La credibilidad y legitimidad de la actual elección de Congreso de la República está en juego por la aparición de cerca de 400.000 votos del Pacto Histórico en los días posteriores al preconteo del 13 de marzo. Desde varias esquinas encuentran extraño el incremento sin precedentes entre la fase previa y el escrutinio, otros piden reconteo para blindarse frente a una supuesta artimaña del progresismo.
El registrador Alexánder Vega calma las aguas frente a posibles acusaciones por fraude, pide que se respeten los resultados y promete mejorar tanto el preconteo como la transmisión de información en la elección presidencial. Pocas fuerzas políticas sostienen las acusaciones de un delito mayor en los comicios del 13 de marzo, pero en sinsabor del abrupto cambio en las cuentas permanece.
Sin embargo, según la evidencia, podría haber una razón simple por la cual los resultados evidenciaron una alteración entre la primera y última etapa. Radica en los formularios E14, los cuales por fallas en el diseño, confusión y poca competencia de funcionarios contratados para interpretarlos habrían escondido votos de algunas colectividades.
Todo comenzó con la fase previa a las elecciones, cuando la Misión de Observación Electoral (MOE) le exigía a la Registraduría comisiones técnicas para debatir temas específicos a la mecánica del proceso de elecciones. A diferencia de años anteriores, se tuvo mucho menos en cuenta este mecanismo.
Días antes de las votaciones, retrasados por la falta de socialización previa y durante la última comisión de seguimiento, tanto la MOE como el Pacto Histórico le hicieron llegar una inquietud a la Registraduría. Los E14, los tres formularios que diligencian los jurados de votación para informar resultados, tenían un grave error de diseño.
El Pacto Histórico, como lista cerrada al Senado, se encontraba al fondo de la última página de circunscripción nacional. Esto iba a ser un inconveniente para la lectura del resultado, intensificado por el hecho de que no era tan visible como aquellos partidos que tenían una lista.
El problema, no solo para los jurados, alertaba poder ser un inconveniente para los divulgadores de la información en los preconteos. Estas personas, contratadas por la Registraduría, podrían pasar por alto esta colectividad.
“Denunciaron que iban a pasar estos problemas. El daño estaba hecho porque ya estaban impresos los formularios porque faltaban pocos días para las elecciones. De todas formas, la Registraduría hubiera podido instruir bien a las personas contratadas para evitar el error. Aclarar enfáticamente que no se saltaran el partido”, indicó Mauricio Vela, coordinador del Observatorio Político Electoral de la Democracia de la MOE.
Ese error se presentó y no fue menor. Los primeros reclamos del Pacto Histórico se dieron porque el preconteo de votos mostraba varias mesas de votación sin votos a su favor. Esto causó dudas al interior de la colectividad, lo que llevó a revisar los E14.
“En los formularios sí había votos para el Pacto Histórico. En la MOE nos pusimos a mirar en varios partidos y no solo ocurría para ese. También otros partidos, en especial de lista cerrada como el Nuevo Liberalismo. Fue más fuerte para el Pacto Histórico por el diseño”, detalló Vela, en conversación con SEMANA.
En el pie de la última página a Senado, según la organización, era muy probable que los divulgadores se saltaran al Pacto Histórico.
“Esta divulgación se da de manera muy rápida y el mismo día de la elección para que la Registraduría los muestre el mismo día de la elección. Es una persona llamando con el formulario en la mano, dictando los números del partido. Al tiempo, otra persona recibiendo y anotando en forma de códigos. Este diseño y la falta de pedagogía se saltaron muchas veces al Pacto”, detalló.
Después, para el escrutinio, se evita el error porque, entre otros mecanismos, existen alertas cuando el número de votos no coincide con el número de electores. Fue ahí donde el Pacto Histórico recuperó los casi 400 mil votos.
En total, la MOE registró que alrededor del 87 % de las mesas en las que el Pacto Histórico no tenía votos, era por error. Cerca de 24.800 mesas en las que tenían votos sin reportar.
Otro problema radica en el anticuado sistema que se utiliza para informar el número de votos, el cual consiste de tres E14. El primero es el que se cuelga en la mesa de votación, el segundo es el de preconteo y el tercero es el documento del escrutinio, con validez jurídica.
“Se llenan a mano y deberían ser copias idénticas. Claramente da lugar a posibles errores humanos en los que los tres no coinciden por problemas de digitación o errores por la cantidad de veces escribiéndolos”, explicó el vocero de la MOE.
Es un mecanismo que se implementa en Colombia desde la década de los ochenta, cuando no existía tecnología para evitar los errores del diligenciamiento a mano.
Según la organización, la variación tan grande entre el resultado del preconteo y del escrutinio es responsabilidad de la Registraduría. “Fue un error total. De diseño, de no instruir bien a las personas y no reconocer los errores. Si se reconoce con tiempo el problema, los partidos políticos podían desplegar sus testigos electorales para revisar el cambio en la votación”.