El embajador de Colombia en los Estados Unidos, Juan Carlos Pinzón, lanzó este domingo una fuerte crítica en contra de las recientes declaraciones de Rodrigo Londoño, en las que dijo que: “El secuestro fue una política equivocada, de la cual hoy nos arrepentimos”.
En entrevista con Noticias Caracol, el exjefe de la extinta guerrilla de las Farc, dijo que han respondido ante la Jurisdicción Especial para la Paz “todos los requerimientos que allí nos han hecho y la política equivocada de la que hoy nos arrepentimos y estamos asumiendo las consecuencias que esa política trajo a la sociedad colombiana y que generó heridas muy profundas y dolorosas”.
No obstante, la respuesta de Londoño generó polémica y Pinzón aseguró: “El secuestro no es una ‘política equivocada’, es un de los crímenes de lesa humanidad, que derivó en esclavitud, son imprescriptibles y con jurisdicción universal”.
“No se puede permitir que quienes cometieron esas atrocidades, se presenten como celebridades y las puedan maquillar”, agregó.
Más tarde, el embajador lanzó una crítica sobre el proceso de Paz del ex presidente Santos con las Farc: “En Colombia debemos trabajar para lograr Paz y Reconciliación. Acuerdo de la Habana no lo hizo, impuso una alianza por encima del país: Ignoró víctimas Negó la democracia Permitió impunidad y mentira Fortaleció narcotráfico, debilitó Fuerzas Armadas, y perdió control territorial Dividió”.
En días pasados, Londoño respondió a los comentarios que el senador y precandidato presidencial Gustavo Petro hizo por su foto con el expresidente Juan Manuel Santos. La foto se la tomaron con motivo de los cinco años de la firma del Acuerdo de Paz entre la administración del entonces presidente Juan Manuel Santos y la extinta guerrilla de las FARC.
“Yo tengo el sueño muy íntimo, Gustavo, de que Johan, mi hijo, sea un niño feliz que crezca lejos de la guerra y jugando con los hijos de nuestro pueblo. Es lo que más deseo para nuestros hijos y las nuevas generaciones”, escribió Rodrigo Londoño a través de su cuenta en Twitter y reaccionando al comentario del senador Gustavo Petro, en el cual se lee: “Siempre he pensado, a veces lo digo, que la paz es al final, que los hijos de los que hoy se consideran enemigos, jueguen tranquilos fútbol en las esquinas de los pueblos”.
En noviembre de 2016 se tenía previsto que comenzara a extinguirse uno de los conflictos más crueles de América. Colombia recordó los cinco años del acuerdo que desarmó a las FARC, con un inédito encuentro entre protagonistas y críticos en presencia del jefe de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). En un mismo escenario estuvieron juntos por primera vez los firmantes de la paz, las víctimas, el secretario de la ONU, António Guterres, y el presidente Iván Duque.
La asistencia de Duque, crítico de los beneficios que obtuvieron los guerrilleros implicados en delitos atroces, cargó de simbolismo el acto central en Bogotá, en la sede de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP). De hecho, el presidente Iván Duque se dio la mano con el expresidente Juan Manuel Santos. “Insistimos en pedir perdón a las víctimas de nuestras acciones durante el conflicto, la comprensión de su dolor crece a diario en nosotros y nos llena de aflicción y de vergüenza”, dijo Rodrigo Londoño, el excomandante de las extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
También conocido como ‘Timochenko’, Londoño destacó el compromiso de la gran mayoría de los 13.000 exguerrilleros que entregó sus fusiles y se mantienen dentro de los acuerdos de paz, pese a la violencia. En estos cinco años han sido asesinados casi 300 excombatientes. “Nada ni nadie podrá minar nuestra convicción de que el camino emprendido es el correcto”, sostuvo el también presidente de Comunes, el partido que surgió del desarme.