Alejandro Char ha sido un caso completamente atípico en esta carrera presidencial. Mientras los demás aspirantes a suceder al presidente Iván Duque hicieron lo que sea por llamar la atención, son amigos de los micrófonos y no se pierden debate, Char fue hermético, silencioso. Habló muy poco en medios, no asistió a debates. Char era consciente de que tiene una de las maquinarias más poderosas del país y por eso no necesita hablar de propuestas.
Sin embargo, a pesar de dar muy pocas declaraciones y conceder escasas entrevistas, Álex Char sí fue mencionado en los medios de comunicación a nivel nacional, no tanto por sus propuestas de campaña, sino por los líos que ha venido acumulando en los últimos años. Esto previo a los comicios de este 13 de marzo de 2022.
El escándalo más reciente se dio tras las declaraciones de Aida Merlano, reveladas por SEMANA, en la que acusó a Alejandro Char de formar parte de un esquema de corrupción electoral en costa Caribe a través del cual, con millonarias sumas, compraban los votos.
El pasado 10 de febrero, ante la oficina de reparto de la Fiscalía General de la Nación, el abogado Miguel Ángel del Río Malo, representante de Aida Merlano, radicó formalmente una denuncia en contra de Alejandro Char y otros miembros de su familia por los supuestos delitos que reseñó la excongresista en el marco de sus declaraciones ante la Corte Suprema de Justicia.
Los presuntos delitos en los que habría incurrido el exalcalde de Barranquilla, según la denuncia que reposa en la Fiscalía, son “fuga de presos, secuestro agravado, constreñimiento ilegal, tentativa de homicidio, fraude procesal, soborno en actuación penal y acceso carnal violento agravado”. Hace algunos días, Char se refirió a este caso y comentó que si tuviera algo que ocultar no aspiraría a la Presidencia. Sobre la posibilidad de pedir en extradición a Merlano, si llegaba a ser presidente de Colombia, dijo que sería lo primero que solicitaría. “Sí, lo haría 15 minutos después de que me posesionara”, puntualizó.
Aunque ha sido el más sonado, no ha sido el único lío en el que se ha visto envuelto el exalcalde de Barranquilla. En 2020, la Procuraduría le abrió investigación por supuestas irregularidades en el contrato para construir un hidrotanque en el barrio Siete de Abril, al sur de Barranquilla.
La obra empezó en 2015 y, tras 11 prorrogas en el contrato, aún no comienza a funcionar. Se esperaba que beneficiara con agua potable y abastecimiento permanente a 850.000 personas en el suroccidente de la capital del Atlántico y del área metropolitana. De acuerdo con la denuncia del empresarios Luis Enrique Guzmán Chams, él habría pagado, entre 2014 y 2017, alrededor de $3.000 millones para “separar” el contrato y le habrían asegurado que se los pagarían con intereses.
Además, también ha sido señalado en el caso de Campo Alegre, en el cual la constructora del alcalde habría construido conjuntos residenciales sobre terrenos que habían sido calificados por estudios especializados como suelos no estables o aptos para ser ocupados, lo que desencadenó que sus propietarios sufrieran problemas estructurales en sus viviendas. “Hizo construcciones que se cayeron”, denunció la hoy alcaldesa Claudia López en su época como senadora.
Además de sus escándalos, sus relaciones políticas se concentraron mayoritariamente en el Caribe, pero en el plano nacional no logró conectar de la misma manera. Por ejemplo, según se ha conocido, fue él quien cerró las puertas del uribismo, por lo menos por ahora, al haber sido el directo responsable de que Óscar Iván Zuluaga, el candidato del Centro Democrático, no entrara a la coalición Equipo por Colombia. Fue quien impuso el veto.
Tampoco son buenas las relaciones del precandidato barranquillero con el exministro Germán Vargas, pues, aunque sigue en Cambio Radical, el jefe de ese partido ha tomado distancia de su precandidatura. A Álex Char muchos le reconocen los importantes avances que logró en Barranquilla, una ciudad que por años estaba condenada al atraso. Sin embargo, la mayoría de sus menciones a nivel nacional han estado relacionadas con líos de compra de votos y clientelismo en los que presuntamente habría estado involucrado.