El maltrato animal sigue siendo uno de los delitos cometidos con más frecuencia en Colombia. Si bien hay otra clase de horrores que se perpetúan en las calles del país, este en específico ataca a una población sin posibilidades de defenderse o que son aún más frágiles que los seres humanos.
Ante tales sucesos, la justicia del país decidió actuar para intentar frenar la ofensiva. En ese sentido, la Fiscalía General de la Nación, al ver la cantidad de casos de maltrato que la ciudadanía intentaba resolver a través de la entidad, creó el Grupo Especial para la Lucha Contra el Maltrato Animal (Gelma). Dicha organización asegura que desde el 2021 hasta principios de 2022 se registraron casi dos mil denuncias, de las cuales se procesaron 173, que resultaron en apenas 71 condenas.
Asimismo, la Ley 1774 del 6 de enero de 2016 entabla un marco de “respeto, solidaridad, compasión, ética, justicia, cuidado, prevención del sufrimiento, en la erradicación del cautiverio y el abandono” en el trato de los seres humanos hacia los animales.
Además, estipula que quien lesione a un animal puede tener una multa entre los 5 y los 50 salarios mínimos. Si le provoca la muerte, podrían estar en prisión de 12 a 36 meses y una inhabilidad de estar en cualquier cargo profesional que implique el contacto con animales.
A pesar de toda la legislación o consecuencias que existen para aquellos que deciden agredir a un animal, siguen presentando casos constantemente.
Uno de los que se reportó recientemente fue el que ocurrió en Guaduas, Cundinamarca, donde se identificó que Guillermo Caro Guerrero, el propietario de un refugio, tenía a los animales que se supone que debía proteger en condiciones lamentables.
Y es que entre marzo del 2019 y febrero de 2021, el hombre habría dejado de alimentar y cuidar a los canes que tenía bajo su custodia. A través de varias visitas de las autoridades ambientales se notó que los cuadrúpedos estaban hacinados, sucios, con pulgas y enfermos por consecuencia del abandono.
Las inspecciones también mostraron que los animales estaban recibiendo comida en mal estado, así como agua contaminada. No se tenía registro de la entrada de los refugiados, ni de sus vacunas, las cuales pudieron nunca haber recibido. En 2021 se habían rescatado 21 perros de ese lugar, 13 con problemas de salud y uno falleció.
Por otro lado, el Gelma logró dar con Víctor Fabián Zapata y Ayda Marina Zapata, quienes descuidaron desconsideradamente a un canino que vivía con ellos en el municipio de Palmira, en el Valle del Cauca.
Por fortuna, las denuncias de la comunidad alertaron a las autoridades y las llevaron hasta el lugar donde se dieron los acontecimientos, permitiendo el rescate.
“El perro fue rescatado para su atención veterinaria. Los especialistas detectaron un cuadro severo de desnutrición, dificultad respiratoria y dolor abdominal. Ante la gravedad del estado, el canino murió de un paro respiratorio”, indicó el ente acusador.
Perrita fue apuñalada en Barranquilla
En la capital del Atlántico hay conmoción por un hecho que se registró este 5 de agosto en horas de la tarde. La Policía nacional recibió una llamada de emergencia por parte de la comunidad que habita en la calle 41 con carrera 262, barrio Chiquinquirá en Barranquilla, donde ponían en aviso sobre un caso de maltrato animal.
Los vecinos del sector manifiestan que un perro habría sido agredido con un arma blanca tipo cuchillo por un hombre, el cual le causó una herida en pata trasera del lado derecho. SEMANA habló con la dueña de la canina, quien manifestó que desde hace diez años su familia adoptó a la perrita, que siempre prefirió la libertad a estar encerrada en un apartamento.
A “La Chanda” (así responde la perrita cada vez que la llaman) aunque le gusta estar en la calle recorriendo las cuadras del sector, es un animalito que recibe atención y alimentación por parte de la familia que la acogió hace una década.
En su momento, manifestaron que la perrita sufría de una afección cardíaca y por esa razón no la sometieron a la cirugía para esterilizarla. El sábado en el que ocurrieron los hechos, “La Chanda” estaba en celo y “un perro la montó, como decimos acá en Barranquilla”, dice uno de los testigos.
Acto seguido, un hombre en estado de embriaguez se acercó a la perrita y sin piedad la apuñaló. “Como si nada se fue a seguir tomando a la tienda de la esquina, la perrita sangraba y no podía detenerse de la actividad que estaba haciendo”, contó otro de los habitantes que presenció lo ocurrido.