MARÍA JIMENA DUZÁN: ¿Cómo cayó en la comunidad raizal el anuncio del presidente Santos? GREG HUFFINGTON: No nos gustó y por varias razones. La primera es que en su alocución no se refirió al pueblo raizal que es el gran damnificado con el fallo de La Haya. Ni siquiera mencionó nuestra etnia. Y la segunda razón es que con la tesis de no aplicar al fallo hasta tanto no se haga un tratado con Nicaragua, deja abierta la puerta para que el país acepte el fallo. Y eso para los raizales significa perder 75.000 kilómetros de nuestro mar. Un territorio que por lo demás, no nos lo dio el país. Nosotros nos anexamos con ese territorio, nuestro territorio. M.J.D.: Vamos por partes. El presidente en su alocución habló de los pescadores de las islas y de la necesidad de garantizarles la pesca artesanal. ¿No fue eso suficiente?G.H.: No, no lo fue. No dijo lo que significaba la pérdida de ese mar para el pueblo raizal que considera ese territorio parte de su acervo cultural. Él habló de los derechos de los colombianos y sí, nosotros somos colombianos pero, ¿dónde están en su discurso los raizales, es decir, los dueños del territorio que fueron perjudicados por el fallo? M.J.D.: ¿Pero no le parece que desconocer el fallo abiertamente, como quieren ustedes, abre la posibilidad de una guerra con Nicaragua?… ¿Eso es lo que quieren? G.H.: Una guerra con Nicaragua sería una opción muy difícil para nosotros. Detrás de Nicaragua están Rusia y China. Esta disputa viene acompañada de grandes intereses económicos. M.J.D.: Y entonces, ¿qué esperaban? G.H.: En el fondo, el gran problema es que nunca el Estado colombiano ha tomado en cuenta nuestra voz en la toma de decisiones sobre nuestro territorio. Eso sucedió durante el gobierno del presidente Pastrana y de Álvaro Uribe. Solo después de que se produjo el fallo este gobierno intentó enmendar en algo ese olvido: envió al alcalde y al gobernador del departamento a hablar ante las Naciones Unidas junto con algunos miembros de la comunidad. Pero en la toma de decisiones que se hicieron en los años anteriores no hubo ninguna participación de los raizales. Habría que mirar las actas de la comisión asesora de relaciones exteriores para saber realmente qué fue lo que pasó y quiénes fueron los responsables de lo que nos pasó. Por eso sería muy bueno que esas actas se le revelaran al país. Hay que hacerles un juicio político a las personas y a los gobiernos que fueron responsables de la pérdida de 75.000 kilómetros de territorio. ¿Hoy quién responde por el daño que nos hicieron? Nadie.M.J.D.: Y ahora que ya se produjo el fallo, ¿sienten que también los están dejando por fuera? G.H.: Ahora no nos basta con que nos mencionen en la prensa sino que el Estado nos haga parte de las decisiones que está tomando a raíz del fallo. El presidente está hablando de aceptar el fallo si se hace un tratado con Nicaragua. Pues bien, ese tratado debe hacerse con los raizales. El presidente debe sentarse con nosotros a escribir los párrafos de ese tratado y no hacerlo a espaldas nuestras. Debe sentarse con la comunidad raizal y sobre todo con los opositores. M.J.D.: ¿Como cuáles?G.H.: Estamos viendo que el gobierno solo se reúne en las islas con los grupos afines a él y deja por fuera a la comunidad raizal que está en la oposición. Eso pasó cuando el presidente vino a Providencia. M.J.D.: ¿Se refiere a los grupos raizales más radicales que están promoviendo la independencia del archipiélago de Colombia? G.H.: Sí, me refiero a ese grupo, el cual está creciendo cada vez más en las islas y a otros que si bien no quieren independizarse de Colombia sí buscan tener un estatus político diferente.M.J.D.: ¿Usted quiere independizarse de Colombia?G.H.: Yo creo que la figura de un Estado libre y asociado a Colombia sería la mejor opción para nosotros. Pero viendo las políticas del gobierno se les da la razón a las personas que están promoviendo la independencia de Colombia. Mire, si seguimos como vamos en 50 años nuestro pueblo va a desaparecer. Cuando se promovió en los cincuenta el éxodo masivo de personas del continente de la costa Caribe a las islas, esa medida nos convirtió a los raizales en una minoría, cosa que lograron en San Andrés donde ya nos desplazaron de nuestro propio territorio. Igual pasó con la decisión de declarar las islas puerto libre. ¿Usted cree que se hizo para beneficiar a los raizales que en ese entonces eran una comunidad que no estaba acostumbrada a ese tipo de comercio o para beneficiar a los libaneses y los comerciantes que venían del continente?M.J.D.: ¿Y por qué considera que la figura del Estado libre y asociado es la mejor opción? G.H.: Hace unos meses en el departamento se realizó un Foro sobre autonomía y vinieron diferentes expositores del Caribe. Allí Eduardo Verano de la Rosa planteó la tesis de que la única estrategia que nos quedaba a los raizales para recuperar ese mar que perdimos era la de convertirnos en un Estado libre y asociado a Colombia. Yo comparto esa opinión. Si nos conformamos en un Estado insular tenemos derecho a más de 100 kilómetros de territorio y nosotros perdimos 75.000. M.J.D.: ¿Qué opina de todas las inversiones que ha planteado el gobierno Santos para ayudar a mitigar los efectos del fallo? G.H.: El país no nos puede pagar por el daño que nos han causado. Que eso quede claro. Su defensa fue pésima. En cuanto a las inversiones que están haciendo en el archipiélago y en especial en Providencia tengo el temor de que no vayan a beneficiar a la comunidad raizal. Mire, en Providencia se está construyendo un spa que no fue consultado con la comunidad. Cuando se presentó esa idea, el propósito era darles herramientas a las personas que ya trabajan en nuestro municipio como masajistas y que viven de ese oficio prestando sus servicios en la playa a los turistas. Pero ahora se ha convertido en un megaproyecto hotelero. M.J.D.: ¿Eso no generaría empleo en una isla donde los jóvenes no tienen en qué trabajar y terminan metidos en el tráfico de drogas? G.H.: Repito: esas inversiones me parecen buenas siempre y cuando beneficien a los raizales. No queremos que pase lo que sucedió en San Andrés donde las inversiones fueron hechas desplazando a los de nuestra etnia. Uno va a un hotel y es muy raro encontrar a un raizal. Cuando allá necesitan un puesto, montan unos perfiles que los raizales no pueden cumplir para justificar la traída de alguien de afuera. ¿Qué es más beneficioso para los raizales: hacer grandes megaproyectos hoteleros como los que nos están proponiendo o ayudar a mejorar los pequeños hoteles que funcionan en las casas de los raizales en Providencia? M.J.D.: Usted le echa la culpa al gobierno nacional de las malas políticas. Pero estas han sido implementadas por raizales que son los que desde hace años se han tomado la política. G.H.: Eso es cierto. Desafortunadamente todas esas políticas que nos han afectado negativamente han contado con la bendición de varios de nuestros gobernantes. Yo creo que estos dirigentes, con el afán de crecer políticamente o de llegar a trabajar en el gobierno nacional, ceden a las presiones que vienen de afuera. Hubo un caso, el del gobernador Ralf Newball, que no cedió a esas presiones y terminaron sacándolo. M.J.D.: Usted es el primer líder raizal en hablar de manera franca sobre lo que pasa en la isla. ¿Ese miedo que se siente es porque el narcotráfico se ha tomado estas islas?G.H.: Es un fenómeno que llegó a nuestro territorio y no veo que se vaya a acabar porque mueve mucha plata. Si le dicen a un joven que vaya a trabajar por un salario mensual que no pasa de 1 millón de pesos y resulta que él tiene la posibilidad de que con solo unos días de ‘trabajo’ puede hacer cientos de millones, pues es muy difícil que escoja la primera opción. Eso además genera violencia en una comunidad tradicionalmente pacífica. M.J.D.: Y la divide…la mafia que he visto es de raizales. He visto sus camionetas Hummer, sus casas…G.H.: El narcotráfico penetra a todas las esferas y también ha penetrado a las nuestras. Eso es cierto. M.J.D.: ¿Por qué si hay tanto descontento, no protestan los raizales? G.H.; Nuestra comunidad es muy pacífica. Solo ahora, a raíz de este fallo está empezando a hacerlo. A muchos les da miedo protestar porque pueden tener algún familiar en una empresa privada o en el gobierno y protestar para ellos significa perder su empleo. M.J.D.: ¿Qué opina de que el expresidente Uribe, bajo cuyo gobierno se afinó la estrategia que terminó con la pérdida del territorio, sea hoy el soldado más fiel de la causa de los raizales? G.H.: Los políticos son oportunistas. Esta situación en la que estamos en gran parte es el resultado de la gestión hecha por los ocho años del gobierno de Uribe. Él nunca consultó con la comunidad raizal y al contrario nos invisibilizó todo este proceso. Pero le repito: eso no solo lo hizo ese gobierno sino que es una política de Estado concebida con el fin de reducirnos y de hacernos desaparecer de nuestro propio territorio.