Una niña de 15 años, de la comunidad indígena nukak makú, habría sido secuestrada, violentada y abusada por un grupo de militares en Guaviare. Este es uno de los cinco casos que al parecer se presentaron en ese resguardo, según denunció el periodista Ariel Ávila, director de El Poder. El caso que está documentado y del que el canal digital de SEMANA hace el respectivo informe es de la niña de esa comunidad que sufrió un proceso realmente doloroso y por el cual tuvo terribles daños psicológicos. ¡Qué dolor! Los hechos habrían ocurrido el 8 de septiembre del año pasado y solo hasta hoy, por la investigación del equipo de El Poder, de SEMANA, se conoce información detallada. La comunidad nukak makú se encuentra en una zona a un poco más de dos horas y media del casco urbano del San José del Guaviare, en el corregimiento de Charras. Los hechos involucran a un grupo de militares que al parecer secuestraron a la menor, la llevaron a la fuerza al campamento del batallón y allí la encerraron en un cuarto. Días después, el 13 de septiembre, la niña apareció desnuda y fue valorada luego por las autoridades. En el relato, la víctima cuenta cómo fue violada particularmente por dos militares. Este testimonio está detallado en un informe de la Defensoría del Pueblo, luego de que el organismo de control designara una comisión para que hiciera la visita pertinente días después de conocerse la denuncia. En el documento se lee: "La menor fue retenida contra su voluntad por un espacio de cuatro días. En su denuncia dice que estuvo sometida a acceso violento por parte de integrantes del Ejército que la llevaron al sitio del campamento que tienen a la entrada de la vereda donde no le daban de comer ni de beber y luego la dejaron desnuda demabulando por la carretera". Sin embargo, los detalles desgarradores de cómo fue abusada la menor fueron ampliados en denuncias que tuvo en su poder la Procuraduría General de la Nación, en un oficio en respuesta a las Naciones Unidas. "Iba con una amiga en el centro y fue a orinar a un baño, al salir venían dos soldados que se quedaron mirándolas, se les aproximaron y la tomaron de la mano y se la llevaron. La amiga se cansó de esperarla y se fue a la maloka donde avisó que no sabía dónde estaba la menor presuntamente abusada. Sentía mucho miedo porque los soldados la cogieron del brazo y se la llevaron. Dice que de alguna manera la entraron al batallón (no es clara la forma como la entraron ) allí la llevaron a un cuarto donde la encerraron. Ahí dentro, los dos soldados accedieron a ella el domingo, lunes, martes, miércoles, jueves y el viernes por la mañana; ella se logró escapar y correr hacia la maloka llegando a las 8 de la mañana (..) mientras estaba allá no le dieron nada de comer, trató de defenderse pero ellos (los militares) la doblegaron", se lee en un apartado del informe del Ministerio Público.
La menor, una vez fue encontrada, fue sometida días después y no inmediatamente a exámenes de Medicina Legal, y luego fue llevada a un centro del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), pero días después ella decidió escapar del sitio. Aún no se conocen los motivos de su salida. Por ahora se sabe que la adolescente sufrió graves daños psicológicos y no quiere volver a hablar sobre lo que se denuncia. El Ejército emitió un comunicado este lunes en el que dice que, apenas se supo de la denuncia, el año pasado, la institución tomó acciones. "Con ocasión del hecho en el que se encuentra involucrado un personal militar en un presunto caso de violencia sexual contra una menor indígena de la comunidad nukak, hechos ocurridos al parecer en septiembre de 2019, una vez se tuvo conocimiento del mismo, el Batallón de Infantería No 19 Joaquín París inició de inmediato la indagación disciplinaria No. 26 de 2019, la cual fue verificada por la Procuraduría Regional del Guaviare a comienzos del presente año, diligencias disciplinarias que en ejercicio de poder preferente fue solicitada por la Procuraduría, encontrándose en trámite de entrega el proceso por la unidad", dice el comunicado. Este es un caso que se conoce una semana después de que se denunció la violación de una niña de 13 años de la comunidad embera en Risaralda, por parte de un grupo de siete militares, quienes aceptaron haber cometido este delito. De acuerdo con cifras de Medicina Legal, entre enero y mayo de este año se han realizado 7.544 exámenes por presunto abuso sexual. En 6.479 de los casos, las víctimas eran menores, 5.422 mujeres y 1.057 hombres. El informe señala las edades de las víctimas así: de 0 a 4 años, 744; de 5 a 9 años, 1.749; de 10 a 13 años, 2.433, y de 14 a 17, 1.553 víctimas. Al respecto, el ICBF también reveló cifras preocupantes: actualmente hay 62.000 menores bajo protección de esa entidad, de los cuales el 38 por ciento está por casos de violencia sexual y en un 85 por ciento son niñas.