Más tardó en filtrarse el llamativo mensaje del cuaderno de John Bolton, exconsejero de seguridad de Donald Trump, donde escribió sobre el envío de 5.000 militares a Colombia, asociado a una supuesta invasión gringa contra el gobierno de Venezuela, para que el ELN diseñara un plan terrorista para defender a Nicolás Maduro y enfrentar el aparente ataque norteamericano desde territorio colombiano.

SEMANA conoció en exclusiva detalles de toda la estructura militar que utilizaría el Estado Mayor de los elenos para salirle al paso a las tropas estadounidenses, un plan que, sin duda, ponía en riesgo a civiles, al menos los que viven en las zonas fronterizas. Y, según el oficio, contaba con la asesoría externa de China, Rusia, India, Siria y Turquía.

Lo denominaron ‘Plan de Contingencia en Frontera’, conforme aparece en documentos confidenciales que tiene en su poder este medio, y se utilizaría exclusivamente si Estados Unidos decidiera incursionar contra el territorio venezolano y en caso de operaciones sobre los principales cabecillas del ELN en Colombia. También, si se conformaba o activaban grupos de resistencia armada en contra del régimen de Nicolás Maduro e incidieran en un conflicto interno del vecino país.

La frontera, el punto desde donde el ELN pretendía defender a Maduro | Foto: NO

En el terreno, el ELN buscaba minar trochas y vías de aproximación desde Colombia y hacia territorio bolivariano, atacar el oleoducto Caño Limón-Coveñas, una de las infraestructuras petroleras más golpeadas por este grupo armado en el Catatumbo en los últimos años. Así mismo, atacar las pistas aéreas y las áreas de concentración de militares que pretendieran hacer operaciones en Venezuela, así como otra acción no menos grave: afectar la energía, las comunicaciones, la fibra óptica, las vías y el transporte en el país.

Al mismo tiempo, pretendían adelantar una movilización social en Colombia para rechazar cualquier acción militar de Estados Unidos contra suelo venezolano y articular las estructuras internas del ELN para adelantar acciones terroristas en varias regiones del país.

El plan –según conoció SEMANA– se desarrollaría de manera móvil y en pequeños grupos guerrilleros, es decir, no en grandes unidades que generaran sospecha de las autoridades. Y se nutriría con información de inteligencia que adelantaría el grupo armado.

Moisés Bautista Núñez, conocido como ‘Jorge’ o ‘Eliodoro’, miembro de la Dirección Nacional del ELN y quien ha permanecido en el Frente de Guerra Oriental que actúa en el Catatumbo y Norte de Santander, era el cerebro detrás de la defensa de los elenos a Nicolás Maduro.

Él comandaría los tres batallones (como denominaron a cada grupo de asalto) que se ubicarían con insurgentes en la zona fronteriza entre Colombia y Venezuela, los cuales contarían con el apoyo de las Compañías Héroes del Catatumbo, Capitán Francisco Bossio, la Cuatro de Septiembre, Simacota, Paula, Ché, los frentes Juan Fernando Porras, Luis Enrique León, Reinaldo Ardila, entre otras.

Los batallones 1 y 2 –por ejemplo– se ubicarían en la zona de frontera sobre el Estado Zulia, especialmente en el Catatumbo o Norte de Santander, una de las guaridas favoritas del ELN. En esa región estarían a la cabeza de la misión el propio Moisés Bautista, quien ejecutaría el plan diseñado por alias Antonio García, cabecilla militar del ELN, con el apoyo de alias ‘Ronald’ y ‘Wilkin’.

Mientras tanto, el tercer batallón permanecería entre los estados Táchira y Apure, en límites con Vichada, Arauca y Casanare, y estaría comandando por alias ‘Julián’, ‘Dumar’, ‘Copete’ y ‘Émerson’.

Plan de contingencia del ELN en la frontera Colombia - Venezuela | Foto: Semana

El ELN no actuaría solo. En las fronteras, al menos en Zulia, Táchira y Apure, contaría con el apoyo de un dispositivo terrestre del Ejército Bolivariano, conformado por seis brigadas, entre ellas la de Infantería, Caribes, Infantería Blindada, Ingenieros y Caballería Blindada. Tenían previsto emplear, conforme al material al que tuvo acceso SEMANA, armamento antiaéreo, aplicar el entrenamiento recibido por militares rusos e integrarse con la milicia nacional bolivariana.

Ese gravísimo informe que conocen las autoridades colombianas confirma los nexos entre el gobierno de Nicolás Maduro y la guerrilla del ELN, vínculos que no son nuevos, pero que cada vez preocupan más a la inteligencia de este país, especialmente por el negocio del narcotráfico .

Al margen de lo señalado, el documento ‘desnuda’ cómo el apunte del entonces consejero de Seguridad de Donald Trump desató la histeria colectiva de esa guerrilla y la empujó a diseñar un plan terrorista para favorecer los intereses del mandatario vecino a pesar de poner en riesgo a Colombia con el supuesto apoyo de otros países. Además, dejó claro que el ELN está dispuesto a jugarse la vida por Maduro ante cualquier acción política o militar que ponga en riesgo la perpetuidad del régimen venezolano.