En la noche del 27 de septiembre hombres encapuchados no dejaron que Diana María Toro entrara a su casa en Amagá, pueblo a cuarenta minutos de Medellín. Cuando estaba llegando, los hombres se montaron al carro en el que ella iba luego de romper los vidrios, y condujeron con rumbo a Carmen de Atrato, Chocó, a unas dos horas y media de camino. Dos días después las autoridades encontraron la caminoeta Chevrolet Tracker de Toro en el Río Atrato, empotrado en una roca imposible. Después de un mes, en Amagá los motivos y los autores del secuestro de Toro eran todo un misterio hasta que este miércoles el Comisionado de Paz, Miguel Ceballos, aseguró que el plagió lo realizó el ELN: “De acuerdo con los organismos de seguridad del Estado, tenemos confirmación de que Diana María Toro Vélez está en poder del ELN, específicamente del frente noroccidental”. Ceballos también dijo: “Es un caso que tiene que preocupar mucho a los colombianos. Ella es madre de tres hijos, uno de ellos un niño pequeño, y esta es una muestra clara de la falta de voluntad del ELN”. Puede leer: Cuatro secuestros tienen en vilo el proceso con el ELN Dice el alcalde de Amagá, Wílser Darío Molina, que en los más de doscientos años de historia que tiene el municipio del suroeste antioqueño, nunca hubo un solo secuestro, y que el ELN nunca tuvo presencia allí: “Sí fuimos muy azotados por la violencia del paramilitarismo, pero nunca las guerrillas se movieron aquí, tampoco ha habido una gran delincuencia común, es un caso inédito que tiene conmocionado al municipio”. Diana María Toro tiene algunas carnicerías en el municipio y su esposo Juan Carlos Restrepo, quien le confirmó a SEMANA que no ha recibido ni una sola llamada de exigencia por parte de los secuestradores, es un comerciante del suroeste antioqueño. Le sugerimos: Los dolorosos testimonios de los secuestrados de las Farc ante la JEP Restrepo ha preferido no hablar del tema ante los medios de comunicación, pues espera que en pocos días su esposa esté en libertad, por el momento se ha ocupado de sus tres hijos, todos menores de 10 años, que desde hace un mes esperan la llegada de la madre. Según le dijo a SEMANA una fuente cercana a la familia, es muy raro que el ELN haya enviado hombres desde el Chocó para realizar el secuestro, pues la familia no solía viajar a esa zona del país: “Ella tiene unos negocios de carnes y en algunas ocasiones sí viajó para ese lado comercializaba con algo de reses, pero hace mucho. Todo son especulaciones. Ella es de aquí. Una mujer camelladora, trabajadora”. Lea también: "Proceso de paz con el ELN pasa su peor crisis": Pablo Beltrán El alcalde, que es amigo de Toro desde la juventud, aseguró que la familia nunca tuvo líos con nadie en la región, por lo que las autoridades no encuentran una explicación lógica. “El día que la secuestraron la fuerza pública hizo sobrevuelos por toda la región pero no se dio con ella, hasta ahora el Gaula trabaja para traerla con vida a su casa”.