Las elecciones presidenciales de 2018 podrían ser las más atípicas de los últimos tiempos. Será la primera vez en medio siglo sin la amenaza de la guerrilla de las Farc. Podría ser la primera en la que el voto de opinión sea determinante, según se desprende de los resultados de la consulta liberal del pasado domingo. La que, como nunca antes, tenga el espectro tan definido, entre izquierda y derecha. O la que podría poner en jaque a la clase política tradicional a la que cada vez más ciudadanos quieren confrontar. El próximo debate electoral, además, podría dejar algunos registros históricos. Es probable que, como nunca antes, el tarjetón tenga el mayor número de candidatos presidenciales. Todo por cuenta del mecanismo de recolección de firmas, que habilita a todo el que quiera presentarse sin necesidad de pedir el aval de un partido político. A la fecha hay más de 30 que han expresado su intención de acudir a este método. Y debido a la carga ideológica que se verá durante toda la campaña, se podría presentar una votación numerosa, que hasta ahora no se habría visto en este tipo de comicios, donde la abstención ha rondado el 50 por ciento.  Entre los candidatos por firmas, ya hay uno que parece asegurar su lugar en el tarjetón. Y es probable que llegue a esa cita con el mayor número de respaldos en la historia. Se trata del exvicepresidente de Juan Manuel Santos, Germán Vargas Lleras, quien a pesar de tener un partido político, Cambio Radical, se fue a la calle para buscar su lugar en el tarjetón. Algo que para muchos constituye un esguince a la ley.Las reglas electorales vigentes indican que para poder aspirar a la Presidencia de la República por firmas hay que recoger por lo menos 400.000 que sean válidas durante el proceso de revisión en la Registraduría, razón por la cual quienes se pliegan a este método suelen recoger algunas más para asegurar su aceptación.Puede leer: ¿Se equivoca Vargas Lleras en su estrategia?No obstante, Vargas Lleras dijo desde el momento en que se ‘lanzó al agua’ que lograría recolectar por lo menos 4 millones de firmas, algo hasta ahora inédito en la política criolla. Y, según anunció este lunes desde su natal Bogotá, ya lo logró.Y como tiene hasta el próximo 13 de diciembre para presentarlas para revisión ante la Registraduría, dijo que seguirá recorriendo el país para superar el número de firmas ya recolectado. Así –con toda la intención política de hacer ver que su candidatura se basa en el respaldo ciudadano y no en el partidario– espera presentar por lo menos 4 millones de firmas más de las que realmente requiere para aspirar. Esto, en plata blanca, es que se quiere desligar de lo que podría ser el estigma de su partido, duramente cuestionado por posible corrupción (fenómeno que golpea a todas las colectividades).“Cada día más colombianos se han venido sumando a esta iniciativa. Nos habíamos fijado una meta limitada de 2 millones de firmas y la pasamos hace mes y medio”, precisó Vargas Lleras, quien agregó que aún hay varias semanas para que más gente “se acerque y nos brinde también su respaldo”.Otra de las intenciones de este mensaje simbólico de recoger el mayor número de firmas en la historia reciente del país es desmarcarse de la imagen ruda y agresiva con que lo ven muchos colombianos, en especial después del video viralizado en el que se ve agrediendo a un escolta (el recordado ‘coscorrón’). Si bien luego pidió disculpas públicas, y le fueron aceptadas por el agredido, la opinión pública tiene más presente la agresión.En contexto: ¿Por qué ningún candidato podría vencer a Vargas Lleras? El análisis de Gómez BuendíaLo cierto es que Vargas Lleras ya tiene el récord de haber recogido el mayor número de firmas para aspirar a la Presidencia, incluso por encima de Álvaro Uribe, quien en 2002 se candidatizó con cerca de 1 millón. Y con las obtenidas hasta ahora, el exvicepresidente ya dejó rezagados a quienes también buscan espacio en el tarjetón del otro año por medio del mismo método, como Gustavo Petro o Alejandro Ordóñez, este último dijo tener ya un millón.Ahora el reto será traducir eso en votos, pues –aunque cuenta con un amplio respaldo entre las maquinarias políticas de siempre– su objetivo es presentarse como alguien desligado de ellas y, si bien es coherente con el establecimiento, quiere ser más cercano a la gente. La tarea, de acuerdo con las opiniones recientes en redes sociales y otros escenarios de discusión, no será sencilla, ya que su nombre está ligado, precisamente, a esa clase tradicional de la que se quiere apartar. Si lo logra, marcará otro récord en 2018.Uribismo exige cuentas Sin embargo, la recolección de firmas de Vargas Lleras fue cuestionada por algunos de sus contradictores. En concreto, la senadora y precandidata presidencial del Centro Democrático, María del Rosario Guerra, le exigió que le explique al país el origen de los recursos utilizados para la recolección de firmas.“Muy importante que rinda cuentas de cómo financió su campaña, quién la financió y cuánto le costó. ¿Fue Cambio Radical el que la pagó, él mismo o un tercero? Muy importante saberlo”, dijo Guerra. “Qué bueno que los colombianos sepan cómo se financiaron estas 4 millones de firmas”, añadió Guerra.