Aunque muchos se preguntaron quién era la mujer que acompañaba en la mesa de la Cancillería a los jefes del ELN, Antonio García y Pablo Beltrán, con el nombre de Omaira Elena Vásquez, pronto se olvidaron de ella cuando se revelaron los detalles del documento. Permaneció callada, con bajo perfil, como lo ha hecho durante 52 años en las filas subversivas.Poco se sabe de ella. El 6 de mayo de 2006, los diarios registraron una escueta noticia, según la cual, por información de la red de cooperantes, se produjo en Bello, Antioquia, “la captura por parte de la policía de Gladis Teresa Blanco Torres, la comandante ‘Paula’, que llevaba 38 años integrando el ELN, organización donde también era conocida con los alias de ‘Elena’ o la ‘Cucha’”.Según las autoridades, “la detenida era la jefe del frente de guerra ‘Darío de Jesús Ramírez Castro’ que agrupa los frentes guerrilleros del ELN en el Magdalena medio, sur de Bolívar, Santander y Norte de Antioquia”.Según el reporte oficial “se le han adelantado investigaciones por homicidio, secuestro extorsivo, concierto para delinquir, hurto calificado y agravado, rebelión y falsedad en documento público. También, Gladis Teresa Blanco (como también se le conoce) tenía orden de captura por fuga de la cárcel El Buen Pastor de Bogotá en 1999, donde cumplía pena por rebelión y otros delitos”.En una de las pocas entrevistas que ha concedido, en noviembre de 2004, habló de su vida con la periodista guerrillera Ana Salavarrieta del servicio informativo Patria Libre, con motivo de sus 40 años como integrante del ELN. “Por primera vez una guerrillera ‘elena‘ es promovida a la dirección nacional”, destacaba la entrevistadora.“Conocida en muchas regiones como la comandante Paula, en Barrancabermeja aún le dicen Elena y en otras zonas le siguen diciendo Marta. Pero ella es una sola, es una revolucionaria nacida en el departamento de Santander, de tez morena y hablar pausado, el cual sólo acelera cuando habla con pasión”, así la describía en el primer párrafo.A los cinco años murió su madre, Ana Rosa, una campesina recia que marcaba ganado. Cuando tenía 15, murió su padre, Crescencio, un comerciante de recio carácter, de quien dice, heredó su personalidad.Aunque en ningún momento se precisa la edad de la veterana guerrillera, se calcula que puede pasar de los 65 años. Paula recuerda que en los años 40 y 50, su familia se destacó en las luchas políticas por sus ideas liberales y un familiar cercano fue guerrillero liberal en el departamento del Tolima, tal vez esa fue una de las causas que marcaron la ruta de su vida beligerante.“Estudié primaria y bachillerato en un internado, dicen y recuerdo que desde niña era rebelde y me inquietaba ante las injusticias propias y ajenas. A mediados de los 60 fueron los años de Camilo, de luchas estudiantiles, la revolución cubana, Vietnam. Un profesor en el colegio nos hablaba de todos estos hechos y allí supimos de la existencia del ELN”, dijo al comentar cómo ingresó al ELN.Añadió que al conocer la organización, encontró “un espacio que le da forma a mi manera de sentir y actuar, que hasta ese momento no era producto de un pensamiento trabajado, estructurado. Con el ELN todo va tomando forma, encuentro respuestas a mis angustias y mi mundo mental se amplía”.Omaira Elena Vásquez, Gladis Teresa Blanco Torres o la comandante Paula, también es madre y abuela, pero la vida guerrillera la apartó de su familia y en ocasiones la ha afectado en su salud física y emocional.“La separación con mis hijos, eso es duro, es doloroso, incluso después de tantos años el recuerdo de esos momentos duelen, he sido fuerte para separarme de mis hijos, de mi pareja, para aguantar la lluvia, el sol, el ruido de los tiros y las bombas enemigas, la cárcel, etc. Pero, la valoración de los míos sí que me afecta. Eso es lo que me sostiene pero también es lo único que me consumiría en vida”.¿Secuestros y extorsión?La comandante Paula se inició con fuerte inclinación en lo militar, y luego le asignaron tareas políticas y organizativas, de las que se ufana, entre sus mayores logros, “aunque en lo de finanzas no me ha ido mal”.En Barrancabermeja, Paula ha adelantado gran parte de su trabajo delictivo, fue una de las fundadoras del frente urbano ‘Resistencia Yariguíes-FURY’, integrado por unos 60 guerrilleros que durante años controlaron la ciudad e infiltraron Ecopetrol con trabajo de base en los barrios, con intimidación y chantaje.La misma guerrillera afirma que en libertad y en prisión, mucha gente la apoyaba. “En esa ciudad hasta los niños se convirtieron en un dispositivo de seguridad. Cuando estaba en los barrios, ellos posiblemente me veían pasar o suponían que estaba por ahí, entonces cuando entraba el Ejército gritaban en coro a todo pulmón: ‘Elena viene el Ejército’ y yo me ponía pilas o si estaba retirada otros compañeros, o cualquier civil iba y me avisaban”.El día que más recuerda la comandante Paula, en la entrevista con Patria Libre, fue cuando fue capturada. “El día de mi detención, soy paseada por todas las instalaciones militares, con la única finalidad de tomarnos fotos como trofeo. A la llegada al Batallón Nueva Granada pareciera que todo el personal me estuviera esperando, había mucha tropa, me rodeaban, vociferaban, me hacían calle de honor me insultaban y alardeaban de su victoria por mi captura”, narró.Agregó: “De pronto a un lado, en una esquina, veo unos jóvenes soldados de rostro humilde, con ojos de mirada tierna que con disimulo tenían sus manos a la altura de la cintura y me hacían una señal con puño cerrado y dedo pulgar extendido y sus labios susurraban ‘ánimo Elena’”.