Se abre un nuevo capítulo en la serie de disputas que se han generado tras el conocimiento del fallo proferido por la Corte Internacional de la Haya el pasado 19 de noviembre del 2012, en donde Colombia perdió alrededor de 70.000 kilómetros cuadrados de espacio marítimo en el mar Caribe. Esta vez, el gobierno de Nicaragua dio a conocer a través del portal web de su Ministerio de Energía y Minas las intenciones de iniciar una oferta para la exploración y explotación de hidrocarburos en áreas que pertenecen a Colombia y otros países. La entidad oficial extranjera también publicó el mapa que muestra que un número significativo de los bloques ofertados están ubicados en áreas colombianas, incluidos Quitasueño y sus áreas adyacentes. “El Gobierno de la Republica de Colombia se permite reiterar que no aceptará ni permitirá labores de exploración o instalación de infraestructuras para explotación de hidrocarburos bajo concesiones que pretendan ser otorgadas por el Gobierno de Nicaragua en áreas que corresponden a Colombia”, sostuvo un comunicado la Cancillería. La noticia causa desazón dado que muchos de los bloques ofertados se encuentran dentro del área de la reserva de biósfera Seaflower, protegida por la Unesco, y contradice las declaraciones del presidente nicaragüense, Daniel Ortega, quien habría asegurado el pasado diciembre que su país no otorgaría ninguna concesión de exploración de yacimientos petrolíferos en la zona. La oferta se dio a conocer días después de finalizado el Seminario Internacional sobre Explotación Petrolera, organizado por el Ministerio de Energía y Minas de Nicaragua y el gobierno de Noruega, país que financió el evento, que tuvo como tema principal el fortalecimiento institucional y legal de este tipo de actividades en dicho país. Actualmente, la concesión para la exploración petrolera en esta zona ‘costa afuera’ del Caribe nicaragüense pertenece a la empresa norteamericana Noble Energy, la cual opera en este país desde el año 2009 y cuya exploración inició en el 2011.