Lo han visto. Sigue vivo. La fuente, de alta credibilidad, da por hecho que Pablito, el último comandante tropero que le queda al Coce, el que consideraron el Mono Jojoy del ELN y por cuya cabeza ofrecen hasta 4.000 millones de pesos, está en Venezuela. También otra persona, conocedora de sus pasos, le dijo a SEMANA que no ha muerto y que se desplazó recientemente al Catatumbo.

Pero un tercero consultado por la revista afirma que, por dos vías distintas, ambas creíbles, le han asegurado que murió en un hospital venezolano. El ELN, por su parte, ha guardado silencio y el Gobierno no se pronuncia aún sobre ese rumor.

SEMANA, por tanto, no puede establecer todavía qué ha pasado con Gustavo Aníbal Giraldo, de 53 años, alias Pablito, el cerebro de la bomba de la Escuela General Santander, además de un sinnúmero de delitos atroces. La imposibilidad de establecer la suerte de un peligroso terrorista prueba la dificultad de combatir a las bandas criminales cuando sus jefes residen en Venezuela, cobijados por las fuerzas de seguridad chavistas.

Si llegara a confirmarse, la desaparición de Pablito debilitaría aún más al otrora poderoso frente de Guerra Oriental, pues al supuesto deceso del gran jefe habría que sumar la pérdida de tres de sus cuatro lugartenientes –William, Antonio y Pimpón–. Ya solo quedaría el veterano Jorge Heliodoro, experto en explosivos.

Complejidad para reemplazar la vieja guardia

Para investigadores consultados, la complejidad de reemplazar a la vieja guardia con alfiles de idéntica experiencia delincuencial sería una de las razones por las cuales dicho frente dejó de ser un buque insignia para los elenos, protagonista de ataques que segaron las vidas de un alto número de militares y policías. Los nuevos mandos carecen de dilatada trayectoria criminal, formarlos requiere años y en los últimos tiempos Pablito asesinó a varios de ellos –fuentes indican que al menos a diez– en castigo por robar dinero o cometer otros actos de indisciplina. A diferencia de tiempos pasados, afirman quienes le siguen los pasos, ejecuta a sus supuestos traidores sin mediar ningún tipo de consejo de guerra.

Por eso debió cambiar de estrategia, abandonar ataques que requieren un elevado número de combatientes, para concentrarse en el terrorismo. Jorge Heliodoro estaría dedicado a entrenar a cada ficha en especialidades concretas que exige cada atentado. La intención es generar un alto impacto en la opinión pública con un pequeño número de efectivos. Todo ello ha provocado que no solo no pueda enfrentar de tú a tú a la fuerza pública, sino que deba andar con pies de plomo en Venezuela.

Por ello, los cabecillas del frente de Guerra Oriental habrán seguido con máximo interés la arremetida de las Fuerzas Armadas chavistas contra las Farc-EP de Gentil Duarte, contrarias a Márquez, para vislumbrar lo que podría ocurrirles en el futuro. Si los echaran del santuario tendrían que levantar los campamentos, que sirven de centros de recuperación de enfermos y escuela de mandos y guerrilleros.

Si bien quienes analizan a Pablito consideran que optará por esperar a ver cómo termina la confrontación entre las dos disidencias, también auguran que Caracas lo forzará a pactar con sus aliados de la Nueva Marquetalia. Ya lograron que John 40, narco puro desde que militaban en la antigua banda guerrillera, apareciera en el último video junto a Márquez, dando a entender que abandonó a Duarte y les lleva a sus rivales los ingentes recursos que proporcionaba, producto del narcotráfico y la minería de oro en Venezuela.

La decisión mermará las finanzas de la disidencia más antigua, la primera que retornó a Arauca para retomar las armas y delinquir estos últimos años en la misma zona de Pablito con un pacto de no agresión.

También habrá que estar atentos a la respuesta que darán los elenos al reciente comunicado de Jesús Santrich llamando a la unidad de las guerrillas. La grabación comienza con un mensaje de alias Gabino, líder del ELN, quien aboga por cesar “la confrontación armada entre revolucionarios”.

Aunque lo más probable es que se trate de un viejo discurso y no una declaración actual, el excongresista Santrich, que aparece fuertemente armado, lo aprovecha para “felicitar las palabras del comandante en jefe del ELN” y abogar por “encontrar caminos de entendimiento con todas las fuerzas revolucionarias”. Tanto ese video como la presencia de John 40 en el de Iván Márquez pueden interpretarse como “un mecanismo de presión para la unificación” de las disidencias, señala un experto que pide anonimato, y una manera de pedir a todo el ELN que evite confrontaciones con ellos.

Ante el nuevo escenario, ¿qué hará el frente de Pablito?