Carlos Amaya, el exgobernador de Boyacá que se alcanzó a vestir de candidato presidencial de la Alianza Verde, aterrizará en la Coalición de la Esperanza.

Su candidatura presidencial en los verdes quedó sin piso, definitivamente, porque las directivas del partido dejaron a sus militantes libres para votar por quien quiera en las presidenciales.

Amaya había hecho una apuesta reciente con Antonio Sanguino por la candidatura presidencial de los verdes y después de un sondeo acordaron que el primero iría a las presidenciales y el segundo sería cabeza de lista al Senado. Pero ninguna de esas dos cartas resultó.

antanas mockus Copresidente de la Alianza Verde

Pero todo se desbarató cuando su partido no pudo ponerse de acuerdo internamente sobre un solo nombre.

Los verdes están en proceso de hacer una fusión con la Coalición de la Esperanza para presentar listas conjuntas de candidatos al Congreso.

Amaya le confirmó a SEMANA que se va para la Coalición de la Esperanza y que se someterá a las reglas de juego de esa coalición. Se sumará a los ya precandidatos Sergio Fajardo, Juan Manuel Galán, Juan Fernando Cristo y Jorge Enrique Robledo.

Humberto de la Calle, quien forma parte de la Esperanza, tiene decidido que será la cabeza de lista para el Senado.

Pero la Esperanza se quiere ampliar. Cristo invitó a quienes forman parte de esta corriente y a algunos nuevos, como Alejandro Gaviria, para que se vinculen a la búsqueda de un candidato único por el centro.

La propuesta de Cristo contempla que todos suspendan sus campañas presidenciales el próximo fin de semana y se reúnan en un cónclave para superar divisiones internas, como un primer acuerdo.

La agenda de ese cónclave sería ponerse de acuerdo sobre lista única de candidatos al Congreso, propuesta de gobierno, reglas de juego para la consulta de marzo. Amaya aceptó de inmediato.

Los integrantes de la Coalición de la Esperanza, durante la presentación de sus principios y propuestas.

De hecho, ofreció a todos sus colegas ponerse como anfitrión y realizar el cónclave verde este fin de semana en La Casona del Salitre, donde Santander y Bolívar se encontraron el 3 y 4 de agosto de 1819 para curar los heridos de la Batalla del Pantano de Vargas y planear la Batalla de Boyacá.

Su idea es que el espíritu de unidad que llenó a Bolívar y Santander para ganar la Batalla de Boyacá ilumine ahora la búsqueda de unidad de todos los protagonistas del centro político.