Tras su detención, y a medida que ha venido colaborando con la Justicia contando lo que ocurrió, se ha transformado en uno de los hombres más amenazados del país. Cuatro intentos de asesinarlo han sido descubiertos, lo que lo obliga a desplazarse a las audiencias con un complejo dispositivo de seguridad del CTI que puede llegar a las 50 personas. En la celda del búnker duerme con un chaleco antibalas y a veces usa una cobija antibalas. Desde su arresto solo ha hablado con las autoridades a quienes les está contando todos los detalles de lo que sabe. Por primera vez habló y lo hizo en exclusiva con SEMANA. En una extensa entrevista cuenta con lujo de detalles aspectos desconocidos de lo que hizo como hacker: las órdenes que recibió, con quién se reunió, cómo fue su participación en la última campaña presidencial, su relación con la Dirección Nacional de Inteligencia (DNI), los militares en el escándalo y los vínculos con la llamada fachada Andrómeda. Como si lo anterior fuera poco, menciona cuestionables actuaciones de importantes personajes públicos como el procurador general, la Contraloría, varios generales y políticos como la representante María Fernanda Cabal, entre otros. Y revela la existencia de varias células o grupos a los que perteneció y que desde el año pasado venían trabajando en lo que denominan “plan estratégico contra el proceso de paz”. De todo lo anterior afirma tener pruebas como audios, videos y correos electrónicos. Las declaraciones de Sepúlveda sin duda alguna levantarán una polvareda política. “Lo que se necesitaba era tener información del proceso de paz”
SEMANA: ¿Y qué fue lo que pasó? A. S.: Todo esto empezó en enero que se iniciaron los acercamientos con la campaña de Óscar Iván, cuando empecé a manejar la parte de presentarle a Óscar Iván, a Luis Alfonso y a David Zuluaga quién era yo, qué hacía. Me dejaron muy claro que ellos no necesitaban una persona que les manejara redes sociales, porque eso lo podía hacer casi cualquier persona. Ellos querían un experto en seguridad informática que tuviera acceso directo o indirectamente a organismos del Estado, de inteligencia. En mi caso siempre he tenido afinidad por la fuerza pública y en 2013 yo tuve mucha participación en el apoyo a varios casos con la Policía nacional y a ellos, a la campaña, les parecía muy interesante mi labor, no desde el punto de vista de apoyo a la fuerza pública, sino de obtener información que se pegara al discurso del expresidente Uribe que es no al proceso de paz. SEMANA: ¿Pero ellos específicamente sabían o le dijeron explícitamente que tenía que aprovechar los contactos que usted tenía en la fuerza pública para obtener información privilegiada? A. S.: Esto empezó como un juego, esto empezó de a poquito, me decían que iban a evaluar mi experiencia, que iban a evaluar mi conocimiento, que iban a evaluar ciertas cosas, hasta que en algún punto Luis Alfonso Hoyos se descaró y me dijo que lo que se necesitaba era tener información del proceso de paz y obtener información de inteligencia de la fuerza pública. SEMANA: ¿Él de frente le dice eso? A. S.: Después de unos 15 o 20 días me lo dice de frente. SEMANA: ¿Y le dice utilice X o Y métodos? A. S.: No, debido a mi experiencia en seguridad informática y a que yo apoyé fuerza pública desde la parte de seguridad informática, ellos asumían que yo podía llegar a tener conocimiento e incluso me lo preguntaban de frente. Usted tiene gente que pueda conseguir información, se puede obtener cierta información del proceso, tiene usted capacidad para obtener información del proceso y el expresidente Uribe siempre tuvo fuentes que le suministraban correos electrónicos, datos de acceso. Lo que se dijo directa e indirectamente es si yo podía llegar a acceder a esa información por mis medios técnicos. Lo que ellos estaban pagando no era una campaña en redes sociales sino un experto en seguridad informática y experto en campaña negra. Redes sociales, siempre me dijeron, lo hace cualquiera. “El equipo negociador por parte del gobierno estuvo plenamente infiltrado”
SEMANA: ¿Parte de lo que usted hizo con el tema de La Habana era contra la guerrilla y también con el equipo negociador? A. S.: Desde mi parte yo solo me especialicé en Farc. Pero yo sí tuve pleno conocimiento de que el equipo negociador por parte del gobierno estaba infiltrado, Humberto de La Calle, Eder si no estoy mal, Jaramillo, yo no me puedo atribuir eso y a mí la gente me dice o muchas personas creen que yo me estoy dejando de atribuir cosas, pero yo solo acepto lo que pasó y lo que yo hice. Pero sí estoy 100 por ciento seguro de que el equipo negociador por parte del gobierno estuvo plenamente infiltrado. SEMANA: ¿Cómo sabe usted quiénes fueron los que infiltraron al equipo negociador? A. S.: Yo dentro de las conversaciones que hubo con Andrómeda siempre supe porque ellos me lo dijeron en diferentes ocasiones, en diferentes situaciones y varios por separado que habían sido ellos cumpliendo instrucciones de arriba, siempre hago énfasis en eso. Entonces yo les decía, venga loco, ¿De quién? de arriba. Después, en diferentes ocasiones, ya entrados como en más confianza, empezaron a nombrar altos mandos militares, nunca especificándolos por completo. Yo les decía nombres y ellos simplemente se reían y pues es una manera de acertar, aquí no se trataba de jugar ni al espía ni nada sino estamos hablando entre amigos. “El Centro Democrático era receptor de la información”
SEMANA: ¿Y la relación suya con Andrómeda en qué consistía? ¿En intercambio de información? A. S.: No, nunca fue un intercambio de información. Andrómeda la tenía toda. Lo que se hacía con Andrómeda era comprar información que favoreciera, cuáles eran los objetivos de la campaña de Óscar Iván Zuluaga, dar cumplimiento de la instrucción de no al proceso de paz. La vino liderando Uribe tiempo atrás con diferentes peones. Cuando Óscar Iván Zuluaga se montó como candidato del Centro Democrático, el discurso era no al proceso de paz. Qué debía hacer yo como director en la parte en la que me especialicé en la campaña, suministrar información a la campaña y que ellos la empezaran a filtrar. Ellos se basan en el escudo de que era información que todo mundo conocía. Eso es falso. La información que me suministraban a mí yo siempre la compartí con la campaña de manera directa y yo después veía que había otros grupos que hacían lo mismo que yo y se encargaban de distribuir los mensajes. SEMANA: ¿La campaña sabía que esa información venía eventualmente de Andrómeda? A. S.: Claro, para que a mí me dieran la plata me tocaba decir qué estaba haciendo. A Andrómeda se le dio, no voy a especificar en concreto la suma, pero sí hicimos varios negocios con ellos y todo era bajo el aval de la campaña. La campaña era la que sabía que se estaba obteniendo información. La campaña incluso recomendaba cierto tipo de personas, siempre recomendaron a Timochenko, siempre recomendaron conocer qué se sabía sobre el proceso con el ELN. Y la campaña estaba muy informada, yo iba con información concreta a comprarle a Andrómeda. No era que me hicieran un abrebocas, no, yo les decía, mire, necesito esto, esto y esto. SEMANA: ¿Ellos pedían información de los negociadores, por ejemplo? A. S.: A mí nunca me pidieron información sobre los negociadores del gobierno. A mí me pedían información sobre los negociadores de las Farc. Solo Farc. Recuerdo mucho a una persona del frente 48 que fue hace relativamente poco a La Habana, de él se tenía información y ahí fue, para que la gente corrobore lo que estoy diciendo, cuando esa persona fue a La Habana, si no estoy mal es alias Jairo Martínez, o el nombre de él es Pedro Nel Daza. Cuando empieza a pasar eso el uribismo, el Centro Democrático centra su discurso en que están mandando a los narcotraficantes de La Habana y fue información que en parte yo suministré, y no solo yo, hubo más gente que suministró información. El Centro Democrático era receptor de la información y no hay manera de que lo puedan negar si usted revisa las redes sociales y busca la fecha y mira que todos, absolutamente todos manejaban el mismo discurso que incluso se crearon trending topics en Twitter creados por nosotros para hacer que se moviera más el tema, que siempre fue el objetivo de eso. “El objetivo era hacer una campaña de desprestigio contra Petro”
SEMANA: Usted anteriormente había mencionado a la Procuraduría y al procurador como parte del respaldo, es decir, ¿qué papel juega el procurador en todo esto? A. S..: Yo no sé si usted recuerda la parte de la destitución de Petro. Cuando destituyeron a Petro estaban hablando de hacer la revocatoria. Yo creo una estrategia, apoyada por el Centro Democrático y por el equipo del procurador, o la gente cercana al procurador, en la que el objetivo era hacer una campaña de desprestigio en contra de Petro. Yo el documento lo redacté, eso está incautado incluso. La parte, el documento se distribuyó entre los participantes, yo ahí pongo sobre la mesa a Carlos Escobar. Cuando vi que no pasó nada con esa estrategia, y un día cualquiera estoy navegando en Twitter y veo que se hizo parte de lo que yo había propuesto y que están editadas algunas cosas, pero pues el concepto es el mismo, es liderado por Carlos Escobar. Volviendo al tema sobre lo que le estaba diciendo, yo tenía el respaldo de la gente de la Procuraduría porque yo había sido entre comillas cercano a la Procuraduría por haber hecho esa estrategia. La manera de amarrarme con eso fue que me dijeron, si usted hace una muy buena estrategia le podemos dar algo de las elecciones. Pues yo era asesor político en medios, en redes sociales y me servía. No es que yo me dedicara todo el día a pensar a quién jodía. No, nada. Cuando se entrega eso, yo le hago saber al procurador que yo había sido el que había hecho esa estrategia. Me manda felicitaciones, me manda abrazos. Recuerdo muy bien que me manda un abrazo muy grande, que me van a ayudar. SEMANA: ¿Y por intermedio de quién se comunica? ¿Quién era parte del equipo del procurador? A. S.: Habitualmente eso son correos muertos. Yo no puedo dar ese tipo de detalles hasta que aquí no se aclare. Pero así lo nieguen yo tengo la presentación, y eso se puede comprobar. Que lo que yo planteé, eso sí se hizo público. SEMANA: ¿Y la estrategia concretamente en qué consistía? A. S.: El objetivo era desprestigiar a Petro sacándole temas de corrupción, sacándole temas de alcoholismo. La idea, mire, en esto ellos mismos eran los que se inventaban las cosas, decían mire diga que Petro es un borracho, mire diga que Petro le pega a la mujer, mire, o sea, cualquier cosa que usted se pueda imaginar. A nosotros nos daban las ideas, lo que debíamos era estructurarlo en redes sociales, en cómo se publicaba, cómo se hacía. Y Petro debió haber tenido un ataque muy fuerte entre febrero y marzo, entre enero y febrero también, y una parte de diciembre. Creo que fue el ataque más fuerte que se le hizo en redes. No es que yo lo haya orquestado. No pues yo tenía un documento y se iba a presentar, pero había más gente que estaba trabajando en eso. “Locos, no me dejen solo porque yo fui defensor de ustedes y voy a terminar el resto de mi vida preso”
SEMANA: ¿Cuándo usted es capturado, gente de pronto de la campaña, del uribismo o de algún lado se le acerca a usted o a su familia a hacerle algún tipo de prebendas para que no hable? A. S.: Mire, apenas yo caí capturado, por el motivo de mi caso me abstengo de dar nombres o detalles de la situación. Apenas yo caí capturado llegó mucha gente a decirme que el uribismo estaba conmigo, que el procurador, que la Defensoría, mejor dicho me nombraron a todo el mundo. A mí me decían usted se va para Cespo. “Si usted quiere el mismo Uribe le entrega la casa a usted, que usted se queda en esa casa.” Y pues yo decía esta gente está conmigo, me están defendiendo, están defendiendo un patriota. Y yo insisto, yo era más uribista que Uribe. Estaba convencido en lo que estaba haciendo. A mí el Fiscal me preguntó, ¿usted está haciendo algo malo? No. Yo defendí mi país, defendí mi patria, defendí todo eso. ¿Qué pasa? Cuando me empezaron a llegar todo ese tipo de mensajes yo me sentía respaldado. Cuando el tiempo se les empezó a acabar, y yo empezaba a esperar resultados, fue cuando me sentí abandonado. Y no solo eso, cuando me empecé a enterar de los intentos, no amenazas, intentos de asesinarme, yo me empecé a evaluar. Cuando me di cuenta de todo me sentí usado, sentí que perdí diez años de mi vida apoyando el uribismo, apoyando todo esto. Comprobé cómo se usa la fuerza pública en beneficio de unos pocos, de unos intereses políticos. El mismo ministro Pinzón lo dice, no se metan con la fuerza pública. Y este señor Uribe lo defiende y habla bien de ellos. No. Lo que está haciendo es dividiendo la fuerza pública. Cuando empecé a sentir el abandono, mire, yo mandé cartas al procurador, a Uribe, a Zuluaga, a Luis Alfonso, y les decía: “Locos, no me dejen solo porque yo fui defensor de ustedes y voy a terminar el resto de mi vida preso.” Por lo menos 40 años. Y me dijeron “no, le vamos a poner unos super abogados.” ¿Qué me tocó hacer a mí? Buscar a mis abogados, solo porque nadie me ayudó a buscarlos, mi familia es la que me ayudó. Empezar a llamar a la Defensoría, pedir que me visitara. Pero sí pasó algo raro. Al día siguiente al llegar a La Picota me visitó la Procuraduría. Me visita la Procuraduría, y hay una denuncia sobre eso. Que después les cuento cuál es la segunda parte de la Procuraduría, y empiezan a escribir un poco de cosas. “¡Firme!”. Pues yo dije, son de los míos, yo firmo. Incluso, ni siquiera creo que la letra era de ellos. Yo estoy seguro que esa vaina llegó ahí escrita. SEMANA: ¿Y qué querían que firmara? A. S.: Querían que dijera que aquí me estaban presionando, que aquí en la Fiscalía me estaban presionando para declarar en contra de Zuluaga y en contra de Uribe. Que pienso yo de eso, era una manera de ellos de blindarse. Eso lo intentaron us ar hace poco. “La respuesta al proceso de paz es un grupo armado ilegal”
SEMANA: Volvamos un poco atrás. Cuando usted va a visitar a Rito Alejo, ¿qué fin tenía esa visita? A. S..: Realmente conmigo no pasó mucho. Recuerdo que en esa reunión, no recuerdo bien quién estaba. Sé que estaba Carlos, había más gente, gente que yo no conocía. Tocan el tema que hay gente de la Fuerza Pública, los disidentes del Ejército se están reorganizando para atacar el proceso de paz. Yo no le puedo dar detalles de eso porque desconozco realmente esa parte, pero yo sí la escuché. Y ante ese tipo de cosas yo siempre digo, me someto a un polígrafo. Con quien sea, cuando sea, me graban, como sea pero yo escuché eso. SEMANA: Si le entiendo bien, ¿básicamente Rito Alejo estaba como parte de una campaña de un grupo de militares que estaba opuesto al proceso de paz y estaba liderando una especie de grupo para eso? A. S.: No solo un grupo, una respuesta a una posible firma al proceso de paz. SEMANA: ¿Y en qué consistiría esa respuesta? A. S.: Esa respuesta es un grupo armado ilegal. SEMANA: ¿Esa reunión más o menos cuando fue? A. S.: Eso fue entre noviembre y diciembre del año pasado. SEMANA: ¿Y volvió a reunirse con Rito Alejo después de eso? A. S.: No. Realmente yo sentí que eso no era lo mío pues yo estaba en otro punto. Yo nada tengo que ver con operaciones militares ni nada de eso. Y me parecía innecesario ir. Ahí yo me alejé de Carlos Escobar. Yo no era socio de él ni nada como la gente creía. Tuvimos varias diferencias entre noviembre, diciembre y en enero pues simplemente no nos hablábamos. “La misma Dirección Nacional de Inteligencia (DNI) me entregaba información”
SEMANA: Recapitulando un poco, ¿qué funciones específicas tenía Andrómeda? A. S.: Andrómeda nació como una operación legal de inteligencia. Cuando ellos empezaron a adquirir tecnología, que era de muy difícil adquisición, que solo se vende en organismos de inteligencia u organismos del Estado, Andrómeda adquiere un poder inimaginable con unas herramientas que son de uso restringido a la gran mayoría de personas. Cuando Andrómeda se empezó a salir de las manos fue porque altos mandos militares, conocedores del tema, no le puedo especificar porque yo no hice parte de Andrómeda, pero dicho por los miembros de Andrómeda, ellos empezaron con una cosa muy pequeña y terminaron monitoreando todo el proceso de paz. No solo el proceso de paz, todo lo que oliera a favor del proceso de paz. Había diferentes organizaciones similares a Andrómeda, pero Andrómeda se encargó de obtener específicamente información sobre el proceso de paz. SEMANA: ¿Había otras fachadas similares a Andrómeda? A. S.: Yo no las conocí, yo realmente no conocí Andrómeda. Yo conocí miembros de Andrómeda después del allanamiento que les hicieron. Pero sí se hablaba de varias fachadas de la DNI y del Ejército. SEMANA: ¿Qué papel cumplía la DNI en todo este episodio? A. S.: El contacto que yo tuve con la Dirección Nacional de Inteligencia, ellos estaban muy entusiasmados con recibir información sobre los acuerdos que se firmaban del proceso de paz. Los acuerdos que se están negociando ahora, hay una vaina de borradores que manejaban y la DNI siempre buscó la manera de entregar información referente a las milicias de las Farc. Me explico, era información no tan contundente como la de Andrómeda pero era información que funcionaba para desprestigiar más a las Farc y al gobierno. SEMANA: ¿Pero pedían ellos información sobre la gente del gobierno? A. S.: Eso sí fue un intercambio de información porque ellos solicitaban información sobre el proceso de paz. SEMANA: Incluido los negociadores... A. S.: Por mi parte yo no tuve acceso a información de los negociadores del gobierno, sí a los de las Farc, pero la DNI solicitaba lo que yo tuviera del proceso de paz. En vista que el objetivo era otro, yo les entregaba ciertas partes de la información. SEMANA: ¿Esa información era la que usted recolectaba de otros lados, cómo consiguió usted esa información que terminaba en manos de DNI? A. S.: No solo en manos de DNI. La información se obtenía, incluso la misma DNI me entregaba información, Andrómeda, los objetivos que marcaban previamente. Se obtenía información específicamente de los negociadores en La Habana de las Farc, de sus lugartenientes e información clasificada de las Farc, y de inteligencia, que pudiera afectar el proceso de paz de manera indirecta. Por ejemplo, información sobre los atentados. Diferente tipo de información, no solo lo que estaban hablando en La Habana. SEMANA: ¿Cuánto tiempo y con quién tuvo usted relación con la DNI? A. S.: Con la DNI yo tuve relación con una persona que hasta donde tengo entendido estaba a dos niveles de la cabeza de la DN I. “María Fernanda Cabal pasó una lista para que atacáramos esos perfiles”
SEMANA: Dentro de los planes que tenían ustedes en la célula, ¿estaba contemplado el ataque, usted lo mencionaba ahora ya un par de veces, a políticos que no fueran afines al uribismo o al Centro Democrático? A. S.: Mire, mi objetivo era atacar cualquier cosa que no fuera compatible con el uribismo y con el Centro Democrático. Incluso, dentro de lo que se ha logrado filtrar, la misma Fiscalía era objetivo de nosotros. El fiscal Eduardo Montealegre era objetivo de nosotros, el vicefiscal. Mire, hubo muchas reuniones en las que yo asistía que estaban Óscar Iván Zuluaga, María Fernanda Cabal, en algunas estuvo, si no estoy mal José Félix Lafourie. Bueno, no solo ellos, Luis Alfonso Hoyos, David Zuluaga, mucha gente del uribismo. Y se decía, bueno, quién está hablando mal de nosotros. Yo presentaba un reporte, yo tengo esos reportes guardados. Se presentaba un reporte y se decía, mire están hablando de esto y esto. Yo daba las recomendaciones de ataque y ellos simplemente me hacían chulito. Y ya. Qué pasa, que en eso yo simplemente le decía a usted qué quiere que digamos. Esto, esto, esto y esto. De ahí nacieron muchos ataques contra la Fiscalía. De ahí nacieron ataques al presidente Santos. Y a mí que no me digan que me volví santista. Recuerde que yo era más uribista que Uribe. Ahora no soy nada de eso, ni santista ni uribista ni nada. Estoy contando lo que pasó simplemente. SEMANA: Dentro de ese grupo que usted mencionaba, habla la representante Cabal. Es decir, ¿ellos lo que hacían como grupo era simplemente ordenar o determinar los blancos a quién eventualmente atacar? A. S.: Nosotros teníamos una lista grande y ellos daban recomendaciones dependiendo de temas personales. Le pongo un ejemplo, cuando María Fernanda Cabal hizo el comentario sobre Gabriel García Márquez a mí me tocó montar una estrategia para blindarla y yo por medio de Luis Alfonso Hoyos y David Zuluaga se le dijo: “Venga, qué necesita que pase. Qué perfiles son los que le están atacando más duro.” Ella pasó una lista para que nosotros atacáramos esos perfiles y la campaña pasó otra lista para que los atacáramos. ¿Por qué se hizo eso? Y de eso hay correos que yo tengo como probarlo. ¿Por qué se hizo eso? Porque lo que hizo María Fernanda Cabal, que fue muy criticado por el expresidente Uribe, no por el comentario que hizo sino porque se volvió en contra de la campaña, más no porque estuviera en contra del comentario. Que eso es muy diferente. Y lo que nosotros hicimos, o lo que yo hice, fue todo comentarista relevante o posible influenciador que pudiera afectar a María Fernanda Cabal, yo lo atacaba. “Andrómeda chuzó al presidente” SEMANA: Volvamos sobre el tema ¿quién chuzó el correo del presidente? A. S.: Andrómeda. SEMANA: ¿Y cuál era el objetivo? A. S.: El objetivo de Andrómeda se terminó convirtiendo uno de los brazos de información del uribismo. Y el objetivo era saber qué hacía el presidente, cómo lo hacía, cuándo lo hacía, desde su parte electrónica. Siempre me comentaron que A la hija de él también la habían chuzado, también sé que fue la gente de Andrómeda, dicho por ellos, nuevamente aclaro. SEMANA: Volvamos al papel de la DNI ¿qué papel jugó exactamente Wilson Torres? A. S.: Por ejemplo, yo gracias a él tuve acceso a la base de datos del código de dejación de armas, tuve acceso a información clasificada de primer nivel, a bases de datos del conteo del enemigo, de situación actual de estructura de las Farc. Wilson Torres fue mi pieza clave dentro de la DNI. SEMANA: Si usted pudiera clasificar el papel de la DNI en este episodio ¿cómo lo calificaría? A. S.: Como un partícipe y co-ayudante mío. Ellos finalmente me dieron herramientas que no me podía dar Andrómeda, me suministraban información, me daban líneas de ataque de lo que podíamos hacer, y todo muy a fin, extrañamente, del expresidente Uribe. SEMANA: Finalmente, usted ha mencionado dos o tres veces el plan estratégico contra el proceso, si lo pudiera sintetizar es qué, exactamente. A. S.: El plan estratégico contra el proceso de paz es una manera radical de acabar, tanto militarmente como a nivel mediático, el proceso de paz. Cuando hablo de militarmente no hablo de sometimiento a la Justicia de las Farc, sino buscar la manera de afectar a la Fuerza Pública en contra del proceso, en contra de las decisiones del Estado y de una organización interna de incidentes que han sido –digo esto con total claridad- adoctrinados, porque yo era parte de eso, de tal manera que ellos reciben las instrucciones que les dan desde arriba. El plan estratégico contra el proceso de paz lo único que busca es acabar el proceso a como dé lugar, sin importar las consecuencias. Prueba de ello es que gracias a eso yo estoy preso, y en su momento lo hice completamente convencido, sin dudar que yo estaba haciendo algo bueno. Hasta que caí preso y me intentaron matar de diferentes maneras, no recapacité de lo que había pasado. ¿Y por qué yo hablo de manera vehemente sobre esto? Porque yo fui parte estratégica de ese plan, sin quererlo. Conocía la parte de inteligencia, la parte militar y la parte política, en todas estuve yo. SEMANA: ¿En la parte política habían células específicas, parecidas a Andrómeda, pero enfocadas en el tema político? A. S.: Sí, claro. A nosotros nos fue bien, entre comillas, porque hacíamos de todo y éramos relativamente económicos para una financiación de una operación de esas, pero lo que es grupos especializados para atacar cierto tipo de personas… le pongo un ejemplo, Carlos Escobar era especializado solo en política, y sé que habían más grupos, de eso no me cabe la menor duda, porque era imposible que pasaran tantas cosas solo con dos grupos, o solo con un grupo. SEMANA: ¿Por qué decidió hablar ahora? A. S.: Al principio no lo hacía por miedo, porque tenía tantas amenazas en mi contra, y no es que ahora no las tenga, tengo peores ahora, me están moviendo con un cuerpo de seguridad que es inimaginable, hasta con perros antiexplosivos me están moviendo. ¿Por qué hablo ahora? Primero, porque me cansé de tener al hombro una cruz que no es mía. Yo siempre escuchaba lo que decían en los medios y no era lo que estaba pasando, la gente hasta que no me escucha no cree lo que pasó y la vehemencia con la que yo hablo. Yo quiero que la gente sepa todo, y todavía falta muchísimo por conocerse, que no lo puedo decir todo ahora porque hay procesos investigativos en la actualidad, pero que la gente sí tenga claro algo, y es que yo voy a contar todo. Que de aquí, desde mi parte, no voy a dejar de hablar de nadie. Y que el que tiene algo que ver, de eso voy a hablar. Yo tengo algo que me diferencia de mucha más gente, yo de todo lo que digo tengo pruebas, yo no me estoy inventando nada, y de lo que digo que me contaron lo afirmo y digo que me contaron. Pero de todo, absolutamente todo, tengo pruebas. SEMANA: Cuando usted dice que tiene pruebas qué tipo de pruebas tiene, ¿documentos, correos, videos…? A. S.: Yo tengo documentos, tengo medios técnicos, registros técnicos, llamadas, documentación, información, videos, audios… tengo de todo. SEMANA: ¿Qué tanta de la información que entregó Andrómeda terminó en manos de la campaña o del uribismo? A. S.: Lo que me entregaron a mí, absolutamente toda la información, se le entregó a la campaña, a Luis Alfonso Hoyos y David Zuluaga. SEMANA: ¿Qué le entregaron concretamente? A. S.: Ufff, no tengo en la cabeza la cantidad de información, pero fue mucha información. Reportes de comunicaciones entre guerrilleros desde La Habana hasta aquí en Colombia, conversaciones sobre lo que se estaba organizando desde La Habana, sobre lo que se estaba negociando, reportes de alias Jairo Martínez, del frente 48. Que de eso, pues parte de lo que yo entregué a la campaña, pues eso lo terminó diciendo Uribe. Y va decir que no y se va alborotar que no, pero eso lo terminó diciendo él. SEMANA: Dentro de la información que le llegó a Uribe está el tema polémico de las coordenadas, recientemente se supo que eventualmente esa información terminó en manos del general Rey, que pudo haberla filtrado. ¿Qué sabe usted del episodio de las coordenadas y del general Rey? A. S.: Mire, yo estaba en La Picota, cuando salió el especial en Los Informantes. Cuando el general Rey dice que a él lo ‘hackearon’ y hace referencia a mi caso, realmente me dio mucho malgenio, y le voy a contar la historia de cómo fue. El mismo expresidente Uribe aceptó que él había recibido las coordenadas por el general Rey, no fue que interceptaron al general, no. El mismo expresidente Uribe lo aceptó. Andrómeda hacía parte del suministro de información, a esa ala de generales que no estaban a favor del proceso y que estaban a favor del expresidente Uribe. ¿Cómo fue eso? La información le llegó, yo no me atrevo a decir nombres para que después no me hagan otra guerra jurídica como la que tengo, pero la información la tenía inteligencia militar y desde lo más alto de la jerarquía, entre esos el general Rey, fue que se le suministró la información al expresidente Uribe. Eso me lo corroboró a mí gente de Andrómeda, o sea no es que me lo haya imaginado sino que me lo comentó gente de Andrómeda. “Me hicieron énfasis en atacar a Cepeda, Santos, todos los Gaviria y los Galán”
SEMANA: Volviendo un poco hacia atrás dentro de los blancos políticos ¿qué políticos, con nombres concretos, eran blancos para ser atacados? A. S.: Es que es más fácil responderle, todo lo que no fuera parte del uribismo es un blanco para ellos. Recuerdo mucho que dentro de la campaña me hicieron énfasis en atacar a Iván Cepeda, atacar a Juan Manuel Santos, atacar a César Gaviria, a todos los Gaviria, a Simón, a los Galán, Enrique Peñalosa también se consideró un objetivo de alto valor, la Fiscalía, específicamente Eduardo Montealegre. A él se le hizo una guerra sucia grande, muy grande. SEMANA: ¿Esto ordenado desde dónde? A. S.: Desde la campaña del Centro Democrático y del uribismo. SEMANA: ¿Y por qué lo veían ellos como un enemigo? A. S.: Porque ellos finalmente están en el proceso de paz, en el sometimiento de la guerrilla, de todo eso. Y no es que yo me haya vuelto guerrillero ni nada eso, es que así fueron las cosas. Estos son otros fragmentos de la reveladora entrevista de más de dos horas que Semana sostuvo con el 'hacker' Sepúlveda. Exclusivos de Semana.com: "David Zuluaga y Luis Alfonso Hoyos fueron los que me daban instrucciones"
"Uribe es de las personas que más información filtra"