En una democracia, el voto en blanco es también esencial para expresar disentimiento, abstención o inconformidad, protegiendo la libertad del elector. Tiene también una incidencia decisiva en procesos electorales para cargos unipersonales o de corporaciones públicas de elección popular. Laura Wills (LW), directora de Congreso Visible, puso el ojo sobre los mitos alrededor de este tema.
Mito 1: El voto en blanco no sirve para nada
LW/ No es cierto. Se trata de una opción válida y que cuenta. Se puede votar en blanco y las razones pueden ser muchas: una de las más comunes es porque los candidatos no me convencen o porque quiero hacer un voto de protesta y manifestar mi inconformidad con las candidaturas.
Mito 2: Si muchos votamos en blanco, se repite la elección
LW/ Cierto. Cuando elegimos presidente, alcaldes o gobernadores y el voto en blanco saca mayoría, se debe repetir la elección. Solo que esta vez deben participar otros candidatos diferentes a los de la anterior contienda.
Mito 3: El voto en blanco nunca gana
LW/ No es común, de hecho, es bastante atípico. Sin embargo, ocurrió en algún momento en un municipio en Antioquia, Bello. Se tuvieron que repetir las elecciones y por ende presentarse nuevos candidatos.
Mito 4: Da igual anular el voto que marcar el blanco
LW/ No es cierto. Ambos pueden estar mandando mensajes distintos: el voto nulo puede explicarse por errores al momento de marcar, pues el tarjetón resulta muy sofisticado o difícil. Mientras que el voto en blanco puede tratarse de un voto consciente de protesta por las candidaturas que se están presentando o por los resultados de políticas que vemos en décadas. No obstante, un voto nulo puede ser también una voz de protesta, pues habrá ciudadanos que anulen su voto para mostrar su desacuerdo. Lo clave es que el voto en blanco cuenta y suma, el otro no.
Mito 5: El voto en blanco se suma al candidato con la mayor votación
Registraduría/ Falso. El voto en blanco se contabiliza independientemente, al igual que se hace con los sufragios alcanzados por cada candidato.
¿Qué se elige en las elecciones del 13 de marzo de 2022?
El Congreso está conformado por el Senado de la República y la Cámara de Representantes. Para elegir el Senado, los votantes, al momento de dirigirse a las urnas, deben solicitar a los jurados de votación solo uno de los dos tarjetones disponibles, ya sea por circunscripción a nivel nacional o por circunscripción de las comunidades indígenas. En total se elegirán 108 senadores a nivel nacional: 100 de ellos corresponden a nivel nacional, cinco en representación política de Comunes, dos indígenas y la última curul se le otorga al candidato a la Presidencia de la República que ocupe el segundo lugar de las elecciones presidenciales.
En la Cámara de Representantes se elegirán por primera vez 187 parlamentarios, para esto cada votante deberá pedir solamente uno de los tres tarjetones disponibles: territorial, indígena o afrodescendientes y elegir un candidato o un partido según el departamento en el que tenga inscrita su cédula. Ejemplo: si su puesto de votación está en la ciudad de Bogotá, solo podrá votar por la Cámara de Bogotá.
Es importante tener en cuenta que como resultado del Acuerdo de Paz se habilitaron las Circunscripciones Transitorias Especiales de Paz (CTEP), que buscan aumentar la representación política de las zonas más afectadas por el conflicto armado o de las personas que residen en las zonas rurales de las 16 circunscripciones creadas, dichos ciudadanos podrán votar por dos representantes: el del territorio y el de la paz. En total, se erigirá 187 parlamentarios para la Cámara de Representantes: 161 corresponden a los 32 departamentos, dos afrodescendientes, uno por las comunidades indígenas, 16 del CTEP, un elegido por los ciudadanos que viven en el exterior y una última curul que se le otorga a la fórmula vicepresidencial que ocupe el segundo lugar en las votaciones presidenciales.
El 13 de marzo también se llevarán a cabo las consultas interpartidistas de tres coaliciones: Pacto Histórico (Francia Márquez, Gustavo Petro, Alfredo Saade, Arelis Uriana Guariyú y Camilo Romero), Equipo por Colombia (Enrique Peñalosa, David Barguil, Aydee Lizarazo, Federico Gutiérrez, Alejandro Char) y la Coalición de la Esperanza (Jorge Enrique Robledo, Carlos Amaya, Juan Manuel Galán, Alejandro Gaviria y Sergio Fajardo). De allí saldrá un candidato por cada coalición, que se enfrentarán entre sí y con los demás candidatos en los comicios presidenciales del 29 de mayo.
Rodolfo Hernández (exalcalde de Bucaramanga), Óscar Iván Zuluaga (exministro de Hacienda) e Íngrid Betancourt (excandidata presidencial) ya son candidatos presidenciales que van directo a las elecciones del 29 de mayo como candidatos presidenciales y no como precandidatos. No se presentaron a ninguna consulta interna y por eso presentarán su nombre, a consideración de los colombianos, el día de los comicios.
*Texto cortesía de la Universidad de los Andes con fines académicos de cara a los comicios