Tras doce años como congresista, Roy Barreras dio el mayor salto de su carrera al anunciar que quiere disputar la presidencia de la República. Falta un año para las elecciones, y el propósito de anticparse fue la necesidad de que todos los partidos y fuerzas que apoyaron el Sí en el plebiscito se unan para defender el proceso de paz, es decir seleccionen un candidato único para la primera vuelta, a través de una consulta. Dice el senador que esa es la única alternativa de neutralizar al Centro Democrático y al exvicepresidente Germán Vargas Lleras, a quien no ve en la coalición por la paz. Semana.com: ¿A qué se refiere con formar una coalición ‘pro paz’?Roy Barreras (R.B): “Hemos firmado el acuerdo no solo para desarmar unas personas, sino también para aprovecharlo y en lugar de desperdiciar los recursos humanos y económicos en una guerra inútil, mejor usarlos en la construcción de un Estado que acompañe a las familias. Eso se llama paz estable y duradera. La guerra nos ha impedido ver otras tragedias, por ejemplo más de 11 mil niños abusados y maltratados en sus propias familias. La decisión de ese 2018 es entre ese pasado de la guerra y el futuro de la paz que le cuento. Por eso, estamos obligados a unirnos todos los que acompañamos el Sí en el plebiscito para llegar a la primera vuelta con un candidato presidencial único. Mi primer llamado es a mi partido, al que me someto, para que defina su candidato presidencial. Luego a los partidos que acompañaron la paz para que elijan sus candidaturas únicas. Al Partido Liberal, a los conservadores y a la izquierda para hacer una colación que se defina con el mecanismo de una consulta interpartidista que sería en marzo del 2018, con el fin de llegar con candidato único a la primera vuelta. Si resulta posible meses antes ese matrimonio, estamos listos”.Semana.com: ¿por qué La U se ha demorado tanto en definir a su candidato? ¿Para cuándo le pide que lo elijan?R.B: Le estoy pidiendo a mi partido que defina el mecanismo y la fecha en la que se debe definir el candidato presidencial único, y estoy dispuesto a someterme a las reglas de juego de manera respetuosa. Eso sí, tendremos candidato presidencial único. Hay otros nombres muy respetables, pero no importa el nombre, ni el rostro ni el género. Importa es la coalición de la esperanza que permita no volver al pasado de la guerra”. Puede leer: La encrucijada de Vargas Lleras Semana.com: En otras palabras, ¿lo que le está diciendo al partido es que se defina entre usted y el embajador en Washington, Juan Carlos Pinzón?R.B: “Los que son funcionarios hoy en el gobierno están inhabilitados y yo debo ser muy respetuoso de si se animan y si son capaces de tirarse al agua. Los que estamos en la calle, en el trabajo día a día y en las regiones estamos listos para hacer lo que hemos hecho en estos años: la construcción de la paz estable y duradera. Bienvenidos todos los que se quieran tirar a la piscina, porque yo sé nadar y los espero en la piscina de La U”. Semana.com: Pero con quién quiere nadar de su partido. ¿Está Pinzón y quién más?R.B: “Yo lo que quiero es nadar con el Partido Liberal, Conservador, izquierda para llegar juntos a mayo”. Semana.com: Pero primero tiene que nadar con alguien de su partido para luego nadar con los demás. R.B: “Hay que ver si se tiran a la piscina o no. Todos ellos pueden prestar unos servicios invaluables adentro o afuera del gobierno. Son muy valiosos . De mi parte lo único que hay es una invitación fraternal a tomar la decisión. Yo he invitado públicamente al exministro Sergio Díaz-Granados, mi amigo, al embajador en Washington, Juan Carlos Pinzón, a mi amigo el ministro de Agricultura, Aurelio Iragorri, y a quien quiera apostarle a jugar en esta primera etapa”. Semana.com: Usted dice que invita a esa colación ‘pro paz’ a los que trabajaron por el Sí en el plebiscito, pero no menciona a Cambio Radical y ese partido trabajó por la misma causa. ¿No va a meter en ese matrimonio al exvicepresidente Vargas Lleras? R.B: Tengo que decirle que sin duda alguna vez vi a los dirigentes de la provincia de Cambio Radical, partido que yo ayudé a fundar, invitando al Sí. Pero ni usted ni yo escuchamos esa invitación y ese compromiso con la paz por parte de exvicepresidente, pero bienvenido si lo hace. Aquí no importa las animadversiones o las distancias personales, sino el compromiso de no echar para atrás la esperanza de la paz, amenaza advertida por el Centro Democrático, que en todos los tonos nos han notificado que si llegan al poder, van a destruir el acuerdo”. Semana.com: Y a otro partido que se da por descontado fuera de esta colación es el Polo, porque el senador Jorge Robledo no se va a unir de ninguna manera con la Unidad Nacional y él apoyó la paz. R.B: Yo soy muy respetuoso de las dinámicas de los demás partidos. Yo celebro la intención anunciada por parte de ese sector de la izquierda, que es el Polo, con los diversos sectores verdes que están divididos, pero que nos acompañaron por el Sí. Celebro que ellos tengan éxitos en esa coalición verde-amarilla y que logren proponer una candidatura de ese talante y con ese tono en la elección presidencial. Seguramente, nos encontraremos en la segunda vuelta. Reitero: no importa ni el género, ni el nombre ni el rostro de quien lidere el gobierno en el 2018 siempre y cuando garantice que el Estado esté presente en las familias colombianas en el territorio”.Le puede interesar: Los caminos de Petro a la Presidencia Semana.com: ¿Ve al exalcalde Gustavo Petro ahí en la coalición?R.B: Probablemente, los candidatos de los distintos matices de izquierda tendrán que hacer un esfuerzo tremendo incluyendo a Petro y a Robledo para intentar mecanismos de unidad, pero soy muy respetuoso de los mecanismos que vayan a decidir. Nosotros hemos invitado a quienes nos han acompañado de manera más cercana en la construcción de la paz. Estamos abiertos a ofrecerle al país una opción de centro, una opción institucional, una opción pacífica, una opción que garantice que las instituciones democráticas no terminarán incineradas por discursos populistas de extrema derecha o de extrema izquierda. Le recomendamos leer: “Si el intento es unir a la izquierda, no vamos a prosperar” Semana.com: ¿Podrán unirse antes de una primera vuelta a pesar del ego de algunos precandidatos?R.B: Esos candidatos que ya han ocupado la Vicepresidencia de la República o que tienen en el ego su principal bandera populista, tendrán que escuchar esta voz que es más importante que el ego y que les dice que la Presidencia es la paz. Es que unirse después de la primera vuelta no es un matrimonio, sino un amancebamiento obligado porque ahí no hay nada más que hacer. Pasa como con Macron en Francia. Es decir, a todos les toca unirse porque no les queda más remedio y ese amancebamiento forzado no permite hacer acuerdos programáticos ni delinear propósitos comunes, como la lucha contra la pobreza, la reforma la justicia y muchos otros”. Semana.com: ¿Por qué dejó fuera de esa alianza a un actor tan importante para el acuerdo de paz como las Farc?R.B: Porque yo estoy hablando de los partidos políticos pacíficos y desarmados que durante los últimos 10 años nos han ayudado a construir el camino de la paz. Como usted sabe las Farc en los últimos 10 años no ha sido ni un partido político ni una fuerza desarmada, han sido un grupo armado ilegal, violento, que tomó en buena hora la decisión de dejar las armas para siempre y que si cumplen con su compromiso serán un partido en el futuro”. Semana.com: en los recientes días usted ha reforzado más su discurso frente a Vargas Lleras y ha criticado a esas personas que nacieron destinadas a ser presidentes de un país, que “gateraron en tapete y no en el suelo”, como usted ha dicho. Podría decirse que también se refería al presidente Santos...R.B: “Pero fíjese que la virtud del presidente Santos, como él mismo lo recordó una vez y que le achacaron también a Winston Churchill y sobre todo a Franklin Delano Roosevelt, es que se proclamaron traidores de clase. Santos, habiendo tenido todos los privilegios, le apostó a la paz y a las víctimas. Eso le mereció el Nobel, mi respeto y afecto, y sin duda un puesto en la historia. Eso lo ennoblece. Lo que pasa es que la inmensa mayoría de estos príncipes herederos no tuvieron como prioridad la paz, sino la defensa del status quo de los privilegios, del sistema financiero y de los terratenientes, como algunos que no solo celebraron el triunfo de Trump, que es un presidente discriminatorio, sino que se fueron a lagartearle un encuentro y no alcanzaron ni siquiera a tomarse una selfie con él. El oso del año fue esa falsa reunión”. Puede leer: El Centro Democrático y su guerra Semana.com: Pastrana también viene de familia presidencial y le apostó a la paz. R.B: Sí, pero Pastrana no tenía la condición de estadista ni la fuerza política para lograr liderar la mesa del Caguán y eso se le desmadró. Pastrana fracasó en el intento de la paz, pero lo intentó. Sin embargo, se está traicionando a sí mismo. Los egos, como usted dijo, son muy complicados y como él no hizo la paz, odia al que la pudo hacer.