Una de las consecuencias de la recomposición de fuerzas en el Congreso que dejaron las elecciones del 13 de marzo es que, en un hecho con pocos antecedentes, los sectores alternativos tienen altas probabilidades de poner contralor a partir de agosto de este año, cuando el Legislativo elegirá a la nueva cabeza del órgano de control. El debate ha estado candente.

Las fuerzas de centroizquierda tienen chance de tener una alta influencia en la escogencia del nuevo contralor no solo por el aumento de curules que tendrán a partir del 20 de julio, cuando toma posesión el nuevo Congreso, sino por la Comisión Accidental nombrada en la Cámara de Representantes para seleccionar a los diez finalistas, en la que los alternativos salieron favorecidos.

Cabe aclarar que a finales de febrero la Universidad UIS publicó los 20 candidatos que superaron la prueba de conocimientos. Ahora, una comisión accidental tanto del Senado como de la Cámara tendrá la misión de reducir el grupo a solo diez aspirantes, se someterán a entrevistas en ambas plenarias, las cuales elegirán finalmente al contralor general el próximo 3 de agosto.

La Cámara de Representantes ya designó esta comisión accidental, que está integrada por ocho representantes de partidos de centroderecha y ocho de partidos de centroizquierda. Y el voto de cada uno de estos congresistas designados valdrá por igual sin importar el tamaño de la bancada.

Es decir que, por ejemplo, el voto del representante Jorge Gómez del Partido Dignidad, que tiene un solo representante en la Cámara valdrá igual que el del liberal Julián Peinado, cuya colectividad tiene 35 congresistas en la corporación.

Esto de entrada favorecería a los sectores alternativos que tienen menos congresistas pero que en la comisión accidental tienen la misma cantidad de representantes que la centroderecha.

Ahora, una cosa es lo que dice el papel y otra el fuerte pulso que se vive. De hecho, esta elección ya generó las primeras divisiones en la centroizquierda, que venía en armonía tras los buenos resultados del 13 de marzo.

En la más reciente reunión del Pacto Histórico tras las elecciones, si bien reinó la camaradería, cuando se tocó el punto de la Contraloría General, se rompió la armonía. Hay división en torno a uno de los candidatos. Se trata de Julio César Cárdenas, quien en su momento fue contralor general de la República encargado.

Cárdenas, quien por segunda vez aspira a dirigir ese ente de vigilancia, buscaría el respaldo del candidato presidencial del Pacto Histórico Gustavo Petro y ese sector político. De hecho, hace tres años, cuando Cárdenas aspiró por primera vez al mismo cargo, Petro expresó públicamente su respaldo, pero hoy el tema causa controversia dentro de esa alianza política.

Por el lado de la Alianza Verde también hay controversia, pero en torno a otra candidatura: la de Karol Dahiana González Mora, esposa del jefe de gabinete y exsecretario de gobierno de la Alcaldía de Bogotá Luis Ernesto Gómez.

González Mora tendría el apoyo del sector de la Alianza Verde comandado por la senadora Angélica Lozano, esposa de la alcaldesa de la capital.

Sin embargo, en la comisión accidental nombrada por la Cámara, la representante de los verdes que participará en la selección de los finalistas será Katherine Miranda, quien no está en muy buenos términos ni con la alcaldesa Claudia López ni con la senadora Lozano.

De esta manera, los sectores alternativos, que en la mayoría de los casos han tenido pocas posibilidades de incidir en la elección de la cabeza de un órgano de control podrían nuevamente naufragar en este propósito ya no por falta de fuerza, sino por las divisiones.

Los candidatos

Además de Cárdenas y González Mora, también superó el examen el exdirector del Departamento Nacional de Planeación Luis Alberto Rodríguez, quien sería el candidato del gobierno de Iván Duque.

En el listado figura igualmente el exvicecontralor Julio César Cárdenas Uribe, quien también fue en su momento contralor general de la República encargado.

Otro que sigue en la puja, según el resultado de la universidad, es Andrés Castro Franco, saliente contralor de Bogotá. Como era de esperarse, el listado incluye personas que han estado vinculadas a la Contraloría y que, por tanto, conocen la entidad, como el caso de Mónica Certaín Palma, contralora delegada de la unidad anticorrupción; Elsa Yazmín González, contralora general de Antioquia y defensora de los recursos públicos y del medioambiente, así como también Juan Carlos Gualdrón, contralor delegado para el posconflicto.

Un hecho que llama la atención es que en el listado figuran personas muy cercanas al actual contralor general, Felipe Córdoba. Es el caso de Luis Carlos Pineda, contralor delegado para la Participación Ciudadana; María Fernanda Rangel, directora de la Dirección de Información, Análisis y Reacción Inmediata (Diari), y Aníbal José Quiroz, contralor delegado para el seguimiento del Sistema General de Regalías y exasesor de Planeación Municipal de Valledupar.