La salud del presidente Gustavo Petro ha sido un tema de conversación constante en la opinión pública. Y durante su mandato se ha vuelto aún más relevante.
En agosto pasado, a pocos días de su posesión presidencial, el mandatario recibió fuertes críticas por no asistir a dos eventos que en su momento eran claves. Por un lado, se ausentó de la posesión de dos de sus ministros y una ceremonia con las Fuerzas Militares.
Aunque la Presidencia comunicó que no había asistido a ambos eventos porque estaba atendiendo otros compromisos presidenciales, más tarde el propio mandatario señaló que se ausentó debido a que estaba sintiendo un fuerte dolor de estómago que lo incapacitó.
A finales de noviembre del año pasado, además, el presidente Petro también sufrió otro percance de salud que lo dejó en cama por algunas horas. Según trascendió en ese momento, el jefe de Estado se encontraba pasando por una infección respiratoria.
“Un virus me ha mantenido hoy en cama. Se ha descartado el covid. Espero restablecerme”, señaló el presidente Petro en un trino.
No obstante, su hija, Andrea Petro, le reveló a SEMANA un problema médico con el que vive el presidente y que no ha ameritado muchos comentarios en la opinión pública.
Cuando se le preguntó por la salud del mandatario, Andrea respondió que se encontraba en condiciones óptimas.
“Mi papá está bien, ha tenido problemas con el colesterol, el dato se lo doy de una vez. Él tiene sus médicos que le hacen un seguimiento como tiene que ser con todo presidente. Yo entiendo que él tenga momentos en que esté cansado, porque yo veo su vida y es muy difícil. Él puede dormir dos horas por noche, ¿cómo pretenden que una persona no se enferme si duerme poco?”, se preguntó Andrea Petro.
También se refirió a la dura rutina a la que se debe enfrentar ahora que es presidente de la República y que esto provoca que no tenga tiempo para compartir con ella.
“No tiene vacaciones, no tiene tiempo para él, siempre vive de reunión en reunión. A veces, cuando viajo a Colombia, el único momento en que puedo tenerlo cerca son cinco minutos en un corredor o un pasillo o porque a veces mueven la agenda para que comparta un desayuno con él. Él vive trabajando, vive para los colombianos, vive en medio del estrés”, concluyó.
Y señaló que, como jefe de Estado, debe estar al tanto de muchas personas y atender múltiples reuniones de forma constante. De hecho, reveló que son los médicos que están al tanto de su salud y le piden que suspenda sus actividades cuando se encuentra enfermo.
“Son los médicos los que paran sus actividades, no es él, son los médicos los que le dicen que por obligación debe quedarse todo el día en la cama. Por él estaría todo el tiempo en todas partes, pero debe bajarle un poco al dinamismo por salud”, explicó Andrea, quien también señaló que aunque algunos conocidos le han preguntado si le gustaría ser presidente, ella contesta que no.
“Cuando veo todo lo que hace mi papá, no. No sé cómo se mantiene, por eso, es normal que él se enferme, que haya virus en su vida porque siempre está con mucha gente”, sostuvo.
Durante el diálogo, Andrea Petro también se refirió a las duras críticas que le hizo a su hermano Nicolás por reunirse con el hijo del exsenador Musa Besaile, quien ha estado enredado en escándalos de corrupción. Al ver esto, Andrea Petro le escribió a través de una publicación en su propio Twittter.
“Nosotros somos la familia presidencial y como tal tenemos que dar ejemplo. Nuestro deber es respetar cada colombiano que voto y creyó en Petro”, señaló y desató una intensa controversia.
Lea la entrevista completa de Andrea Petro con SEMANA aquí:
Andrea Petro rompe su silencio: lo defiende, le jala las orejas a su hermano Nicolás y revela intimidades de la familia presidencial y de “Papá Gus”
SEMANA: ¿quién es Andrea Petro?
Andrea Petro (A. P.): una mujer como cualquier otra. Independiente, llevo 12 años fuera de Colombia, vivo en Francia. Una colombiana que ha estudiado, que se ha costeado sus estudios, soy mamá de dos niñas, madre cabeza de hogar. Soy Andrea Petro antes que ser la hija de Petro, porque la hija del presidente es por un momentico, solamente son cuatro años en mi vida y no es que sea mucho tiempo.
SEMANA: ¿cómo le ha parecido el arranque de la administración?
A. P.: me parece que les está yendo superbién, han recogido un país en pedazos y están haciendo un cambio real. La gente piensa que los cambios se hacen de manera inmediata y no se puede hacer así por la manera como se recibió el país.
SEMANA: ¿cómo ve la oposición a su papá?
A. P.: no es políticamente correcto lo que voy a decir, pero me parece un poco ridícula. Cuando veo esos comentarios de María Fernanda Cabal o Miguel Polo Polo, sinceramente, me parecen muy bajos, sobre todo los comentarios de Polo Polo, le hace falta mucha madurez política y un poco más de inteligencia, racionalidad y humanidad.
SEMANA: ¿cómo ve la oposición de Álvaro Uribe?
A. P.: muy silencioso, muy callado. Sinceramente, lo veo en una posición de análisis y observación. Él es un hombre muy inteligente, eso no se lo vamos a quitar. Es prudente, está analizando en qué momento va a aparecer, o quizá no. Él no va a comentar cualquier cosa como María Fernanda Cabal, Miguel Polo Polo o Paloma Valencia; es estratégico.
SEMANA: usted tomó la decisión de no hablar más del llamado de atención que le hizo a su hermano Nicolás Petro por su fotografía con Musa Abraham Besaile, hijo de un exsenador condenado por corrupción. ¿Pero qué pasó después del regaño?
A. P.: di mi opinión, expresé lo que tenía que decir. No vuelvo a las mismas palabras que ya dije porque no me voy a retractar de lo que afirmé; es lo que pienso como hermana y colombiana. Hay actuaciones que uno no tiene por qué tolerar por más que sea de la familia. Igual no es el ADN de la familia. Si la embarras, asumes porque la embarraste. Mi relación con Nicolás sigue un poquito fría, pero es mi hermano, siempre lo será, siempre seré su hermana, pero si le tengo que jalar las orejas, se las jalo.
SEMANA: ¿pero Nicolás Petro le respondió?
A. P.: no. Ya hubo discusiones en privado con él. Para que yo le escribiera en Twitter es porque se me saltó la rabia, como seguramente ocurrió con otras personas que vieron esa fotografía. La relación sí está un poquitico fría, pero como en cualquier familia, yo sé que volveré a hablar con él, seguro hablaremos, pero hay actuaciones que no voy a tolerar y no tengo por qué tolerarlo.
SEMANA: es decir, cuando usted regañó en público a su hermano, ¿ya había hablado con él?
A. P.: claro. Hay cosas de sus actuaciones políticas que me parecen de un principiante, creo que le falta un poquito más de madurez política en ciertos asuntos. No lo voy a juzgar porque él es de los únicos que está en Colombia, todo el día está en política, en medios, es diputado, es su trabajo, pero hay que tener los pies sobre la tierra.
SEMANA: cuando le reclamó a Nicolás Petro antes del trino, ¿qué le respondió?
A. P.: ¿él qué va a decir? Va a decir “no es lo que piensas, no, no es eso”. Para mí, está muy mal asesorado y uno no puede solo con todo. En lugar de lanzarle la piedra a él, creo, debería buscar otros asesores. Nosotros somos los hijos del presidente y tenemos que dar ejemplo, porque cualquier actuar nuestro tendrá un impacto en mi papá y él no se merece eso porque es su carrera y es su vida.
SEMANA: Nicolás Petro argumentó que Musa Abraham Besaile es su amigo, y Gustavo Petro Sierra, su abuelo, dijo que eran compañeros de universidad y no se podían negar.
A. P.: sí, ahí se quedó el tema. Es su vida, él también tiene su vida privada y nosotros podemos tener amigos. Yo, personalmente, tengo amigos, los cuento con los dedos de una mano, ahora son muchos los que tratan de caer, de hacer amistad. Un consejo que yo le di a él (Nicolás) fue que tuviera mucho cuidado y los pies en la tierra porque hay mucha gente interesada.
SEMANA: ¿el presidente le llamó la atención?
A. P.: mi papá no se mete mucho en ese tipo de cosas. Él no se mete en peleas de hermanos, a él eso no le interesa. Cuando nos llama la atención, nos manda un mensaje, nos cita y nos dice “ten cuidado con esto…”, pero nosotros somos adultos y responsables de nuestras propias acciones. Sin embargo, hay que tener claro que como familia presidencial tenemos la imagen de mi papá y la de un país (...). Tenemos que dar ejemplo. Eso es lo que seguiremos haciendo.
SEMANA: ¿cree que Nicolás debe lanzarse a la gobernación o a la asamblea del Atlántico?
A. P.: para mí, va a estar muy complicado para él. No creo que vaya a tener, realmente, el respaldo del Pacto Histórico. Ahora él tiene que estar en independencia y demostrar lo que él sabe hacer y lo que vale.
SEMANA: pero el Pacto Histórico lo lidera su padre…
A. P.: sí, pero con estas embarradas (…). Nicolás Petro tiene que hacer su carrera por sus propios medios.
SEMANA: ¿con cuál hermano tiene más comunicación?
A. P.: con Andrés, que es quien está más lejos; vive en Canadá. Sin embargo, con todos tengo una relación muy buena.
SEMANA: ¿y con Sofía, que está en París?
A. P.: ¡ay, mi Sofi! Para mí, ella vive como en otro planeta. Es superdulce, está metida en sus estudios, ella está feliz en París montando en bicicleta, siendo una persona completamente normal.
SEMANA: ¿y con Nicolás Petro?
A. P.: la relación más apegada era con él, por más que tuviéramos madres distintas. Lo veía como dos veces al año cuando él venía a Cajicá a la casa de los Petro a pasar vacaciones. Ahí fue cuando tuvimos los primeros acercamientos de hermanos. Nicolás es el mayor, yo no lo soy (risas). Yo siempre fui su hermana chiquita, como su tesorito, su amorcito, como que a ella no la vayan a tocar. Siempre hemos tenido una relación bonita, cercana y sincera.
SEMANA: ¿lo bueno de ser la hija del presidente?
A. P.: yo estoy tratando de lograr cosas para los colombianos en el exterior porque puedo ser una voz que ellos no tienen. Yo traté de trabajar con los inmigrantes colombianos en estos cuatro años.
SEMANA: ¿y lo negativo?
A. P.: algunas personas que se acercan. Hay mucha hipocresía, porque la gente es lambona y a mí esas cosas no me gustan. Hay mucha gente que te mira como si fueras límite de la realeza y tampoco quiero que me den privilegios de ese tipo porque me siento mal, no me gusta, me siento como una persona normal. Hay muchas cosas que me incomodan: tener tantos escoltas, pero se entiende la situación. En Francia vivo como una ciudadana normal, cojo el metro, el bus, salgo sola, voy a ver a mis amigos, trabajo (...).
SEMANA: ¿cómo ve una posible aspiración política de Verónica Alcocer?
A. P.: si ella quiere hacerlo, que lo haga, no hay problema. Igual, ella ha vivido con un político 20 años de su vida, ya sabe cómo son las cosas. Si me convence a mí como política, con mucho gusto la apoyaré.
SEMANA: ¿cree que su papá, el presidente, dejará el poder en cuatro años?
A. P.: yo lo conozco muy bien y mi papá no es alguien que se vaya a perpetuar en el poder. Está sembrando una semilla para cambiar un país, de ahí a quedarse ocho años, no. Él jamás lo ha dicho, ni internamente con la familia. A los hijos jamás les ha dicho que se quedará ocho años más. Eso no está en sus proyectos.
SEMANA: ¿qué tal es Petro como papá?
A. P.: a mí me dice “corazón” (risas). Hay una anécdota. Antes de que yo viajara a Colombia, le dije: “Mira, papá, voy con las niñas a Colombia”. Y me respondió: “Bueno, mi reina”. Yo le dije: “Papá, ¿estás bien?, ¿te hackearon el teléfono?”. Él jamás me dice así porque siempre me ha dicho “mi corazón”. Me asusté. “¿Qué pasó, papá?”, le pregunté. Y me respondió: “Es que estoy cambiando”.
SEMANA: ¿cómo es Petro en su papel de abuelo?
A. P.: ¡ay, él se muere por las chiquitas! Tengo dos hijas, una de tres años y otra de cinco. Ellas casi no ven al abuelo, durante dos años por la pandemia no lo vieron, pero yo les mostraba fotografías, les ponía la televisión, les decía: “Miren, este es Papá Gus”. Por cierto, mi papá pidió que ellas le dijeran Papá Gus, que no le fueran a decir abuelo porque se sentía un poquito más viejito. Mis hijas son un poco introvertidas, y dije, cuando lo vean les va a dar susto, miedo, porque mi papá es una persona bastante imponente, con todos esos escoltas, pero para nada. Es como si lo vieran todos los días. Lo agarraron de la mano, se lo llevaban a un lado, al otro. Mi papá estaba feliz. Yo sé que uno de sus sueños es poder tener a sus nietas al lado, pero por el momento no es posible. Espero que después de estos cuatro años mis hijas puedan tener a su abuelo todo el tiempo.
SEMANA: por último, ¿qué les dice a los ‘petroentusados’ o los arrepentidos de haber votado por Petro?
A. P.: la verdad no es que los vea mucho por ahí. Les digo que tengan un poquito más de paciencia, esto es el cambio y no es de manera inmediata. Si queremos que sea real y estable, debemos tener un poquito de paciencia.