En la capital santandereana la baraja de candidatos a la alcaldía no se ha decantado. A dos meses de las elecciones hay una decena de aspirantes, y no hay alianzas claras a la vista. Un elemento clave en el panorama político de la ciudad es el alcalde Rodolfo Hernández, el ingeniero -como lo llaman-, quien se convirtió en un mito, después de derrotar a la política tradicional hace cuatro años. Directo, en muchas ocasiones imprudente, y sobre todo polémico -golpeó en la cara a un concejal-, Rodolfo no perdió el apoyo de su electorado, goza de buena aprobación, y su discurso contra la corrupción quedó tan arraigado que todos los candidatos que aspiran a sucederlo lo tienen dentro de sus propuestas. Incluso, quienes están en la orilla política opuesta. Por eso, era tan importante la ‘bendición’ de Rodolfo, pues se consideraba que quien la tuviera arrancaría con el pie derecho y tendría las de ganar. Sin alternativa de unidad De los diez candidatos, cuatro se han definido como alternativos, una carta que pesa en Bucaramanga justamente porque Rodolfo Hernández demostró que la ciudad puede elegir un gobernante que no represente las estructuras tradicionales. Se trata de Carlos Francisco Toledo (Unidad Alternativa); Sergio Isnardo Muñoz (Movimiento Sergio Isnardo Alcalde); Sergio Prada (Alianza Verde); y Juan Carlos Cárdenas Rey, (Movimiento Ciudadanos Libres). Antes de la inscripción de las candidaturas ni ellos, ni otros precandidatos, lograron escoger una candidatura única, lo que hasta el momento los tiene divididos, cada cual está buscando sus propios votos. ¿El que diga Rodolfo? Como alcalde, Rodolfo Hernández no puede hacer campaña, y sus contradictores están muy pendientes de cualquier señal de participación en política. De hecho tiene una demanda en su contra ante la Procuraduría porque en uno de sus videos en Facebook aseguró que él apoyaba a los candidatos independientes. Puede leer: El nuevo lío del alcalde de Bucaramanga por supuesto proselitismo político Por eso, Rodolfo no puede apoyar abiertamente a ningún candidato, sin embargo, en Bucaramanga es vox populi que Juan Carlos Cárdenas es su carta, un ingeniero civil de la Universidad Industrial de Santander, quien tampoco ha tenido ninguna experiencia en el sector público. Cárdenas se inscribió por firmas, sin embargo, ha reunido apoyos importantes que probablemente no tendría si no tuviera la ‘bendición’ de Hernández. Tal vez el más importante es el de la Liga de Gobernantes Anticorrupción (LGA), un grupo significativo de ciudadanos que tiene listas al Concejo y la Asamblea, y que defiende “la participación activa e incluyente de toda la sociedad para hacer de la lógica, la ética y la estética los elementos fundamentales del buen gobierno”, es decir, los mismos elementos que tenía Rodolfo en su campaña hace cuatro años. Sin embargo, tener la ‘bendición’ de Hernández no ha sido suficiente para que la candidatura de Cárdenas despegue. Así lo demuestran las últimas dos encuestas. En la de Guarumo ocupa el séptimo puesto con un 3,3 por ciento de intención de voto, y en la del Centro Nacional de Consultoría obtiene un 8 por ciento. Esto se debe a varios factores, uno de ellos es que Cárdenas no es tan carismático como Rodolfo Hernández, y por tanto no tiene esa conexión con la ciudadanía, por tanto, será difícil que le herede su capital político. Además, Cárdenas es una figura desconocida en el mundo político, porque siempre ha trabajado en el sector privado: estuvo 27 años en la multinacional Cemex, donde llegó a ser vicepresidente, y después se dedicó a su propia empresa. “Nadie lo conoce, en su vida profesional estuvo en las cementeras, y los directivos de esas empresas no son notorios. La gente sigue esperando para apoyar al que diga Rodolfo, pero a menos que renuncie y vaya a apoyarlo en la campaña es muy difícil que lo reconozcan como tal. Con mensajes cifrados me parece que no va a ser posible”, explicó a SEMANA Gerardo Martínez, analista político de Santander. No tener un pasado político también trae ventajas, porque normalmente se asocia con alguien libre de cuestionamientos e investigaciones, y por tanto con un gran potencial de ser un candidato de opinión. Sin embargo, a Cárdenas le encontraron un lunar, porque habría estado presuntamente involucrado en un escándalo de corrupción -cuando fue gerente general de la filial de Cemex en Perú- para que todo el cemento que iban a usar en la reparación de los daños que causó el terremoto de 2007 en este país fuera de Cemex. Puede leer: Procuraduría formuló pliego de cargos al alcalde de Bucaramanga por caso Vitalogic Al respecto, Cárdenas asegura que no hubo tal negociación y que se trató de un "espionaje industrial" en un mercado dominado en ese momento por "poderosos monopolios regionales". Cita, además, un artículo de La República de Perú en el que aseguran que los correos que habían sido presentados como pruebas del supuesto entramado de corrupción en realidad fueron "hackeados" por una empresa de la competencia. "El hallazgo de correos electrónicos de directivos de la cementera mexicana Cemex en uno de las cuatro USB que la policía incautó a Giselle Giannotti Grados confirma que los espías de Business Track (BTR) fueron contratados por una empresa preocupada por la presencia de Cemex en el Perú, en el 2007. (...) Las autoridades han encontrado en los USB de Giannotti 68 correos electrónicos “hackeados” en su mayoría al gerente general de la filial de Cemex en Lima, el colombiano Juan Carlos Cárdenas; el gerente financiero de la misma compañía, Miguel Eduardo Vargas; y al socio de Hernán Garrido Lecca, Jaime Carbajal Pérez", se lee en el artículo periodístico de 2010. Aún así, Cárdenas tiene otras fichas importantes, como el apoyo de Compromiso Ciudadano, la fuerza política del exalcalde Sergio Fajardo, así como el espaldarazo de Carlos Sotomonte, uno de los líderes de la defensa del páramo de Santurbán, quien fue precandidato a la alcaldía. Restan dos meses para que los santandereanos vayan a las urnas, y por el momento las encuestas no muestran una gran distancia entre un candidato y otro, y sí resultados muy disímiles, porque mientras en la de Guarumo lidera Sergio Isnardo Muñoz (firmas), en la del Centro Nacional de Consultoría puntea Fredy Anaya (Conservador y Cambio Radical). Por el momento, están ganando fuerza los candidatos que representan la política tradicional como Anaya y Claudia López (Centro Democrático, Liberal, La U), así como el pastor Jaime Beltrán (Colombia Justa Libres), mientras los alternativos continúan divididos. Dada la experiencia de hace cuatro años cuando Rodolfo Hernández no punteaba en las encuestas, en Bucaramanga la ecuación podría cambiar a última hora.