Este miércoles, el presidente Iván Duque dio un discurso en la Universidad Sergio Arboleda en medio de un homenaje que se le hizo al líder conservador Álvaro Gómez Hurtado, en los 25 años de su magnicidio.
Recordó que fue su alumno y habló de varias de las enseñanzas que le dejó en la política. “Tuve el inmenso honor de ser alumno de Álvaro Gómez”, dijo el mandatario.
El presidente recordó el momento del asesinato de Gómez Hurtado y contó que previo al crimen había sostenido una conversación con él, en la que estaban presentes otros alumnos. “Hoy en este día quiero evocar ese día difícil”, aseguró el presidente.
“Llegábamos en la mañana a la universidad y el doctor Gómez de manera inesperada se apareció a un grupo de estudiantes a saludarnos. Vestía un pantalón caqui, una camisa a cuadros azules y verdes, y una fina chaqueta de gamuza; ya teníamos algo de confianza con él y no faltó el chascarrillo de alguno de decirle: ‘Doctor Gómez, ¿por qué está hoy de sport?' Y nos dijo: ‘Muchachos, hoy tengo un almuerzo campestre, pero espero que mañana podamos retomar la conversación sobre la ética y la política’, en un momento de grandes debates nacionales donde aparecía en el escenario la discusión de los dineros calientes en una campaña política”, relató Duque.
Dijo que retomaron el camino al aula para otra clase. “Él tomó las escaleras hacia el sótano y minutos después sentimos las horrendas ráfagas que segaron su vida. Los estudiantes confundidos salimos a las puertas de la universidad. Veíamos dolor, gritos, sangre, desolación. Sabíamos que al doctor Gómez lo habían trasladado a la Clínica del Country y salimos todos a caminar por la carrera 15 expresando nuestra indignación”, relató el presidente en el evento.
Comentó que los “consumieron las lágrimas” porque “cuando se apaga la vida de un gigante, de un ser que solamente concibió el bien, no se puede sentir menos que un dolor profundo”. El presidente dijo que días después, hace 25 años, llegaron al Capitolio, se acercó al féretro con otros compañeros y dijeron en medio del dolor que continuarían con su legado y trabajarían por los ideales que él les inculcó.
“Uno de los mejores momentos de mi vida fue cuando tuve a Álvaro Gómez como profesor”, afirmó Duque. Dijo que desde el Gobierno se han implementado políticas en memoria a las enseñanzas del líder conservador. El presidente habló de su gestión como gobernante y la relacionó con el pensamiento de Gómez Hurtado.
Duque le agradeció también al exfiscal Néstor Humberto Martínez por tomar la decisión de declarar el asesinato de Gómez Hurtado como un “crimen de lesa humanidad”. Dijo que ese hecho ha logrado mantener viva la investigación y que, por lo tanto, se tiene que llegar a la verdad real y “no a la verdad elaborada con propósitos que hoy son bastante dudosos”, aseguró.
Sobre el tema de que las FARC reconocieran este crimen, mencionó: “Que aparezcan grupos a adjudicarse semejante magnicidio, pero con responsabilidades indeterminadas diciendo que eso fue pensado hace más de 30 años, y que quienes participaron ya no están en el mundo terrenal, pareciera como una especie de opereta para tratar de construir un petimetre de sastrería procesal al servicio de quién sabe quién”, afirmó el presidente.
Comentó que si las FARC se adjudican este tipo de responsabilidades y hay un proceso transicional, no deberían reconocerlo en cartas o discursos, sino ante la justicia con la gravedad del juramento, y que al mismo tiempo se sigan adelantando las investigaciones en la Fiscalía.
Dijo que no se puede desechar ninguna hipótesis y se debe citar a los excombatientes para que se pueda hacer una confrontación de la información de manera oportuna y eficaz. “Importante precisar que la Fiscalía no puede desechar ninguna hipótesis, y que quien se autoinculpa también tiene que demostrar en la verdad procesal esos hechos”, aseguró Duque.
El presidente mencionó que se espera la verdad real y sanciones eficaces. “Y esta debe ser una idea de quienes hemos defendido las ideas de tener un país con una justicia que tenga sanciones ejemplarizantes frente a las más execrables conductas. Los colombianos no podemos quedarnos en verdades con principios de rumor y que además no tienen un sustento hasta ahora demostrado”, afirmó Duque y pidió que el crimen de Gómez Hurtado no quede en la impunidad.
A su vez, solicitó que se enfrenten los testimonios de quienes reconocieron el crimen en todas las instituciones. "De quienes ahora de manera tardía pretenden hacer interpretaciones, conjeturas y afirmaciones”, aseguró. El presidente agregó que las ideas de Álvaro Gómez Hurtado están más vivas que nunca.
Duque reclamó porque desde su punto de vista no se ha evidenciado una reparación efectiva sobre estos hechos y criticó la transicionalidad de los acuerdos de paz. “Nadie se opone a que en aras de la construcción de una sociedad ausente de violencia se hable de herramientas transicionales porque no es la única vez que Colombia ha tenido esos escenarios”, pero dijo que se deben establecer sanciones que no terminen por revictimizar y criticó la participación política de las FARC.
El presidente recalcó que Álvaro Gómez Hurtado se hizo grande y dejó un legado porque nunca pensó en la política como la “maximización de la vanidad, sino pensando en la más grande expresión de la solidaridad y del servicio al prójimo".
En el evento estuvieron presentes otras personas cercanas al líder conservador. Uno de ellos fue su hijo, el periodista Mauricio Gómez, quien compartió una entrevista que le hicieron a su padre antes de morir, en la que hablaba de la posibilidad de dialogar con las FARC para buscar una salida dialogada al conflicto.
Para Mauricio, esta es una prueba irrefutable de que no fueron las FARC quienes cometieron el crimen, ya que en esa época era de los pocos líderes que planteaba esa posibilidad. “Este video es otra prueba de que las FARC no fueron quienes asesinaron a mi padre, era la única persona que estaba hablando de hablar con ellos, no creo que ese fuera un motivo para que las FARC lo fueran a matar”, aseguró.
“Yo tengo, no dudas, sino la seguridad, de que no fueron las FARC. El país como ustedes saben se estaba moviendo alrededor del Proceso 8.000. Mi padre le dio un tiempo a (Ernesto) Samper para ver qué tan graves eran las acusaciones y cuando se comprobó que el dinero del cartel de Cali había entrado a la campaña tomó la posición de denunciar ese hecho y de todas las irregularidades que hubo alrededor”, comentó Mauricio Gómez.
Dijo que en el momento en que asesinaron a su padre estaba “librando una batalla contra el régimen". "El cuento de que las FARC lo fueron a matar ese día, dos días después de que le estaba pidiendo la renuncia a Samper, es la cosa más extemporánea e inexplicable de toda esa mentira que están tratando de meter las FARC”, aseguró el hijo de Álvaro Gómez.
También cuestionó que si fueran verdad estas declaraciones, no se habrían mantenido ocultas durante tantos años. “Sería el primer hecho revolucionario que se hace para no ser reivindicado”, dijo Mauricio.
Cuestionó el papel de la Comisión de la Verdad y las declaraciones de las FARC. Contó que han llevado otras evidencias a la entidad que, según él, no han sido tenidas en cuenta, y dijo que las mentiras se van cayendo, haciendo énfasis en la contradicción en las versiones de Timochenko y Lozada con las de Santrich.