Gustavo Petro tiene claro que nunca en la historia reciente del país tenía tanta opción para alcanzar la Presidencia, al menos por ahora. Es el favorito en las encuestas, se sostiene en el primer lugar lejos de sus competidores desde hace meses y en el país reina una apatía por la clase política tradicional. Por esto, el líder de la Colombia Humana ha adoptado una estrategia que años atrás fue impensable en su estructura política: aliarse con reconocidas figuras políticas así vayan en contravía de los ideales de quiénes le siguen desde hace varios lustros.
El arribo del exgobernador de Antioquia Luis Pérez al Pacto Histórico está generando ruido. El exmandatario paisa forma parte de la clase política tradicional, durante años estuvo cobijado bajo la sombra del expresidente César Gaviria, e incluso fue cercano al expresidente Álvaro Uribe. En 2020, meses después de dejar la Gobernación de Antioquia, lanzó su libro ‘Álvaro Uribe: un soldado de la argumentación’.
El arribo de Pérez al Pacto Histórico estaba cantado. Desde finales de noviembre de este año el senador Alexander López, del Polo Democrático, se encontró en un restaurante en Bogotá con el exmandatario y le planteó la opción de llegar a la izquierda. El senador Luis Fernando Velasco, rebelde del oficialismo liberal y hoy en los brazos del petrismo, empujó la llegada del exgobernador.
Tal como lo reveló SEMANA el jueves pasado, Pérez y Gustavo Petro se encontraron por primera vez en un afamado restaurante de Bogotá y hablaron del ingreso del antioqueño al Pacto Histórico, un fichaje que, aunque a Petro le trae más de un dolor de cabeza al interior de los partidos progresistas, le significan casi un millón de votos que el paisa tiene en su departamento. Además, le garantiza al hoy senador la conquista de un electorado grande en Antioquia, donde el uribismo sigue siendo fuerte.
Mientras los propios seguidores de Petro hacen ruido frente a la llegada de Luis Pérez, el hoy candidato presidencial de la izquierda intentó calmar las tensiones al aclarar que el Pacto Histórico “es entre diferentes, si no no es pacto. No estamos construyendo un partido, sino una forma de gobernar donde es imprescindible el acuerdo sobre lo fundamental que garantice realmente los derechos esenciales de las personas”, dijo.
Ese mensaje lo escribió Petro horas antes que el senador Iván Cepeda, uno de sus grandes aliados en su carrera política por la Presidencia, rechazara el ingreso del paisa al Pacto Histórico. “Las relaciones políticas del Pacto Histórico deben estar exentas de personas que hayan hecho parte del uribismo, hayan sido acusadas de complacencia con acciones del narcoparamilitarismo o señaladas por actuaciones corruptas. Rechazo cualquier alianza con el señor Luis Pérez”.
Por la misma línea está la opinadora y actriz Margarita Rosa de Francisco, una artista que se convirtió en una de las más firmes defensoras de Petro. “Por favor, señores del Pacto, Gustavo Petro y compañía, reculen o expliquen esto en una rueda de prensa o algo porque si no, sería muy jodido defender principios”, expresó.
Gustavo Petro no reculará. Así lo dio a entender en su más reciente mensaje en Twitter y así ha venido ocurriendo, según sus más recientes actuaciones.
No se puede olvidar que el arribo al Pacto Histórico del líder cristiano Alfredo Saade también generó roncha. Aunque algunos progresistas alegaron que él estaba en contra del matrimonio entre parejas del mismo sexo, el aborto y la eutanasia, aún así, hoy sigue en la coalición de izquierda porque promete llevar a un sector importante de religiosos que anteriormente le tenían apatía a Petro.
La misma historia se repitió cuando el senador Armando Benedetti dejó a un lado el santismo -inicialmente había sido uribista- para terminar en el Pacto Histórico. Él, desde La U, saltó a la coalición progresista, y aunque inicialmente no fue visto con buenos ojos en la Colombia Humana, hoy más un sector de izquierda lo considera clave en la organización de la campaña. Recientemente lideró la primera aparición de Petro en esta campaña en Barranquilla donde más de 8.000 asistentes lo acompañaron. La convocatoria la lideró con Nicolás Petro, el hijo del hoy candidato presidencial.
Con el arribo del senador Roy Barreras ocurrió la misma historia de Benedetti, pero hoy él ha logrado ganarse un lugar importante al interior del Pacto Histórico. No obstante, los propios líderes progresistas impidieron que Sandra Villadiego, cercana de Roy, y esposa de un parapolítico, aspirara al Senado por el petrismo en Bolívar.
Más allá de los principios y la ideología política, Petro aprendió la lección y tiene claro que en 2022 deberá sumar si quiere alcanzar la Casa de Nariño. Sin embargo, como lo dijeron en su momento los senadores Iván Cepeda y Wilson Arias, “no todo vale en el Pacto Histórico”.