El registrador Alexánder Vega tuvo que hacer una maniobra para evitar que una frase suya tuviera muchas implicaciones negativas de cara a las citas electorales de 2022. Sin duda, cometió una gran imprudencia en plena época comicial al afirmar que “el que no sienta garantías no debería presentarse”, haciendo referencia a las jornadas de marzo y mayo del otro año. Su afirmación no cayó para nada bien, y desde todos los sectores hubo críticas.
Por redes sociales pidieron la renuncia del funcionario por “no dar garantías electorales para 2022” e incluso los candidatos presidenciales salieron a contradecirlo y pedirle garantías en la realización de la contienda. Sergio Fajardo le sugirió que “si hay dudas, su obligación es explicar y dar tranquilidad”. Gustavo Petro aprovechó para decir que solo faltaba que lo sacaran del camino, pues, además de las advertencias del registrador, “tumbaron la ley de garantías y ya hay 5 millones de votos más”. Alejandra Barrios, directora de la Misión de Observación Electoral (MOE), expresó que “el registrador está perdiendo el centro, porque está haciendo unas declaraciones que terminan generando falta de confianza en el proceso electoral. Tenemos diferentes escenarios que tienen nerviosos a todos los candidatos”.
La metida de pata del registrador volvió a poner sobre la mesa el debate en el país, pues sectores de la Colombia Humana, el Polo Democrático, la Alianza Verde y otros de oposición han manifestado reiteradamente sus preocupaciones sobre la supuesta falta de garantías para las elecciones del nuevo Congreso y del presidente de la república. Aunque nadie puede negar que a Vega se le fue la lengua, afirmar que se avecina un fraude en 2022 es muy difícil.
Tanto la Registraduría como el Consejo Nacional Electoral han cumplido todas las peticiones de la oposición. Por ejemplo, la Misión de Observación Electoral de la Organización de Estados Americanos (OEA), la Unión Europea (UE), la Unión Interamericana de Organismos Electorales (Uniore), el Centro Carter y la Fundación Internacional para Sistemas Electorales (IFES) harán un acompañamiento en las jornadas electorales. Además, el 26 de octubre se abrió la licitación para contar con un software de escrutinio propio que estará listo en marzo del próximo año, y se trabaja en un plan de auditoría para instaurarlo en todos los softwares de la Registraduría. Estas tres peticiones fueron hechas por la oposición y se cumplieron.
Vega reconoce que se equivocó y, por eso, tomó la decisión de llamar uno a uno a los directores y líderes de partidos políticos para explicarles en detalle lo que se está haciendo a fin de blindar las elecciones. El primero en desfilar por la Registraduría fue Petro, quien pidió acelerar la depuración del censo electoral con la finalidad de sacar las cédulas de personas fallecidas y de extranjeros que hayan obtenido la nacionalidad de manera irregular. La directora del Centro Democrático, Nubia Stella Martínez, también estuvo en la Registraduría para conocer los procesos y socializarlos con los precandidatos presidenciales de la colectividad. Manifestó plena confianza en el proceso electoral y pidió evitar los ataques a la institucionalidad.
El problema de fondo con Vega es que algunos sectores lo vinculan con la derecha y, por esa razón, no sienten garantías para los comicios. La cercanía con políticos le permitió candidatizarse como magistrado del Partido de la U para el Consejo Nacional Electoral, en el que fue presidente. Después comenzó el camino para llegar a la Registraduría, en el que logró 738 puntos, cifra criticada por sus conexiones políticas y señalamientos a cuestas. Además, cuando tomó posesión en noviembre de 2019, la oposición rechazó que se haya hecho antes de que Juan Carlos Galindo terminara su periodo.
Hay un tema por solucionar. Se trata de los jurados de votación en el exterior, porque la oposición planteó que no es garantía que en los consulados quienes ejercen esas labores son funcionarios del Gobierno del presidente Iván Duque, por lo que podría haber alguna modificación en este sentido. Con la estrategia de Vega, se ha venido desvirtuando el discurso de, por ejemplo, Gustavo Bolívar, quien casi a diario advierte sobre un posible fraude en las próximas elecciones. Petro, aunque tiene reservas sobre el proceso, reconoció que han atendido todas sus peticiones en materia electoral.
A pesar de que en el papel las cosas están claras, en el ámbito político la mayor preocupación es la posibilidad de que ocurra fraude en las elecciones de 2022. Solo queda esperar a que los colombianos acudan a las urnas para resolver las dudas.