En los últimos tres meses se ha venido debatiendo en el Concejo de Bogotá la aprobación o no del Plan de Ordenamiento Territorial (POT). Se trata de un debate difícil, ya que esta norma fija las directrices para construir en la ciudad en los próximos 12 años. Allí se contemplan las rutas de las líneas de metro que se deberán hacer, las troncales de TransMilenio, los cables, las zonas de reserva ambiental, los lugares hacia dónde se puede expandir la ciudad, qué tan altos serán los edificios, cuáles zonas serán industriales, cuáles de comercio, cuáles residenciales, entre otros temas de fondo. El alcalde Enrique Peñalosa ha gozado durante su gobierno de mayorías en el cabildo y se esperaba que el POT fuera aprobado sin mayor problema. Sin embargo, como radicó el proyecto en el Concejo en vísperas de elecciones, el trámite se complicó. Se vio cómo muchos concejales no asistieron por hacer campaña y cómo otros no sentaron su posición frente al tema por el costo político que les podría generar, teniendo en cuenta la baja popularidad del alcalde actual. Pese a todos esos contratiempos, se logró que los funcionarios de la administración distrital presentaran el proyecto, que se socializara con la comunidad y que los ponentes dieran sus conceptos frente al POT (dos fueron positivos con propuestas de cambio y una negativa) y también se dio tiempo para que los demás concejales presentaran sus reparos y propuestas de modificaciones. Lo que faltaba era que esta semana se votara el POT en la comisión del Plan de Desarrollo, conformada por 15 concejales. Si era aprobado, después podía llegar a la plenaria, donde votan todos los cabildantes. Pero las sesiones de la Comisión, planeadas para la tarde del martes y miércoles, fueron canceladas por el presidente de la Comisión, Juan Felipe Grillo, y esto generó toda una polémica. Los concejales se quedaron sin tiempo para votar, pues este jueves y viernes ya tenían otros compromisos ineludibles.
No solo en el Cabildo, sino también en conversación con SEMANA, el concejal Juan Carlos Flórez dijo que hubo el tiempo para que se hiciera la votación, “pero la sesión fue suspendida el martes y el miércoles sin explicación alguna”. “Hubo una intención clara para que no votáramos”, agregó. Flórez dijo que Grillo no le dio la cara al Concejo ni tampoco ofreció alguna explicación sobre por qué se levantó la sesión y, por esa razón, le pidió a la Procuraduría que lo investigue. Esta denuncia también la respaldan el concejal del Polo Manuel Sarmiento y la cabildante verde María Fernanda Rojas. “Yo incluso pregunté de qué se trataba la sesión del martes, pero nadie nos dijo nada”, afirmó Sarmiento. “Mientras el martes estábamos en sesión del POT, a las 11:53 a.m., el presidente de la comisión radicó la carta diciendo que se cancelaba la sesión de la tarde y la del miércoles. ¿Por qué no nos dijo mientras estábamos ahí todos. Eso fue una muestra de que quería hacer todo en secreto para que el POT se aprobara por decreto”, dijo Rojas. SEMANA consultó a varios concejales y muchos aseguraron off the récord que "se necesitaba sabotear la votación en la Comisión del Plan de Desarrollo porque el alcalde no tenía aseguradas las mayorías" y era posible que se hundiera.
Después del triunfo de Claudia López y del Partido Verde, los cabildantes que estaban en contra del POT pedían a los demás concejales que entendieran que la ciudadanía en su mayoría no estaba de acuerdo con aprobar el POT y que aprobarlo tendría un costo político así ya hubieran pasado las elecciones. También se ha dicho que otra evidencia del presunto sabotaje fue que varios concejales pidieron que se hiciera una jornada extendida y que se diera el mayor número de sesiones para debatir el POT. Pero solo se lograron 14 y la asistencia de los concejales siempre fue precaria. En la sesión del martes en la mañana, la concejala Lucía Bastidas hizo una exposición de las proposiciones de los ponentes y de los concejales. “Trabajamos hasta la madrugada con Juan Felipe Grillo para hacer un consolidado y exponerlo al otro día”. Sin embargo, según explicó Bastidas a SEMANA, mientras ella expuso la conciliación de las proposiciones, varios concejales, entre los que estaban Emel Rojas y Yefer Vega, presentaron 10 propuestas más que aún no se han revisado y el consolidado no pudo estar listo. “No me pueden decir que quise sabotear el POT cuando estuve estudiando, no falté a ninguna sesión e hice 75 proposiciones”, explicó Bastidas. La concejala del Partido Verde pidió respeto a sus colegas pues “hasta ahora no se ha aprobado ningún POT por acuerdo de la ciudad porque el tiempo no da (…) Si dejan que se vote el fin de semana yo estoy lista. Soy de las pocas que ha dejado de hacer campaña solo por estar pendiente del POT, un tema tan técnico, para el que considero hay muy poco tiempo de estudio”. Juan Felipe Grillo, presidente de la comisión, explicó a SEMANA que su decisión de levantar la sesión no se trató de un plan para sabotear la votación del POT: “Yo levanté la sesión a petición de los concejales Lucía Bastidas y Jorge Durán porque no podíamos votar sobre un cuerpo de proposiciones que no estaba completo y que aún hoy no está completo”.
Grillo agregó que la junta de voceros había establecido al inicio de mes cuántas sesiones se le dedicarían al POT y habían llegado a un acuerdo de 14 días, que ya se surtieron. “Dimos todas las garantías, pero el tiempo es muy corto. Si no le hubiera dado tiempo a algún sector para que hablara me habrían dicho que no di garantías. Y si hubiera dado más días también habría sido un problema”. Sostuvo que al ser un proyecto de más de 500 artículos tomaba tiempo revisarlo y había que tener en cuenta todas las proposiciones para votarlo y que hasta último momento recibieron cambios. “El alcalde saca el POT por decreto y eso no es ilegal. ¿Cuál es el problema?”, concluyó Grillo. Jorge Durán, por su parte, aseguró a este medio que pidió que se levantara la sesión porque "las proposiciones no se podían votar si antes no eran aprobadas por la Administración", en este caso el alcalde Peñalosa y la Secretaría de Planeación. “Mi idea no era sabotear el plan, por el contrario, lo que buscaba era que se le diera trámite a esas proposiciones ante la Alcaldía y que mientras tanto se votara al articulado sobre el que no había reparos. Una vez tuviéramos el aval de la Alcaldía sobre las proposiciones se podría votar por el articulado que hacía falta”. El concejal Durán agregó: “Lo que yo no sabía era que este miércoles iban a cancelar la sesión por una de Hacienda, que fue totalmente inocua. Esa comisión se pudo haber aplazado o se pudo haber hecho la sesión del POT en forma simultánea”. Para Durán, lo que sí estaba muy apretado era la votación en plenaria, “pero si el miércoles hubiéramos sesionado en jornada extendida al menos en la Comisión se habría votado sí o no al POT”. Estas explicaciones no convencen a los que siguen indignados con la forma en cómo se manejó todo. Hasta el momento además hay una interpretación distinta del reglamento del Concejo, que establece cómo votar. Para los que hoy critican que se levantara la sesión, el problema radicó en que primero Lucía Bastidas se tomara el tiempo de leer el texto del articulado pues no era necesario y además los concejales ya conocían los cambios. “Lo que se tenía que hacer era votar sobre las ponencias y si era aprobado el POT, ahí sí se pasaba a discutir el articulado que querían que fuera modificado, pero lo hicieron al revés para dilatar la votación”, dijo Samiento. Para Grillo no era posible votar si no estaba todo el articulado completo y si no se había discutido sobre ese.
Algunos concejales del Polo han pedido que se extienda la votación del POT para ver si pueden sesionar el sábado y el domingo, ya que los 90 días para discutir el POT se cumplen el próximo 3 de noviembre. Sin embargo, algunos tienen dudas pues ya se cumplieron las 14 sesiones establecidas por la junta de voceros. Juan Carlos Florez le envió una carta al Consejo Directivo del Concejo de Bogotá para ver si era posible que los sacara de la duda jurídica, pero hasta ahora no ha tenido respuesta. Para poder sesionar, es necesario que se convoque a los concejales con 24 horas de antelación. Por eso cada minuto cuenta para saber si el proyecto fue archivado del todo. Si es así, el Concejo pierde su competencia para decidir sobre el POT y el alcalde lo puede sacar adelante por decreto. En la primera reunión que tuvo Claudia López con el alcalde Peñalosa, ella le sugirió que no expidiera el POT por decreto. Sin embargo, el mandatario de la ciudad dijo que habían trabajado durante 4 años en este proyecto y que si era archivado por el Concejo, él lo decretaría. Como era de esperarse la oposición al gobierno del alcalde no se quedará con los brazos cruzados y lo más probable es que demanden el POT porque para algunos los últimos acontecimientos hacen que pierda legitimidad. ¿Qué opciones tiene Claudia López? Según el decreto 4002 de 2015, los alcaldes podrán revisar los contenidos del POT siempre y cuando haya vencido el término de la vigencia. Para “casos de excepcional interés público o de fuerza mayor o de caso fortuito”, el alcalde podrá iniciar en cualquier momento el proceso de revisión del Plan de Ordenamiento Territorial o de alguno de sus contenidos. La revisión y las posibles modificaciones se tendrán que someter a los mismos trámites de concertación, consulta y aprobación establecidos en la Ley 388 de 1997, la cual indica que los cambios debe surtir todo el proceso del primer proyecto y las nuevas modificaciones propuestas por los concejales deben ser aprobadas por la Administración. Para esto habrá un plazo total en el Cabildo de 60 días.
Claudia López ha dicho que la protección de la estructura ecológica de la ciudad es un tema de suma importancia y, en su concepto, ese blindaje no queda garantizado con este POT. Por esa razón, lo más probable es que decida hacer una revisión apenas llegue a la Alcaldía. Este viernes habrá junta de voceros a las 7:00 am. para ver si se aprueba que la sesión se haga el sábado y el domingo. Por ahora, el proyecto estaría archivado.