SEMANA: En plena emergencia por los incendios, ¿por qué sale del cargo?
ARBEY TRUJILLO (A. T.): No sé. Tienen que preguntarle al Gobierno. Estamos haciendo la tarea, comprometidos con los programas, les hemos cumplido a los bomberos, ellos están muy motivados. He recibido casi mil mensajes de chats de bomberos que me dicen: “Capi, no se vaya, cómo así que lo van a sacar. Vamos a hacer un paro”. Les respondo que nada de eso, que los puestos son públicos, prestados y me tocó salir. El anterior director, al que reemplacé, duró cuatro meses. El jueves pasado cumplí cuatro meses. Me imagino que ese es el periodo que debe durar un director nacional de Bomberos.
SEMANA: ¿Solo cuatro meses?
A. T.: Los tres directores recientes han durado cuatro meses, los cumplí el jueves pasado. Es una decisión del Gobierno, la respeto. Seguiré siendo bombero.
SEMANA: ¿Es tiempo suficiente para un cargo tan estratégico?
A. T.: Aquí hay muchas cosas por hacer. Diría que se traban los procesos. Exigían 860 horas para ser bombero, y la reduje a 160. Estoy firmando diplomas de los nuevos cursos que la dirección apoyó en varias regiones. Contraté instructores para que fueran a terreno y dictaran cursos a los bomberos más necesitados, y lo logramos. Buscamos recuperar el voluntariado porque se había acabado.
SEMANA: ¿Cómo lo notificaron de su salida?
A. T.: Nadie me ha avisado nada. El pasado miércoles, mi secretaria vio que publicaron la hoja de vida de mi reemplazo en la página de la Presidencia. Todo el mundo empezó a llamarme y a decirme que me iban a cambiar, pero no sabía. El jueves puse la carta de renuncia a disposición del presidente.
SEMANA: ¿Es cierto que renunció hace dos meses y no le aceptaron la carta?
A. T.: Hace dos meses hubo una dificultad, pero rechazaron la renuncia. Pero ahora está la decisión de nombrar a otra persona. Aquí estamos 24/7 hasta que llegue el reemplazo a enfrentarse con los incendios forestales. ¡Cómo está de duro este tema!
SEMANA: ¿Cuál fue la dificultad?
A. T.: Cuando uno está en los puestos públicos no puede dejarse llevar por los impulsos. Aparte, hay temas que no se pueden dar: uno no puede nombrar a una persona que no cumpla con los requisitos porque se mete en un problema. Aquí hubo un escándalo por un nombramiento. No sé si eso causó roncha.
SEMANA: Hablamos de Mauricio Ayala…
A. T.: Ustedes saben bien qué pasó.
SEMANA: Cuéntenos…
A. T.: No quiero hablar del tema, ya me dieron la oportunidad de estar aquí, lo hice y ya me voy.
SEMANA: Es decir, el Gobierno se molestó porque no nombró a una persona que no cumplía con los requisitos…
A. T.: Me imagino, no sé, no me han llamado a decirme, ‘váyase’. Simplemente publicaron la hoja de vida de mi reemplazo. La gente está muy indignada porque ha visto mi trabajo, trabajo 24 horas, he hecho un trabajo para que el Gobierno quede bien. Pero bueno, esa es la vida.
SEMANA: ¿Quién se molestó? ¿El ministro del Interior, Luis Fernando Velasco?
A. T.: Pregúntele. Con él no he hablado, el día de la junta nos saludamos, no hablamos del tema ni me ha llamado. Me imagino que es por eso, igual tomaron la decisión. ¿Para qué le damos vueltas? Quien pierde es el país. Seguiré siendo bombero.
SEMANA: ¿Es justo este cambio cuando Colombia arde en llamas?
A. T.: Deben preguntarles al presidente Petro y al ministro Velasco si priman más los intereses políticos o los generales del país.
SEMANA: Operativamente, ¿ese cambio es traumático en medio de la crisis?
A. T.: Pues claro. Ya tengo montados los esquemas, conseguí helicópteros, quien llegue tiene que empezar a hacer relaciones, a conectarse y eso tarda tiempo. De todas formas, los bomberos siguen apagando incendios con o sin recursos.
SEMANA: ¿Habló con el presidente Petro?
A. T.: No. Creo que se enteró de mi salida por los medios de comunicación. No me imaginé que mi puesto fuera tan importante, no pensé que mi salida fuera a generar tanto ruido.
SEMANA: Produce ruido porque Colombia está en un momento de crisis.
A. T.: Eso lo piensan ustedes. Tienen que preguntarle al ministro Velasco por qué lo hace.
SEMANA: ¿No ha pensado en buscarlo?
A. T.: No. Esto es como cuando una novia le dice a uno no más. Si eso ocurre, ¿para qué hablar con el suegro o la suegra? Lo que tiene que hacer uno es irse, conseguir otra. Lo mismo pasa aquí. Si en el ministerio tomaron la decisión de cambiarme, tengo que entregarle a quien llegue y seguir adelante.
SEMANA: Si los bomberos reconocen su trabajo, ¿por qué el Gobierno lo cambia?
A. T.: Eso me causa tristeza. La gente está preocupada, les digo a mis amigos que tienen que salir adelante. Le agradezco la oportunidad al presidente. Nunca me imaginé que iba a tener tanta importancia, eso me llena de satisfacción. En estos cuatro meses construí amigos, recibí el puesto con escándalos tenaces y corregimos muchas cosas. Me imagino que hay intereses políticos para tomarse la dirección, pero no me interesa. Lo que hice está a disposición de los entes de control, pueden revisar, no me han notificado una sola investigación.
SEMANA: ¿Cómo llegó al cargo? ¿Es amigo de Petro?
A. T.: No. Se hizo un proceso político en el Valle con un candidato, con unos amigos, pero no soy amigo del presidente. El ministro Velasco solicitó una hoja de vida y un alcalde amigo de él me sugirió, esa es la verdad.
SEMANA: ¿Y cómo fue la relación con Velasco?
A. T.: Nos hemos visto como tres veces. Él se mantiene muy ocupado, y yo estoy en el territorio.
SEMANA: ¿Le faltó padrino político?
A. T.: Me imagino que sí. No llegué por ningún senador. El ministro revisó mi hoja de vida y me nombró. No voy a buscar ahora a nadie para que me sostenga, considero que hice un trabajo y, si mi trabajo no me sostuvo, menos un político. Prefiero irme tranquilo que quedarme empeñado con un político.
SEMANA: ¿Le da tristeza?
A. T.: Obviamente me da tristeza y no solamente eso, sino nostalgia.
SEMANA: ¿Por qué se redujo el presupuesto de Bomberos?
A. T.: En 2023 tuvimos asignados 85.460 millones de pesos para inversión. En 2024, Hacienda presupuestó 62.050 millones. Tengo entendido que, cuando se devuelven recursos porque no se utilizan, al año siguiente hay una sanción. Eso me ha dicho el área financiera. ¿Qué pasó? La anterior administración no alcanzó a ejecutar más de 23.000 millones, los devolvieron y por eso se redujo la cifra este año.
SEMANA: ¿Y no se pudo pelear?
A. T.: Uno puede hacer la gestión. Ya le toca a la nueva directora. Imagino que es muy amiga del Gobierno, entonces le van a colaborar. Espero que dure más tiempo en el cargo que yo.
SEMANA: ¿A usted lo dejaron trabajar?
A. T.: Hoy no me han aprobado recursos. Necesito contratar un helicóptero que tuvimos hasta el 31 de diciembre y no he podido porque no hay dinero. La entidad solo tiene 23 trabajadores, de los cuales hay 19, no he podido nombrar al subdirector, al financiero, al operativo bomberil. Sin recursos, sin material humano, es muy difícil. Hay procesos que realizan los contratistas que llevan mucho tiempo porque no los traje yo. La entidad está sola, la cantidad de tutelas, derechos de petición, hasta yo las estoy contestando porque sólo quedó un abogado de planta y los demás son contratistas. No es fácil así.
SEMANA: ¿Es verdad que la dirección tuvo que devolver 11.600 millones de pesos porque usted no los ejecutó en 2023?
A. T.: No es que no los ejecutara y quiero aclararlo. Para hacerlo, tenía que realizarse una junta, la solicité al Ministerio del Interior y no la convocaron. Tengo el correo. Llegó el día (20 de diciembre) y Hacienda solicitó qué dinero íbamos a devolver y me tocó reintegrarlo. Así la junta hubiera aprobado los recursos, esa semana no los hubiera alcanzado a ejecutar.
SEMANA: ¿Quién aprueba los recursos?
A. T.: El ministro del Interior cita a una junta que la integra el presidente de la Federación Nacional de Municipios, el alcalde de Itagüí, cinco miembros de bomberos delegados del país, el representante de la Aeronáutica Civil y la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD).
SEMANA: ¿Y por qué Velasco no la convocó pronto?
A. T.: Me imagino que anda ocupado. Le he enviado correos solicitando la junta para activar la entidad. Me imagino que están esperando el cambio. Él es quien tiene que responder. Me informaron que la junta la citó para el miércoles 31 de enero a las nueve de la mañana.
SEMANA: Es decir, cuando esté nombrada su reemplazo.
A. T.: Me imagino que sí.
SEMANA: Pero la entidad está paralizada y Colombia en llamas.
A. T.: No puedo hacer nada. Sin presupuesto no puedo ejecutar, ni puedo contratar porque hay registro presupuestal y demás. Hay que esperar a que ellos aprueben con la nueva directora. Imagino que harán junta y aprobarán.
SEMANA: ¿Qué no ha podido contratar?
A. T.: El helicóptero. El contrato con la empresa que presta ese servicio es fundamental. Se tiene un presupuesto de mil millones de pesos al año, pero cobran por hora volada, a medida que van volando van pasando facturación. El año pasado, por ejemplo, sólo se le pagaron 700 millones, hubo que reintegrar dinero al presupuesto porque no se alcanzó a ejecutar. Este año, creo, será el doble por el impacto del fenómeno de El Niño. La empresa me colaboró y donó cinco horas de vuelo.
SEMANA: En las bodegas también hay elementos para los bomberos que no se han entregado en espera de la junta.
A. T.: Hay 20 máquinas de bomberos, 50 kits forestales, kits de rescate vertical, entre otros. El ministro ordenó entregarlos, pero el secretario general del ministerio tiene que revisar qué vamos a entregar y ya se nombró una comisión. Los elementos se entregan a los cuerpos de bomberos. Una vez la junta apruebe, se hace un contrato de comodato.
SEMANA: ¿Y no es tarde?
A. T.: El fenómeno de El Niño va hasta marzo y las herramientas siguen sirviendo para seguir apagando incendios.
SEMANA: ¿Ya retiró sus cosas de la oficina?
A. T.: Hace ocho días me llevé mi uniforme, unas cosas que tenía y las subí al carro porque me habían dicho que mi reemplazo estaba en exámenes.