicado.A raíz de ello, el organismo de control abrió una investigación preliminar en contra de la empresa Cooperativa de Transportes Especiales del Oriente, porque al parecer habrían prestado un servicio de transporte sin autorización. Dicha empresa tiene sede en Cúcuta.Otra de las líneas de investigación del organismo que regula el transporte público es determinar si el automotor cumplió con las revisiones técnico-mecánicas y su respectiva tarjeta de operación.Precisamente uno de los elementos que más llama la atención en la legalidad del servicio que prestó el bus accidentado, es que las autoridades ecuatorianas tienen en su poder lo que al parecer es el contrato del servicio que prestaba ese automotor.Le sugerimos: Accidente en Ecuador: empresa dueña del bus habría prestado servicio no autorizadoSupertransporte aseguró que de acuerdo con el gobierno de Ecuador, el vehículo contaba con un contrato y un extracto de contrato expedido por dicha empresa que se había firmado el 10 de agosto en Bucaramanga por Gino de Jesús Moreno Pradilla, representante legal de la empresa y Claudia Ximena Orozco Córdoba, la persona que contrató el trayecto.Según el extracto, el contrato se había firmado por un valor de 9 millones de pesos (50 por ciento al iniciar el recorrido y el 50 por ciento restante al terminar). Lo que establece el documento es que el viaje cubriría la ruta Neiva-Pitalito-Mocoa- Villa Garzón-La Hormiga-San Miguel-Ecuador-Lago Agrio y viceversa.Quizás esos documentos permitan develar la inquietante pregunta que hoy todos se hacen: ¿quién pagó el misterioso paseo que terminó en tragedia?