Varias polémicas se han desatado en Cali en torno a un solo tema: la estatua de Sebastián de Belalcázar, la cual fue derribada en abril de este año por indígenas que participaron del paro nacional.
En un video aficionado se ve cómo un puñado de personas se acercaron en ese momento al monumento, enlazan algunas cuerdas y hacen presión para derribarla. Contados segundos después, la estatua cae ante la celebración de quienes cometieron este acto que la administración municipal ha considerado como vandalismo.
Desde ahí la polémica por la estatua no ha cesado y hoy, siete meses después, el tema vuelve a recobrar fuerza. Todo porque el ministro de Defensa, Diego Molano, en medio de un consejo de seguridad que realizó en Cali, dijo que tras su visita a la capital del Valle le confirmaron que Sebastián de Belalcázar se pondrá de pie nuevamente.
Según le dijo el ministro a El País de Cali, la información fue confirmada por el secretario de Seguridad de esa ciudad, Carlos Soler. “Hoy dieron una buena noticia, el secretario de Seguridad indicó que la estatua la van a poner en pie. Eso es un signo muy importante de reactivación”, le dijo Molano a ese medio.
No obstante, el secretario de Cultura de Cali, Ronald Mayorga, aclaró que el monumento no estará listo este año. “No es cierto que Sebastián de Belalcázar vaya de regresar en los próximos días a su espacio habitual”, explicó el funcionario, según reportó Caracol Radio.
Asimismo, Mayorga sostuvo que por ahora el proceso llevará más tiempo: “Está surtiendo su proceso de restauración a cargo de una restauradora profesional, por ahora se encuentran en la restauración del pedestal y se necesitará mucho más tiempo para terminar todo el proceso de recuperación del monumento”, dijo según ese medio radial.
Sin embargo, en ese vaivén de contradicciones surgió otra polémica y fueron las duras declaraciones que dio el alcalde de Cali, Jorge Iván Ospina, arremetiendo contra el ministro Molano.
El mandatario local se refirió al tema de la estatua y sentenció que “el ministro debe saber que vuelve (la estatua de Sebastián de Belalcázar) de la misma manera que tienen que volver los monumentos de nuestro pueblo afro, de nuestro pueblo indígena, de nuestro pueblo mestizo y del español. No podemos negar nuestro linaje y la integración de razas que tenemos en Cali y el señor ministro (Diego Molano) que mande en Bogotá, que aquí mandamos los caleños”.
Como era de esperarse, sus declaraciones generaron reacciones en el país. Uno de los que reaccionó fue el senador del Centro Democrático Gabriel Velasco Ocampo, quien en su cuenta de Twitter se refirió al alcalde Ospina: “Jorge Iván, quien es bravito para pelear con opositores pero blandito para pararse del lado de los caleños y luchar contra la delincuencia, ahora quiere cazar pelea con el MinDefensa”, trinó.
En ese sentido añadió: “Por favor Jorge Iván Ospina, Cali clama por orden y autoridad, y a vos eso te quedó grande”.
Como se sabe, en este momento la restauración del monumento es objeto de polémica y su proceso tendrá un costo aproximado a los 500 millones de pesos. Según anunció el director de la Unidad de Bienes y Servicios de la Alcaldía de Cali, los encargados de recomponer la obra son los mismos que adelantan estas labores en Popayán, donde también fue derribada otro monumento por los manifestantes.
La cifra generó cuestionamientos a la administración distrital por lo costosa. El senador Gabriel Velasco del Centro Democrático, y quien ha sido un constante crítico de la administración de Jorge Iván Ospina, aseguró en su momento que la restauración tendría un costo mucho menor.
“La restauración de la estatua de Belalcázar había sido cotizada en 20 millones de pesos. Sin embargo su restauración parece que fue contratada por 394 millones de pesos. La Alcaldía de Cali debe aclarar la razón de este sobreprecio de manera inmediata. ¡No hay derecho!”, afirmó, a pesar de que la cifra terminó siendo mucho mayor.
Cabe recordar que en el lugar en donde estaba alojada la estatua de Belalcázar en medio del paro se generó todo tipo de polémica. Por ejemplo, luego de que fuera derrumbado el monumento se instaló una cabrá de metal en el pedestal, que posteriormente también fue retirada.