El Gobierno nacional alertó que el fenómeno criminal del narcotráfico se ha transformado en el peor depredador que tiene el medioambiente en zonas estratégicas que tiene el territorio nacional. Así mismo, abordó el impacto que sobre los ecosistemas ejerce la actividad delictiva de bandas criminales y organizaciones lideradas por narcotraficantes.

El consejero presidencial de Estabilización y Consolidación, Emilio Archila, señaló en el Congreso de la República que los programas que ha venido adelantado el Gobierno nacional de sustitución de cultivos ilícitos es una de las herramientas eficaces para evitar un profundo daño a los ecosistemas de Colombia.

“Durante un debate en la Comisión Quinta del Senado de la República sobre el manejo del impuesto al carbono, el consejero Archila se refirió al impacto perverso de las bandas criminales y organizaciones de narcotraficantes, no solo en el ecosistema, sino en el rol de vida de las comunidades, y aludió a los programas que el Gobierno tiene de sustitución voluntaria de cultivos ilícitos como un mecanismo exitoso”, explicó.

En ese sentido, Archila advirtió que fue en esta administración que se dio un impulso a los programas de sustitución, ya que alertó que en agosto de 2018 no tenía planeación, ni contrataciones locales, ni financiación o recursos para proyectos productivos.

“Hoy el Programa Nacional Integral de Sustitución de Cultivos Ilícitos (PNIS) cuenta con recursos por 1,7 billones de pesos. Con el fin de apoyar a 100 mil familias del Programa –unos 400 mil colombianos– se ha destinado esta relevante cifra, por lo que es el programa de asistencia más grande de Colombia. Menos del 1 % ha vuelto a sembrar; son recursos muy bien invertidos y algunos proyectos en varios municipios encajan con los Programas de Desarrollo con Enfoque Territorial, PDET”, sostuvo Archila.

Nueva estrategia de EE. UU. contra la droga en Colombia

Por otro lado, el martes de esta semana el Gobierno nacional reaccionó a la nueva política de lucha en contra de las drogas que dio a conocer Estados Unidos, como una estrategia de cooperación para combatir ese fenómeno y de las estructuras criminales que están detrás de esa actividad ilegal.

Insistió Colombia en esa respuesta, que debe continuar en diferentes áreas estratégicas del país, con todas las herramientas que tienen a disposición las autoridades como la erradicación forzosa de cultivos ilícitos de coca y la aspersión aérea con precisión.

“Nosotros entendemos que todos los instrumentos que el Estado tiene para combatir el narcotráfico debemos utilizarlos, tenemos un programa muy exitoso de sustitución voluntaria de cultivos. Ahí hay 100.000 familias (400.000 colombianos) en las que hemos invertido más de 1,5 billones de pesos”, dijo Emilio José Archila, consejero presidencial para la Estabilización y Consolidación.

El Gobierno colombiano ha utilizado la fumigación con glifosato principalmente para erradicar los cultivos de coca. Foto: archivo/Ministerio de Defensa.

También dijo el funcionario del Gobierno nacional: “Hemos diseñado otros dos mecanismos de sustitución voluntaria: está el de formalizar para sustituir con 1.200 familias adicionales y tenemos el programa de pago por servicios ambientales en zonas de parques naturales. Nuestra visión es que hay zonas en las que se debe trabajar con erradicación forzosa y hay zonas en las cuales se debe utilizar el mecanismo de aspersión con precisión”.

Cabe señalar que el lunes de esta semana la administración estadounidense del presidente Joe Biden lanzó una nueva estrategia antidroga en Colombia basada en la lucha por la reducción de la producción, el desarrollo en zonas rurales y la protección de las zonas naturales.

“La estrategia (...) reconoce la importancia de la seguridad, la justicia, el desarrollo económico y la protección ambiental”, ha expresado la directora interina de la ONDCP, Regina LaBelle, quien añade que con este plan se buscará “disminuir la disponibilidad de sustancias ilícitas en Estados Unidos y Colombia” sumado a que se impulsa una “mayor seguridad” en regiones rurales. Pero en esa nueva política no se menciona la aspersión aérea de cultivos ilícitos.