La senadora Paola Holguín y el congresista Juan Espinal, ambos del Centro Democrático, no se dieron por vencidos porque el vandalismo no les dejaba en pie las vallas con las que promovían la revocatoria del alcalde de Medellín, Daniel Quintero.

Ante las más de 20 veces en que la delincuencia destruyó sus mensajes contra el mandatario, decidieron idear unas vallas donde sostienen el mensaje frente a la revocatoria, pero además dejaron un espacio en blanco para que los opositores, o quienes destruyen sus avisos, plasmen sus ideas.

Estas vallas ya no tienen los rostros de Holguín y Espinal, pero sí sus números correspondientes del tarjetón a Senado y Cámara. A renglón seguido una frase que dice: “Arriba los que defendemos a Medellín de Quintero. Abajo, los comunistas. Destruyan aquí”.

Justo en ese lugar hay un espacio en blanco donde los ciudadanos o inconformes pueden manifestarse sin necesidad de dañar el telón.

La senadora Paola Holguín se refirió a una frase del jugador de beisbol, Babe Ruth, que dice que es difícil vencer a una persona que no se rinde. “Nosotros no nos rendimos”, afirmó.

“Lo que queda en una democracia es seguir luchando por elevar nivel del debate, ante la falta de argumentos, de capacidad para el debate, apelan a la destrucción. Nosotros continuamos con nuestra tarea, con nuestro mensaje, luchando para defender a Medellín de Quintero y luchando para salvar a Colombia del comunismo”, añadió la senadora.

“Acabamos de instalar nuevamente la valla que ha sido vandalizada en 10 ocasiones, en la parte inferior de la valla podrán expresar sus opiniones, ojalá sea con propuestas, y no con cuchillo”, dijo del congresista Juan Espinal, mientras la diputada del Centro Democrático en Antioquia Verónica Arango les habló a los vándalos y les dijo: “Ojo: ¡Opinen, no vandalicen!”.

Estos avisos, según conoció SEMANA, han sido destruidos en 20 oportunidades recientemente por vándalos, al parecer, inconformes con el derecho democrático que ejercen los dirigentes de derecha.

Una de las vallas donde aparecen las fotografías de Holguín y Espinal pidiendo que se defienda a Medellín ha sido destruida 10 veces. Es más, ni siquiera dura tres días instalada cuando ya es objeto de destrucción por ciudadanos que aún no han sido identificados.

Las otras forman parte de publicidad donde los dirigentes del Centro Democrático dicen “no al comunismo”.

Cada vez que la imagen de una valla es destruida, los dirigentes pagan hasta un millón de pesos por la instalación de una lona nueva, pero cuando la estructura es destruida por completo la cifra se eleva hasta 9 millones.