Este lunes distintas autoridades del Estado, en cabeza del presidente Iván Duque, se trasladaron a Cartagena para asistir a la IV Cumbre de Diálogo Social que está teniendo lugar en esa ciudad. Este encuentro se da en el marco de las movilizaciones masivas que se han desarrollado a lo largo y ancho del país y que terminaron sentando al gobierno, al comité de paro, a los estudiantes, a los ambientalistas y a distintos sectores de la sociedad en lo que en la Casa de Nariño han llamado la ‘gran conversación nacional’. Aunque hasta ahora las tensiones siguen presentes en la mesa de paro y son pocos los avances parciales por mostrar, el gobierno seguirá insistiendo en que el mecanismo de diálogo lleve a una serie de medidas concretas que se presenten el próximo año ante el Congreso. La intervención del presidente Duque en la cumbre de Cartagena fue el primer pronunciamiento que hizo el jefe de Estado en referencia a la movilización social luego del masivo concierto que tuvo lugar el domingo en Bogotá. El presidente Duque aprovechó la ocasión para hacer un llamado a la calma, a la necesidad de dialogar desde una visión constructiva y de paso mandó algunos mensajes sobre los que él considera han sido logros importantes de su mandato en materia social. “Estamos atentos a escuchar las voces y exigencias de muchos colombianos, pero, sobre todo, las propuestas para construir. Si por un momento nos desprendemos de odios, de rencillas, prejuicios y pretextos, seremos más como país", anotó el mandatario.
Así mismo, Duque afirmó que defiende el derecho legítimo de quienes se han volcado a las calles a expresar su descontento con el estado actual de las cosas pero pidió que las protestas no se conviertan en un escenario para promover la lucha de clases y los odios. “Nadie le pide a Colombia que cesen las diferencias políticas, ni las divergencias ideológicas, pero lo que sí se le pide a Colombia es que en medio de las diferencias exista la posibilidad de construir” dijo el presidente Duque. En medio de su intervención, Duque hizo alusión a uno de los puntos que no ha permitido el avance de las mesas que se han instalado con el comité de paro. Mientras el gobierno insiste en que se trata de un espacio de diálogo y conversación abierta con la ciudadanía, los del comité afirman que se requiere un esquema de negociación. Para el ejecutivo, esa no es una diferencia menor pues, según han dicho desde Palacio, acceder a ese modelo implicaría aceptar exigencias e inamovibles por parte de los representantes del paro y ese no parece un camino que en Presidencia estén dispuestos a aceptar. “Colombia le ha demostrado al mundo que se pueden abrir las puertas de la conversación desde el Estado. Las diferencias no se resuelven solamente con exigencias, sino en la capacidad de todos de resolverlas en el marco institucional”, afirmó el mandatario.
Al iniciar las protestas que estaban citadas en principio para el 21 de noviembre, el gobierno parecía tener un tono algo más retador e incluso llegó a desestimar las razones que estaban destras de las movilizaciones al afirmar que este era un paro convocado en torno a una serie de mentiras. Desde entonces, ante la evidente contundencia de las movilizaciones ciudadanas que han salido a las calles a expresarse, el tono parece haber cambiado. Ahora el presidente parece situarse en una actitud bastante más conciliadora que la que tuvo antes y a juzgar por sus distintas intervenciones hoy su gobierno está jugado con que la gran conversación nacional llegue a algún puerto concreto. “El presidente nunca se sitúa en la condición de adversario de ningún ciudadano. El presidente lo que busca es escuchar al prójimo. Escuchar las distintas expresiones del territorio, de los distintos grupos pero al mismo tiempo invitar a la construcción colectiva”, afirmó el jefe de Estado en su intervención en Cartagena.