“The President who did Everything Right and Got No Thanks”, o “El presidente que hizo todo bien y no recibió las gracias”, así se titula un artículo publicado este lunes –20 de junio– por el periodista David Frum, editor del diario estadounidense ‘The Atlantic’, en el que analiza la elección del nuevo presidente electo de Colombia, Gustavo Petro Urrego, quien llegará al primer cargo de la nación el próximo 7 de agosto, tras tres intentos en las urnas, luego de haber derrotado en unas apretadas elecciones al exalcalde de la ciudad de Bucaramanga, Rodolfo Hernández.

El artículo expone, con curiosidad, la forma en la que la mayoría de los electores de nuestro país decidió apostar por un candidato al que describen como una persona marxista, cercana a Hugo Chávez, con un pasado en un grupo guerrillero y recordado por sus desaciertos en el afanado cambio del modelo de basuras de Bogotá, para elegirlo como nuevo mandatario.

Para el periodista, dicha situación no tiene mayor explicación, más aún, luego de que Colombia transcurriera un cuatrienio bajo la batuta de Iván Duque Márquez, a quien refiere como un “conservador moderado” que, a juicio de Frum, realizó una notable administración, de la que saldrá en medio de uno de los menores índices de popularidad en la historia del país (20 %) y con un partido político que según The Atlantic, se encuentra “destrozado y desacreditado”.

Incluso, más allá de la elección de Petro Urrego, el periodista del referido medio estadounidense cuestionó la forma en la que Colombia llegó a una dicotomía protagonizado por candidatos tan extremos como Petro y Hernández, después de avanzar de la mano de un dirigente al que calificaron como el responsable de un “récord de éxito político sin igual en la historia reciente de América del Sur”, refiriendo a la vez algunas de las características que enmarcan a los dos candidatos que disputaron el balotaje.

Mientras que a Hernández lo ilustraron como “una estrella mayor de TikTok”, con ínfulas de Donald Trump, y admirador confeso de Adolfo Hitler (aunque hubiese advertido una confusión), a Petro le refirieron su pasado insurgente, su cercanía con Chávez y sus errores en la otrora administración de Bogotá, afirmando que, de por sí, cualquiera de las dos elecciones hubiese sugerido un gran interrogante, en tanto tenían como escenario a Colombia, “una de las democracias más exitosas de América Latina”.

El loable camino de Duque, según ‘The Atlantic’

En su artículo, David Frum, afirma que recientemente pudo conversar con el ya saliente presidente de Colombia, quien, en la recta final de su mandato, y pocos días antes de la segunda vuelta electoral, tuvo la oportunidad de participar de la Cumbre de las Américas en Estados Unidos, visita que aprovechó para desarrollar la gira de cierre.

En ella, según el periodista, Duque se manifestó ‘desconcertado’ por la situación de cambio político que había sufrido el país, sin desconocer que en 2018 él disputó la segunda vuelta frente a Gustavo Petro, advirtiendo que ahora Colombia se debatió entre posiciones extremas.

“El mundo se ha vuelto muy polarizado”, afirmó Duque, en declaraciones recogidas en referida entrevista, en la que anotó que la política ha cambiado, dejando de lado los otrora debates fundamentados, y migrando a otros escenarios, donde el cruce de ideas se ha convertido en superfluo: las redes sociales.

“Los debates sólidos sobre temas de política no parecen ser aplaudidos hoy. Gana más aplausos si decides tomar una posición firme, incluso con base en hechos no sólidos o mentiras, pero obtienes muchos “me gusta”. Esa a veces parece la tentación que tenemos en la política moderna”, cuestionó Duque en la entrevista con ‘The Atlantic’.

En la publicación, se afirma que Duque es un mandatario con loables resultados, que terminó siendo señalado y cuestionado masivamente, como parte de sendas trazadas por sus críticos, quienes no reconocen las virtudes que, en medio de un cargo tan difícil, alcanzó el presidente Duque.

La publicación recuerda que en medio de estos cuatro años de mandato, Duque se enfrentó a dos grandes desafíos, dados en primera instancia por el ‘colapso social’ de Venezuela y seguido por la pandemia.

En ese sentido, pese a que Duque no fue objeto de aplausos, el medio le reconoce la responsabilidad en la forma en que puso cara a dichas situaciones, en las que califica de “cuidadosa, equilibrada y bien informada” la reacción del aparato estatal.

Frente a la pandemia, The Atlantic reconoce una acción prudente por parte de Duque, quien, a diferencia de otros presidentes de la región, evitó pecar por apresurado, o buscando capitalizar la situación en favor de conseguir réditos políticos.

Aunque en Colombia, en la época de la pandemia, se criticó la emisión diaria del programa “Prevención y Acción”, conducido por el mismo presidente, en un espacio de medios que significó un alto costo monetario, en contraposición a ello publicaciones como ‘The Atlantic’ reconocen que Duque evitó caer en problemas como los de Andrés Manuel López Obrador en México, o Pedro Castillo en Perú.

Sobre Castillo, como se le conoce popularmente al presidente de Perú, la publicación estadounidense referencia los problemas en la adquisición de biológicos o vacunas, en la que se dejó llevar por el interés político, accediendo a vacunas chinas, con el objeto oculto de lograr simpatía entre la población “antiestadounidense”, mientras que, en el caso de López Obrador, el error estaría en haber desestimado el peligro de la enfermedad, abriendo la puerta a una expansión que prendió alarmas.

En el actuar de Duque se destacó, por parte de la publicación, la forma en la que este gobierno se sirvió de sus buenas relaciones con Estados Unidos para adquirir directamente un importante número de dosis de las farmacéuticas consideradas más seguras, con la meta de que, a mediados de junio de 2021, se alcanzara la aplicación del plan de vacunación completo inicial (dos dosis).

Sobre Venezuela

En el artículo de The Atlantic, se destaca la manera en la que Duque afrontó la llamada crisis migratoria, y en la que orientó las relaciones exteriores con el régimen venezolano, refiriendo la importancia de la línea dura en contra de los escándalos de corrupción e ilegalidad de sus funcionarios.

Desde The Atlantic reconocieron la importancia del llamado programa de acogida a migrantes, refiriendo la importancia del refugio concedido a cerca de 1,7 millones de venezolanos, beneficiados con el llamado Programa de permanencia, refiriendo este como un modelo a nivel mundial.

En ese sentido, el medio estadounidense también aplaudió el cercano trabajo con las autoridades estadounidenses para lograr potencializar las exportaciones de materias primas y algunos productos como los derivados de la caficultura y la floricultura.

Dentro de esos logros también han destacado cómo Colombia alcanzó a posicionar otros productos de exportación como los aguacates, en medio de una economía que se llegó a caracterizar como una de las que más rápido –en la región– logró sobreponerse a los embates propios de la pandemia.

En ese sentido, se refiere un crecimiento cercano al 7,5 % de las exportaciones, complementado por programas sociales que buscaron satisfacer los derechos de educación de los niños, cuyo modelo, según las apreciaciones de Estados Unidos, alcanzó importantes niveles de subsidio a las matrículas en instituciones públicas.

Los retos del nuevo presidente

Tras la elección del nuevo mandatario, y analizando el panorama de Duque, a quien algunos, luego de las votaciones, han considerado como un factor clave para la derrota del uribismo, el medio internacional advierte que Gustavo Petro se enfrentará a un largo listado de desafíos, que están complementados por la situación vigente en el panorama internacional, la cual está marcada por una “inflación vertiginosa” y una recesión que ya se avizora en el escenario de los Estados Unidos; considerado el principal socio comercial de Colombia.

En ese mismo sentido, The Atlantic nota que, si bien durante su carrera política, el presidente electo ha explotado en favor de su discurso las brechas y divisiones sociales, ahora, desde la Presidencia, tendrá que trabajar para cerrar las brechas.

Tras exponer esto, David Frum cierra su artículo afirmando que “el mundo democrático lamentablemente extrañará al presidente Duque, quizá más de lo que aún sabe”.