Sin ni siquiera haberse posesionado, el Gobierno de Gustavo Petro se tendrá que jugar una dura prueba de fuego en el Congreso. La cita será el 3 de agosto, cuatro días antes de la posesión presidencial, para elegir al próximo contralor General de la República.

La pelea por elegir al sucesor de Carlos Felipe Córdoba se ha movido tras bambalinas como la movida discreta de una partida de ajedrez. En ese puesto no solo se juega una de las entidades con mayor control sobre la política y con amplia burocracia, sino el balance de las fuerzas en el Congreso, en un Gobierno que apenas comienza.

Además, esta será la última batalla que le plantará la administración saliente de Iván Duque al Gobierno entrante de Gustavo Petro.

Esta elección es de tal trascendencia que se viene calentando desde febrero de este año, cuando el presidente del Congreso, el conservador Juan Diego Gómez, abrió de manera muy anticipada el concurso de méritos para que se inscribieran los aspirantes.

Durante el proceso, que tuvo varias etapas hasta la selección final de la lista de 10 candidatos elegibles, el Congreso saliente, en cabeza de la coalición de partidos que acompañó a Duque, se aseguró de que entre los finalistas quedaran candidatos afines a los partidos tradicionales y al saliente contralor Córdoba.

Pero también se encargaron de eliminar a dos de los aspirantes con los que tenía simpatía el petrismo: Julio César Cárdenas y Vladimir Fernández.

El ungido del Gobierno saliente para esta elección es el exdirector de Planeación Nacional y exviceministro de Hacienda de Duque, el economista conservador Luis Alberto ‘Pollo’ Rodríguez, quien sería el candidato del Centro Democrático y el Partido Conservador.

Rodríguez ha venido teniendo acercamientos con congresistas de Cambio Radical, especialmente de la casa Char, para asegurarse también el apoyo de esta colectividad.

Sin embargo, no la tendrá para nada fácil, pues la elección la hará el nuevo Congreso, que se posesiona el 20 de julio y en el que la composición del Legislativo es distinta. Los sectores alternativos tienen ahora una fuerza muy importante.

El principal objetivo del Pacto Histórico será no dejarse imponer un contralor cercano al uribismo, no se puede olvidar que la Contraloría es la encargada de hacerle control fiscal al Ejecutivo.

Como los sectores alternativos se quedaron sin candidato, en las últimas semanas han tenido acercamientos con algunos de los aspirantes que quedaron en la lista de 10 elegibles.

Una de sus cartas sería la abogada María Fernanda Rangel, directora de la Dirección de Información, Análisis y Reacción Inmediata (Diari), que también es cercana al actual contralor Carlos Felipe Córdoba.

Rangel trabajó con Juan Fernando Cristo, miembro de la Coalición Centro Esperanza, cuando este fue presidente del Senado y luego ministro del Interior.

Otro de los aspirantes que, según indicaron fuentes del Pacto Histórico, tiene cercanía con este sector político es Víctor Andrés Salcedo, de quien se está esperando si el propio Petro le da el guiño.

Un hecho que llama la atención es que en el listado figuran personas muy cercanas al contralor Córdoba. Es el caso de Luis Carlos Pineda, contralor delegado para la Participación Ciudadana, y Aníbal José Quiroz, contralor delegado para el seguimiento del Sistema General de Regalías y exasesor de Planeación Municipal de Valledupar.

En los elegibles también está Andrés Castro Franco, cercano a sectores de Cambio Radical.

Esta elección resulta fundamental no solo por la importancia del cargo en discusión y el pulso que se juega entre el gobierno saliente y el entrante, sino porque es parte de las discusiones que están teniendo los partidos para conformar bancadas de Gobierno y oposición.

Entregarle el contralor a un determinado partido puede servir como moneda de cambio para que esa colectividad apoye al gobierno de Gustavo Petro. Así funciona la política.