El Ejército y la comunidad de la vereda el Remanso de Puerto Leguizamo, en Putumayo, se encuentran enfrentados por una operación militar en donde murieron 11 personas. Para la institución militar, los fallecidos eran presuntos disidentes de las Farc y para algunos pobladores se trató de un falso positivo.

Pero ¿cómo se desarrolló la acción militar que hoy está en el ojo del huracán? Este es el reporte que hizo el Ejército de los hechos.

6:40 a. m. del pasado 28 de marzo, se informó sobre la presencia de sujetos armados en la vereda El Remanso. Las tropas llevaban 10 días infiltradas en el terreno.

Minutos después se informa que los sujetos armados se alistan para irse del caserío.

7:20 a. m., el alto mando militar recibe la información que en la zona se presentan fuertes combates con los hombres armados que habían llegado al caserío.

7:30 a. m., el soldado Robinson Beleño resulta herido en medio del fuego cruzado.

8:20 a. m., luego de una hora de combates, las tropas piden refuerzo a la central. Ingresan a la zona aviones de la Fuerza Aérea y un helicóptero de el Ejército para verificar que no haya apoyos de hombres ilegales armados.

De manera paralela, uniformados de la Armada ingresan por el Río Putumayo para apoyar a los militares que sostenían el combate con los sujetos armados.

9:25 a. m. luego que Armada aseguró parte del caserío, ingresaron los helicópteros del Ejército con unidades de apoyo y se extrae al soldado herido.

11:50 a. m., ingresó el personal del Cuerpo Técnico de la Fiscalía, CTI, para realizar los actos urgentes, según el Ejército.

4:30 p. m., el personal del CTI y parte de los militares son retirados del lugar por amenazada de asonada de la población que, según el Ejército, trata de frenar los trabajos de inspección a los cuerpos por parte de la Fiscalía.

11:30 p. m., todo el personal militar es retirado del caserío donde se presentaron los combates entre Ejército y personal civil armado.

Según el informe de inteligencia entregado por la autoridad militar, se tomó la decisión de hacer la infiltración en el terreno, luego de haber recopilado información en los meses de enero, febrero y marzo que señalaba que por lo menos en 5 o 7 ocasiones los integrantes de los Comandos de Frontera habían hecho negocios de narcotráfico en esa región del país. Y que para el 28 de marzo, dentro del caserío, se estaba desarrollando una reunión en tal sentido.

Por su parte, la comunidad ha dicho en repetidas ocasiones que esta zona no era ningún centro de reuniones de narcotraficantes ni de integrantes de las disidencias de las Farc. Sostiene que el día de los hechos había un bazar para recoger dinero con el propósito de mejorar las vías de acceso en la región y fue en ese momento en el que llegó el Ejército.

Que en ningún momento las tropas se identificaron como integrantes de la fuerza pública y que, por el contrario, estaban vestidos de negro como si se tratara de una organización ilegal.

El Ejército reportó en un comunicado de prensa que el día que se ejecutó la operación militar fueron capturadas cuatro personas y las presentó ante la opinión pública como presuntos disidentes de las Farc, sin embargo, la Fiscalía aclaró que no puso ante los jueces de la república a los detenidos porque el Ejército no les entregó material probatorio.

El establecer si hubo o no errores militares quedó en manos de la Fiscalía General de la Nación, que deberá establecer la plena identificación de los fallecidos e informar si tenían nexos con las disidencias de las Farc, como lo asegura el Ejército, y determinar si hubo manipulación del lugar de los hechos como lo denunció la comunidad.